Los sectores que forman la Alianza por la Competitividad de la Industria Española han reclamado una "acción decidida" por parte de las autoridades europeas ante el plan de estímulos de Joe Biden en Estados Unidos, enmarcado en la famosa ley de reducción de la inflación (Inflation Reduction Act, IRA) aprobada en agosto de 2022. Una medida que movilizará 437.000 millones de dólares en los próximos 10 años en el país norteamericano, de los cuales 369.000 se concentrarán en un programa de acción climática a través de créditos fiscales y ayudas directas.
En este sentido, la Industria pide a Bruselas mantener la competitividad frente a la puesta en marcha del programa de EE.UU., según ha informado este lunes a través de un comunicado. Los firmantes del manifiesto defienden la necesidad de desarrollar una política industrial propia para la Unión Europea, basada más en el incentivo y no solo en la regulación y la penalización.
La Alianza está constituida por compañías españolas de distintos sectores industriales: Anfac (automoción), AOP (refino), Aspapel (papel), Feique (química y farmacia), FIAB (alimentación y bebidas), Oficemen (cemento), Primigea (materias primas minerales), Sernauto (componentes de automoción) y Unesid (siderurgia).
Además de los incentivos a la inversión, también apuntan a que se deberían impulsar reformas estructurales de las regulaciones industriales, energéticas y en I+D+i de Europa. La solicitud ha surgido como respuesta a los efectos que se prevén que ocasione la implantación del programa de acción climática estadounidense, del que se teme la deslocalización de las inversiones desde Europa hacia el país norteamericano.
Cabe destacar que, con este contexto, la Unión Europea (UE) presentó el pasado 1 de febrero el plan para la nueva estrategia industrial que flexibilizará el acceso a las subvenciones verdes para contrarrestar las medidas de Estados Unidos y China. La estrategia de Bruselas también pasa por utilizar una parte de los fondos de recuperación para financiar exenciones fiscales concedidas a inversiones en tecnologías limpias, entre otras medidas.
Piden precios energéticos más competitivos
Por su parte, la Alianza por la Competitividad de la Industria Española prevé que las medidas llevadas a cabo por el Gobierno de Joe Biden abaraten los precios de la energía notablemente en Estados Unidos, lo que supondría una fuerte amenaza para la competitividad de las empresas españolas.
Es por ello que los representantes de esta alianza industrial española temen que el proyecto genere una fuerte dependencia europea sobre las materias primas de Estados Unidos, como las que ya tiene sobre el petróleo, el gas natural y determinados minerales. Para combatir este desnivel, los sectores industriales de España reclaman a la Unión Europea unos precios energéticos más competitivos, ya que "los consumidores no se están beneficiando de los menores de generación de las tecnologías renovables".
Desde la Alianza también piden que Bruselas lleve a cabo una serie de medidas entre las que se encuentran: revisar el funcionamiento del mercado de derechos de emisión "para limitar la ingente afluencia de especuladores que distorsionan el precio"; impulsar de forma homogénea la captura, almacenamiento y utilización del CO2 como materia prima; apoyar el desarrollo del autoconsumo industrial; garantizar un marco de evolución estable y a largo plazo de tecnologías renovables sustitutivas de los combustibles fósiles (hidrógeno, biometano, gases renovables, ecocombustibles neutros en emisiones); potenciar la explotación de materias primas y minerales críticos y estratégicos para ciertos sectores; promover el liderazgo tecnológico e industrial europeo mediante programas de apoyo a la I+D+i en tecnologías clave para la transición energética y digital y agilizar los procedimientos técnicos y administrativos para la puesta en marcha de plantas industriales.
Más allá de esta batería de medidas, la Alianza reclama una regulación homogénea para toda la Unión Europea. "Si se permite que cada estado miembro habilite su propio marco de incentivos, únicamente provocaremos que en los países con mayor deuda y menor capacidad presupuestaria, como es el caso de España, se incremente el riesgo de desinversión industrial", han destacado.
Por último, los firmantes del comunicado han pedido que el nuevo modelo de ayudas europeo corrija los errores experimentados con los fondos 'Next Generation', incorporando plazos realistas para la ejecución de inversiones, simplificando los procedimientos de participación e incrementando la dotación tanto europea como nacional para evitar que ninguna inversión productiva o tecnológica quede sin ejecutarse.