Las dudas sobre la estabilidad de algunos de los grandes actores empresariales del sector fotovoltaico, como SolarProfit, Holaluz -a través de Clidom o EiDF-, o de otros más pequeños como Umbrella Solar, han provocado una cierta inseguridad entre los usuarios de instalaciones de autoconsumo solar. Los clientes temen quedarse desatendidos, ya sea porque tienen proyectos en estudio, instalaciones en ejecución o padecen ante una posible ausencia de garantías de control y mantenimiento de placas.
Para atajar estas incertidumbres, algunas ingenierías e instaladores de montajes fotovoltaicos se plantean abrir o potenciar sus servicios a clientes terceros. Es decir, ofrecer todas las prestaciones de control, supervisión y garantía de las placas solares y el mantenimiento de los paneles a usuarios de otras compañías. La campaña es, hoy por hoy, reactiva, puesto que las empresas están informando y divulgando sus servicios por diversos canales, pero no actúan de manera proactiva para arrebatarse usuarios entre compañías. Y el pago por los servicios se mueve entre los 12 y los 17 euros mensuales.
La atomización del sector fotovoltaico en España dibuja un escenario con poco más de 200 empresas dedicadas a la ejecución de instalaciones de autoconsumo solar fotovoltaico, según datos de la Unión Española Fotovoltaica (UNEF). Este alto grado de competencia “es sano”, en opinión de Sergio Balcells, cofundador y consejero delegado de Solfy, una de las empresas que siempre ha tenido prestaciones para terceros, “aunque no es nuestra principal actividad”, porque primordialmente se deben a los clientes “de más de 1.000 instalaciones en España”, a los que ha desarrollado las instalaciones con ingeniería propia. Balcells advierte que no a nadie favorece que haya empresas del sector en crisis y que firmas como Solfy “están aquí para ayudar, para que los usuarios entiendan que pueden dirigirse a cualquier compañía del sector para tener cubiertos los servicios que sean necesarios”.
El responsable de Solfy concreta que el sector fotovoltaico es “relativamente incipiente en España porque aún hay pocas instalaciones en marcha, especialmente en residencial”. Por lo tanto, los montajes que están en funcionamiento tienen, en su mayoría, una antigüedad de cuatro o cinco años y “están cubiertos por las garantías de los fabricantes”. Balcells explica que, por normal general, las instalaciones vienen con una garantía de fabricantes de unos 25 años y que su mantenimiento es casi nulo. “Es aconsejable, pero en ningún caso obligatorio, hacer una revisión anual que incluye la limpieza de la superficie de las placas y la revisión del funcionamiento de los componentes eléctricos”, pero admite que actualmente “las averías son casi nulas, por no decir qué inexistentes”.
En cambio, si apercibe a los propietarios de suministros fotovoltaicos que es necesario tener un seguro de cobertura de riesgos externos, por ejemplo tormentas de granizo o eléctricas, ráfagas de viento, desprendimiento de piedras, interrupciones de suministro por causas climatológicas, robos… “Queda claro que las pólizas de seguros de la vivienda no incluyen estas coberturas si el propietario no las declara al formalizar el contrato o no las añade si ya tiene uno anterior a la puesta en marcha del sistema fotovoltaico”, concreta.
El directivo de Solfy, con una previsión de facturación de 6 millones de euros para 2024, valora que este tipo de servicios son más habituales en las compañías han apostado más por una atención más personalizada al cliente que por sobredimensionarse.
En la misma línea, se expresa el consejero delegado de Eltex, Charles Deknudt. A su entender, si es esencial tener un servicio de control, supervisión y mantenimiento. De ahí que esta compañía haya abierto una nueva línea de negocio: un servicio Care Plan para usuarios no-clientes. El servicio incluye una visita a la instalación donde se realiza una revisión y comprobación del funcionamiento y de los elementos más importantes de la misma, una limpieza de placas y, se da un paso más, para realizar un estudio energético, sobre la base de los consumos del último año, con una propuesta de mejora en hábitos de consumo para rentabilizar aún más las instalaciones.
“La ausencia de limpieza, reparación y revisión de las placas fotovoltaicas está provocando pérdidas de energía de hasta el 12%”, comenta Charles Deknudt. Pero lo preocupante es, según comenta, que “ante una caída generalizada del sector, debemos ser capaces de mantener la apuesta por el autoconsumo, dar a conocer la importancia de este mantenimiento de las placas y dar la tranquilidad necesaria a los usuarios que ya han realizado este tipo de instalaciones para que confíen en que su apuesta ha merecido la pena”.
