El Gobierno da un nuevo paso para extender el autoconsumo solar compartido en España. Por segunda vez en apenas tres meses, el Ministerio de Transición Ecológica ha ampliado la distancia máxima para beneficiarse del autoconsumo compartido a través de la red de la energía generada en plantas fotovoltaicas de baja tensión. A partir de ahora, la distancia máxima que puede haber entre una instalación de producción solar y los puntos de consumo conectados a ella será de hasta dos kilómetros, una alcance que por fin iguala las condiciones vigentes en España a las de los países de su entorno inmediato. Hasta el pasado octubre, el límite aún estaba fijado en 500 metros, una situación que contrastaba con los 2 kilómetros de distancia que desde hace meses se permiten en países como Francia o Portugal.
La derogación del límite anterior para ampliarlo hasta los dos kilómetros es relevante, porque puede suponer un impulso importante para la extensión del autoconsumo solar a través de comunidades energéticas, un modelo aún muy poco extendido en España pero que en otros países europeos, como Alemania o Dinamarca, está mucho más extendido a pesar de tener un menor potencial de generación fotovoltaica por contar con menor radiación solar. Por ejemplo, vecinos de un municipio interesados en consumir energía renovable pero sin acceso a tejados aptos para la instalación de paneles podrá conectarse en baja tensión a una instalación de producción remota siempre que esté dentro de ese nuevo límite de dos kilómetros. Un caso típico son las poblaciones que pueden beneficiarse del excedente de energía solar generada en las cubiertas de las naves industriales de los polígonos cercanos al núcleo urbano.
La ampliación de los límites para el autoconsumo solar compartido era una de las medidas más urgentes que varias comunidades autónomas, como Catalunya o País Valencià, habían pedido al gobierno español en sus propuestas para el nuevo plan de contingencia por la crisis energética.
Particulares o empresas interesados en consumir energía renovable pero sin acceso a tejados aptos para la instalación de paneles podrán conectarse en baja tensión a una planta de producción remota.
En el último decreto ley con las medidas anticrisis, el Gobierno destaca que en el campo del autoconsumo se ha ido legislando “con profusión” para evitar el impacto de la subida de la electricidad y avanzar en la descarbonización de la economía. Por ello, para maximizar el aprovechamiento de superficies, se impulsa ahora el autoconsumo a través de la red, incrementando la distancia hasta los 2.000 metros en casos de plantas generadoras fotovoltaicas ubicadas en cubiertas, suelo industrial y estructuras artificiales destinadas a otros usos, como por ejemplo las destinadas a cubrir espacios de aparcamiento u otras.
Con todo, el ministerio que dirige Teresa Ribera aún insiste en que se considera importante ser “prudente” en el aumento de esta distancia con el fin de evitar pérdidas excesivas de energía en la red.
Impulso a las comunidades energéticas locales
La fijación de los 2 kilómetros como distancia máxima para compartir la energía generada en una instalación solar reportará beneficios claros en dos ámbitos concretos: el mundo rural, por la dispersión entre consumidores, y las comunidades energéticas locales (CEL).
Estas comunidades energéticas son una nueva figura promovida desde la Comisión Europea para facilitar que grupos de usuarios de electricidad puedan unirse para convertirse en productores, gestores y usuarios de la energía que ellos mismos producen en una instalación solar de su propiedad. Pueden ser, por ejemplo, una comunidad de vecinos, un grupo de personas residentes en el mismo barrio o empresas de un polígono industrial, aunque no todos ellos tengan acceso a tejados aptos para el autoconsumo. También pueden participar en las CEL las administraciones públicas.
Un ejemplo es la comunidad energética desarrollada en la localidad alicantina de Crevillent por la cooperativa Enercoop, la primera comunidad energética local de Europa, en la que se utilizan 21 espacios públicos municipales para instalar paneles hasta sumar 1 MW de potencia, suficiente para cubrir la mitad de las necesidades energéticas de toda la población.
Hasta ahora, los socios de una CEL no podían estar a más de 500 metros del lugar de instalación de los paneles fotovoltaicos, por lo que la derogación de ese límite y la ampliación a dos kilómetros aumenta las posibilidades de las CEL de captar nuevos socios, ya sea como consumidores de la energía generada, como facilitadores de un espacio para instalar las placas o como financiador a cambio de una rentabilidad.
Capdevila (ERC) celebra la medida
Tras conocer el nuevo cambio en la distancia introducido por el Gobierno, el portavoz de Esquerra (ERC) en la Comisión de Transición Ecológica del Congreso, Joan Capdevila, ha celebrado que otra de las demandas de ERC haya sido atendida, como es que las instalaciones fotovoltaicas para redes de autoconsumo no se limiten solo a los tejados, sino que se incluyan pérgolas fotovoltaicas y algunos espacios antropizados.
En términos de impacto, el diputado asegura que con la nueva regulación "se cuadriplica" la capacidad ciudadana de generar en red de energía limpia y se multiplica la capacidad de ahorro. El diputado de ERC considera que con estas medidas se abre la puerta "de verdad" al autoconsumo en zonas urbanas y asegura que muchos pueblos "podrán compartir el autoconsumo en todo el municipio".
Capdevila considera que ahora toca trabajar para determinar en qué ámbitos rurales 2.000 metros son insuficientes, así como en la regulación de las comunidades energéticas. Además, el diputado ha destacado la "imperiosa necesidad" de desagregar generación de distribución energética "para que la competencia de verdad actúe sobre los precios". Por todo ello, Capdevila cree que queda todavía "mucho trabajo pendiente" para conseguir la reforma "integral" de la Ley del sistema eléctrico.