La Comisión Europea ha publicado este martes por primera vez la lista con los 47 proyectos estratégicos para asegurar y diversificar el acceso a las materias primas en la UE, un regreso a la minería que debe reducir la dependencia externa, especialmente de China, para la transición ecológica y digital. Entre las elegidas hay 7 proyectos españoles, seis minas y una planta de reciclaje, que deben aportar materiales necesarios para aparatos electrónicos y materiales clave para la transición energética. 

Coches eléctricos, móviles, turbinas eólicas, placas fotovoltaicas, baterías, lavadoras... la lista de productos que necesitan minerales estratégicos es larguísima y ante un escenario de tensión geopolítica creciente y proteccionismo a través de aranceles, la Unión Europea ha decidido que regresar a la mina para explotar sus propios recursos es la única forma de abaratar costes, mejorar la seguridad de suministro y controlar la cadena de valor. 

En ese contexto, hay siete proyectos en España, que espera ser una potencia europea, escogidos como estratégicos. El wolframio de la mina de El Moto, en Ciudad Real, gestionada por Abenójar Tungsten, el wolframio en Extremadura en el proyecto P6, de Iberian Resources, el litio también en Extremadura en Las Navas, cobalto, níquel y cobre en Jaén, en Agua Blanca por Río Narcea, litio en Ourense, en la Mina Doade Project, de Recursos Minerales de Galicia, y cobre en Cobre las Cruces, en Sevilla, son los proyectos españoles escogidos como estratégicos por la Comisión Europea, que también apuesta por Circular, de Atlantic Copper, una planta de reciclaje de cobre en Huelva.

Con estas siete apuestas, España puede convertirse en la segunda mayor potencia minera en cantidad de explotaciones después de Francia, que cuenta con 10 minas entre las que también hay proyectos de cobalto, litio y en su caso grafito. El wolframio es el mineral más exclusivo de España, único país con reservas. 

La apuesta estratégica de la Unión Europea pretende cubrir el 10% del consumo anual para la extracción de minerales, el 40% del consumo anual para procesarlos y el 25% del consumo anual para reciclaje. También pretenden con este despliegue que la Unión Europea no dependa en más de un 65% de un tercer país para minerales estratégicos. 

La Comisión Europea prevé una inversión global de 22.500 millones de euros para tirar adelante estos proyectos, que podrán beneficiarse de apoyo de la Comisión, estados miembros e instituciones financieras. Además, tendrán permisos simplificados que garantizan que no tardarán más de 27 meses en los casos de extracción y 15 meses para otros proyectos, que actualmente pueden demorar entre cinco y 10 años. 

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Comisión Europea

Son beneficios que nacen de la Ley de Materias Primas Fundamentales, que entró en vigor el 23 de mayo del pasado año con la convocatoria de presentación de propuestas que ha dado como resultado esta lista. La Comisión recibió también solicitudes de explotación en terceros países, para la que publicará una nueva convocatoria a finales de verano. 

"Este es un momento histórico para la soberanía europea como potencia industrial", ha dicho al respecto Stéphane Séjourné, vicepresidente ejecutivo para la Prosperidad y la Estrategia Industrial, que ha defendido que Europa debe "aumentar nuestra propia producción, diversificar nuestro suministro externo y hacer reservas".

Finlandia, con 6 minas, y Portugal, con 4, son los otros países con más potencial minero. 

Entre los proyectos europeos destacan el litio (22 proyectos), el níquel (12 proyectos), el cobalto (10 proyectos), el manganeso (7 proyectos) y el grafito (11 proyectos), que beneficiarán especialmente a la cadena de valor de materias primas y baterías de la UE.