La gasística española Enagás tendrá el 50% del accionariado del BarMar, tramo comprendido entre Barcelona y Marsella del hidroducto submarino H2Med. Así lo han firmado este martes en Madrid representantes de Enagás y de los dos gestores de la red de transporte de Francia, GRTgaz, que será el segundo mayor accionista con un 33,3% y Teregá, que tendrá un 16,7%, de forma que España y Francia se repartirán a partes iguales el 50% del hidroducto.
El acuerdo las condiciones por las que cada una de las partes hará los estudios de viabilidad y fija las condiciones mínimas preliminares para la decisión final de inversión (FID), así como los principios fundamentales para establecer una Entidad de Propósito Especial (SPV) y la definición de su gobernanza.
Los integrantes de la otra gran interconexión de hidrógeno renovable, que debe conectar Celorico da Beira y Zamora, conocido como Celza, también han firmado un acuerdo adicional al Memorando de Entendimiento que ayuda a concretar las condiciones de la conexión junto a la portuguesa REN, que se ocupará del hidroducto en su tramo luso.
En plena agenda por la descarbonización de la economía europea, el H2Med fue aprobado a finales de 2022 para transportar hidrógeno verde esencialmente entre España y Francia, aunque posteriormente se unieron al proyecto Portugal y Alemania. El hidrógeno verde, vector energético que se consigue mediante la separación de moléculas de agua a partir de electricidad renovable, es una tecnología aún cara y por desarrollar, por lo que varias voces de expertos cuestionan que las redes proyectadas puedan llenarse con ella. El hidrógeno verde debe sustituir al hidrógeno gris, que se consigue con energía sin descarbonizar y que actualmente se utiliza sobre todo en fertilizantes y en la industria de la refinería.
Aunque durante un periodo de euforia se habló de que el hidrógeno verde podría ocupar un lugar destacado en el transporte y en la industria, la tecnología está aún por avanzar y, por ejemplo, grandes industrias como la acerería ArcelorMittal han pospuesto su transición a hidrógeno ante los elevados costes e incertidumbres del hidrógeno.
Desde el sector gasístico y Enagás, sin embargo, siguen convencidos de su potencial y mantienen un proyecto que debe costar 2.500 millones de euros, de los que la Unión Europea asumirá la mitad. El corredor transportará 10 millones de toneladas de hidrógeno y se espera que esté listo para 2030.
En noviembre de 2023, la Comisión Europea sumó al H2Med a su lista de Proyectos de Interés Común (PCI), que se publicó en abril de este año.