El alcalde de Donosti, Eneko Goia, ha participado este viernes en la jornada sobre economía azul organizada por ON ECONOMIA y Elnacional.cat y ha destacado cómo la ciudad se ha abierto al mar en los últimos 25 años con una revitalización profunda y sin precedentes. Antes, ha explicado, "estaba degradada, había un matadero y no existía la depuración de aguas". Un palacio de Congresos, y una apuesta por un turismo de calidad con un paseo marítimo de 9 kms, han ayudado a impulsarla como uno de los paisajes más valiosos de Euskadi y de todo el estado.
Tras el impulso turístico, no obstante, la ciudad vasca ha sido también "pionera" en la regulación del turismo, ha defendido Goia, que ha puesto en valor la regulación de apartamentos turísticos en su ciudad al considerarlos como explotación económica y no residencial. Donosti, ha dicho, es "de las pocas ciudades del estado que ha reducido su porcentaje de viviendas turísticas por el control y la inspección, que son igual de importantes".
En la mesa, han participado también el alcalde de Palma, Jaime Martínez, el de Badalona, Xavier García-Albiol, el presidente de la Comissió de Empresa i Treball del Parlament, Jaume Giró, y el teniente alcalde de la ciudad de Barcelona, Jordi Valls.
El alcalde ha admitido que las problemáticas de San Sebastián "son muy distintas a las de ciudades del arco mediterráneo y las ha focalizado en "los perversos efectos del cambio climático con fenómenos extremos que impactan de lleno en las costas de la bahía donostiarra".
Una apuesta por el turismo
Goia ha expuesto que, en el siglo XIX, se tomó la decisión de que la bahía siguiera siendo para el disfrute de los visitantes y que eso —visto con perspectiva— ha sido una fortuna porque hoy tienen "una de las mejores playas del mundo" y la ciudad "mira al mar". No obstante, tienen una asignatura pendiente que intentan resolver: "hemos olvidado el río, que también puede ser una fuente de generación de riqueza urbana".
Pero dentro de esta apuesta por el turismo, San Sebastián ha tirado de sus competencias municipales para hacer una buena gestión que, a menudo, ha pasado por regular determinados aspectos, como el número de pisos turísticos; la limitación de visitantes en determinadas zonas de la ciudad en períodos concretos… El alcalde Goia ha admitido, sin embargo, que la realidad de su municipio —por su ubicación geográfica— "es muy diferentes a la que tenéis vosotros", ha dicho dirigiéndose al resto de ponentes. "Nosotros, por suerte, no tenemos problemas con la sequía, sino al contrario, quizás tener demasiada agua; no obstante, los cambios climáticos extremos que cada vez más son más frecuentes nos estropean nuestra costa, y tenemos que actuar".