Para realizar estas labores, Eltex tiene una plantilla de 30 instaladores y otros 50 empleados en la red de comercialización. La compañía gestiona unas 1.200 instalaciones, el 80% de las cuales se ubican en Catalunya y el 20% restante en Baleares. Para este año, con un plan de expansión en Madrid y Valencia, Eltex prevé doblar los 6 millones de facturación obtenidos en 2023.
En las oficinas de la compañía SotySolar sí están llegando peticiones de clientes de otras compañías que quieren contratar servicios de mantenimiento y asesoramiento. "Nos hemos encontrado con un volumen de peticiones significativo", manifiesta Montse Lavilla, su directora de márquetin. La empresa, una empresa que se inició como start-up en Asturias en 2016, ocupa 150 personas y tienen unas 10.000 instalaciones entre España y Portugal, donde se instaló hace menos de un año. Además, desde el pasado mes de marzo, SotySolar financia sin intermediarios sus productos y, con ello, las instalaciones de sus clientes en viviendas unifamiliares a través de un nuevo modelo de SuscripciónSolar mediante planes de financiación flexibles.
En el tema de los servicios de mantenimiento, SotySolar mantiene para los nuevos clientes la oferta que ya tenía para los usuarios de las instalaciones que han montado. Se concreta en tres modalidades. Incluyen desde la monitorización 24/7 de la instalación para detectar posibles fallos, el mantenimiento correctivo y el producto que está en garantía hasta un mantenimiento preventivo que incluye una visita anual y garantía de la producción.
En diciembre de 2023, SotySolar dio entrada al fondo de inversión paneuropeo Marguerite con una ampliación de capital para apoyar el crecimiento y desarrollo de la compañía.
El freno al autoconsumo
En 2023, la energía solar en España contaba con más de 815 empresas -unas 200 empresas dedicadas a la ejecución de instalaciones de autoconsumo solar fotovoltaico-, según los datos de la Unión Española Fotovoltaica (UNEF). El pasado año, se instalaron 1.706 MW de nueva potencia instalada de energía solar en instalaciones de autoconsumo. Por segmentos, el autoconsumo industrial fue el que más creció, con una nueva potencia instalada de 1.020 MW (un -13% respecto a 2022), seguido del sector residencial con 372 MW (un -54% respecto a 2022).
Por su parte, el comercial registró una nueva potencia instalada de 291 MW (un -42% respecto a 2022) y finalmente, del aislado con 23 MW (un -8% respecto a 2022). Estos datos suponen una caída de la tasa de crecimiento del 32% respecto a 2022 y un aumento de 42% respecto a 2021.
En total, las instalaciones fotovoltaicas de autoconsumo cubren ya el 3% de la demanda eléctrica nacional, según el último informe de la asociación APPA Renovables. Así, en 2023, más de 480.000 instalaciones (410.000 residenciales y 70.000 industriales) se beneficiaban del autoconsumo. La asociación ya alertó que el pasado año, tras cuatro años de fuertes crecimientos de la potencia anual instalada, se produjo la primera contracción en el ritmo instalador del autoconsumo. Un freno que todos los indicadores muestran que se mantiene en el primer trimestre de 2024.
El precio de la luz, las ayudas y el coste
Una de las causas del descenso en la demanda de instalación de autoconsumo en España es la caída de los precios de la luz -que llegaron a máximos históricos en 2022, aunque el control de precios del Gobierno hizo descender-. Con precios más asequibles, a los particulares no les sale a cuenta realizar el esfuerzo económico de invertir en fotovoltaica, según Josep Bertrán, profesor de finanzas de EAE. Advierte, no obstante, que, en cambio, el número de empresas dedicadas a este sector sí ha crecido.
En este sentido, el consejero delegado de Solfy, Sergi Balcells, insiste en que los particulares deben tener en cuenta que en tan solo un año el coste de un suministro fotovoltaico casi se ha reducido a la mitad. “Si hace un año una instalación estándar para una familia, es decir, de unos ocho paneles solares con una potencia instalada de 4kW, valía unos 8.000 euros, ahora se puede tener por tan solo unos 5.500 euros”.
Para el profesor Bertrán, hay otros motivos para la crisis del sector como es la finalización de las ayudas provenientes de los fondos europeos Next Generation o que instalar placas es fácil para viviendas con un único propietario, pero en los tejados de los inmuebles de pisos es complejo porque las comunidades de vecinos necesitan la aprobación del 100% de los vecinos. También existe un tema de subvenciones, que no han llegado a sus solicitantes. “Con la deuda pública española y el déficit, es posible que no se puedan ampliar las subvenciones como se quisiera para ampliar aún más la cartera de fotovoltaica en autoconsumo”, alerta Bertrán.