Las temperaturas extremas van calando cada vez más en España y convivir con la ola de calor en verano dentro de las viviendas es una batalla que muchos inquilinos no están dispuestos a lidiar. La tendencia es a buscar ubicaciones menos cálidas o viviendas más bien equipadas. Así, cuatro de cada 10 inquilinos (38%) consideran la idea de cambiar de domicilio por motivos climáticos, en el conjunto de España. Entre ellos hay diversas preferencias: el 15% quiere trasladarse a un lugar con temperaturas más frías, el 14% optaría sencillamente por unas condiciones más suaves y el 10% busca un lugar más cálido. En cualquier caso, no disponer de un aceptable nivel de ingresos limita la intención de llevar a cabo una mudanza.
También hay otros aspectos determinantes, como el lugar de residencia, muy aparejado con el clima de la península. De ahí que sean los habitantes de la Comunidad de Madrid quienes presentan más intención de cambio de vivienda debido al clima, especialmente debido a las altas temperaturas del verano, según el último análisis de Fotocasa Research.
Así, en Madrid, el pasado año, se planteaban cambiar de residencia por cuestiones climáticas el 42% de los demandantes de vivienda y es un cambio bastante importante respecto a 2022, cuando el porcentaje era del 30%. El objetivo principal de los potenciales migrantes es marcharse a un lugar con un clima más frío (17%, frente al 9% de 2022) o más suave (13%). En Catalunya y la Comunidad Valenciana, el porcentaje de los que se plantean esta migración climática es del 31%, en ambos casos.
Por detrás de Madrid se sitúa Andalucía (32%), aunque a una gran distancia (diez puntos porcentuales menos). En esta comunidad también se ha producido un incremento significativo del número de demandantes que ahora contemplan cambiar de domicilio en busca de otras temperaturas, dado que en 2022 este porcentaje era del 27%. En este caso también predominan los que anhelan vivir en un lugar con temperaturas más suaves (13%) o frías (12%). De nuevo percibimos, por lo tanto, las consecuencias de las olas de calor y la subida general del termómetro a lo largo de los meses anteriores.
Ser propietario o la renta cambia la visión
En muchos casos, el coste económico que supone hacer frente a veranos muy calurosos e inviernos muy fríos utilizando sistemas de aire acondicionado y calefacción durante varios meses al año también es un motivo esencial a la hora de decidir mudarse de vivienda o trasladarse a otra ciudad. Tener capacidad económica para abordar las mejoras que requiere una casa o un piso o ser propietario de la misma, es otro de los aspectos que modifican las preferencias.
El citado estudio evidencia que el porcentaje de los demandantes de vivienda en propiedad que tienen en mente un cambio por motivos climáticos se queda en el 28%, aunque también experimenta un incremento sobre 2022, cuando era del 25%. En este caso, los compradores que desean esta mudanza también elegirían de manera mayoritaria como nuevo destino un sitio con temperaturas más suaves (11%) o un clima más frío (10%).
Más hombres que mujeres
Respecto al demandante que se quiere cambiar de vivienda debido al clima, destaca que en general es un perfil algo más masculinizado (el 53% son hombres), mientras que entre quienes no se lo plantean las mujeres representan a seis de cada diez (61%). En lo que se refiere a las diferencias por clase social, se aprecia un mayor peso de las clases altas o de nivel medio-alto, que en conjunto suman un 48%.
Otro de los rasgos empleados para llevar a cabo este retrato medio es el de los ingresos que perciben los particulares encuestados. De este modo, se observa que el tramo con mayor porcentaje de quienes desean cambiar de domicilio en busca de temperaturas más deseadas lo protagonizan las personas que perciben entre 1.001 y 1.500 euros al mes, que alcanzan un 16%. También, por el contrario, es ese mismo tramo el que más particulares reúne entre los que no se proponen mudar su residencia por esta cuestión (13%). Les siguen, en ambos sentidos, los que ingresan al mes entre 1.501 y 2.000 euros, con un 13% y un 12%, respectivamente.