La ocupación militar rusa en Ucrania ha derivado en una crisis energética europea y mundial por la dependencia del gas ruso que ha hecho disparar los precios. Pero, de rebote, también ha acelerado el uso de las energías renovables, que se multiplicará por cinco en los próximos cinco años, un aumento que equivale a los últimos 20 años. El pronóstico lo ha hecho la Agencia Internacional de la Energía (AIE) en su informe anual sobre renovables publicado este martes.

El crecimiento, de 2.400 gigavatios, equivale a toda la capacidad energética de China, segunda mayor potencia económica mundial, y abre la ventana a alcanzar los objetivos mundiales para limitar el calentamiento global a 1,5 grados centígrados. La producción de energías eólica y solar se ha incrementado no solo con este propósito de sostenibilidad, sino también para reducir la dependencia de los combustibles fósiles importados y sus precios disparados. El crecimiento acelerado de las renovables en los próximos años es un 30% mayor de lo que se preveía hace solo un año y el doble de rápido que en los últimos cinco años, hecho que demuestra cómo los gobiernos se han puesto las pilas con las renovables a raíz de la guerra, según explica el informe.

"Las renovables ya estaban expandiéndose rápidamente, pero la crisis energética global los ha impulsado hasta una nueva fase extraordinaria de crecimiento, más rápido a medida que los países buscan capitalizar sus beneficios de seguridad energética. El mundo está preparado para añadir tanta energía renovable en los próximos 5 años como en los últimos 20", ha dicho al director ejecutivo de AIE, Fatih Birol. "Es un claro ejemplo de cómo la actual crisis energética puede ser un histórico punto de inflexión hacia un modelo de energía más limpia y segura", ha añadido.

Europa es quien más ha acelerado más esta transición, ya que es el territorio más afectado por la dependencia de los combustibles fósiles de Rusia, y tiene que llegar a un 69% de su producción energética en renovables de cara al 2027, por el 55% en términos globales. Ahora bien, los Estados Unidos, China y la India también están liderando la transición energética. El gigante asiático espera tener la mitad de la capacidad mundial de energías renovables que se tiene que implementar en los cinco próximos años, después de la aprobación del 14.º plan quinquenal. Los Estados Unidos, por su parte, ha promovido esta aceleración a través de la ley de reducción de inflación, firmada por el presidente Joe Biden el pasado mes de agosto.

España, hacia el 74% en 2030

En España, el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima prevé alcanzar el 74% de generación eléctrica renovable de cara al año 2030 y el 100% para el 2050. El año pasado, según un informe de Red Eléctrica, en España, el segundo país que más energía eólica y fotovoltaica produce, las renovables consiguieron un 48% de la generación total de energía.

Planta de biofuel en Guanabara, en el Brasil | Fotografía: Europa Press

Con respecto al biofuel, mezcla de materias orgánicas para generar energía, su demanda se tiene que expandir un 22% hasta el 2027 y se espera que los Estados Unidos, Canadá, el Brasil, Indonesia y la India aporten el 80% de la producción mundial. Según el informe, las economías avanzadas aumentarán más rápidamente en su producción de renovables y necesitarán, por lo tanto, nuevas regulaciones, mientras que en los países en vías de desarrollo hacen falta una red de infraestructuras más fuerte y mejores condiciones de financiación con el fin de acelerar la implantación de las renovables, según la agencia.

La transición energética es uno de los compromisos centrales de las conferencias de la Organización de las Naciones Unidas sobre sostenibilidad. El acuerdo más importante alcanzado en la última cumbre de sostenibilidad COP27, celebrada en Egipto el pasado mes de noviembre, es el de crear un fondo común de pérdidas y daños a través del cual los países ricos se comprometen a ayudar a los países pobres en la descarbonización.

Las empresas se comprometieron a trabajar codo con codo con las administraciones públicas por|para la transición energética y reconocieron la oportunidad de negocio que hay detrás. También firmaron un acuerdo de transición energética para la agricultura y 26 países se comprometieron en que el 100% de camiones y autobuses de cara al año 2040 sean de cero emisiones. Entidades ecologistas y muchos científicos críticos, sin embargo, criticaron que la cumbre no suponía cambios relevantes con relación a la situación actual y a la aceleración de la emergencia climática.