Cada año se desperdician 931 millones de toneladas de alimentos en todo el mundo. 13,18 millones de hogares siguen tirando comida a la basura, en España cuatro de cada diez personas que consumen fuera del hogar malbaratan alimentos y este desperdicio causa el 10% de los gases de efecto invernadero, según la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Con todos estos datos nació Phenix, una compañía fundada en 2014 en Francia perteneciente al movimiento Tech For Good (promover la tecnología para hacer el bien común).
La scale-up (start-up que ha crecido en los últimos tres años un 20% o más en empleados o facturación) decidió buscar soluciones tecnológicas y humanas para acabar con estas pérdidas y en prácticamente una década ha demostrado que es posible ser rentable y tener impacto positivo en el medioambiente, la sociedad y en la economía. En este sentido, desde la firma son expertos en la gestión e intermediación de las donaciones de alimentos, consiguiendo que las empresas valoricen hasta el 80% de su excedente.
135.000 raciones de comida donadas en España
Con presencia en Francia, Portugal, Italia, Bélgica y también Hong Kong, en España aterrizó durante el pandémico 2020. Hasta el momento lleva más de 135.000 raciones de comida donadas en el país, lo que equivale a más de 65 toneladas de alimentos salvados, cuyo valor asciende a 335.000 euros. En Catalunya, la firma ha gestionado cerca de 44.000 donaciones de excedente alimentario de empresas como Naturitas o Zyrcular Foods, en las que ha salvado 30.000 raciones de comida que han sido repartidas en asociaciones benéficas y en total ha evitado 14 toneladas de residuos, además de 66 toneladas de Co2. “Hay mucha gente a la que le cuesta llegar a final de mes y que están a la cola del hambre. Vimos que podíamos hacer algo para ellos, así que decidimos emprender este proyecto”, apunta Jean-Baptiste Boubault, director general de Phenix España, a ON ECONOMIA.
"Donar es más barato que destruir"
El principal objetivo del negocio francés es ayudar a las empresas del sector alimentario a alinearse con el proyecto de Ley de prevención de las pérdidas y el desperdicio alimentario. Esta normativa establece que todos los agentes de la cadena alimentaria tienen la obligación de disponer de un plan de prevención de las pérdidas y el desperdicio, siendo la prioridad máxima a la donación de alimentos destinada al consumo humano. “Donar es un 18,75% más barato que destruir, pero muchas empresas no tienen este tipo de información y siguen viendo la donación como un acto puntual, social y no como una forma de gestionar el excedente de comida", indican desde la empresa.
La compañía, que está presente en varios países, cuenta con prácticamente 200 trabajadores, esperan cerrar el 2022 con 15 millones de facturación en Francia y alcanzar los 20 millones de ventas este 2023. “En España es complicado hacer previsiones, queremos tener más clientes, que nos enseñen el camino. Estamos empezando a colaborar con una cadena de supermercados de origen francés y con todo queremos pisar el acelerador en el país”, apunta Boubault.
Ronda de 15 millones
Desde que nacieron hasta ahora han invertido 37 millones de euros, el negocio está llegando al punto de equilibrio y está certificado como B-Corporation, un movimiento que agrupa a compañías que están construyendo una economía más inclusiva y sostenible para todas las personas y el planeta.
“Desperdiciar alimentos es una cuestión económica, medioambiental y ética. Nos encontramos ante una emergencia climática sin precedentes, y una inseguridad alimentaria cuyas consecuencias las estamos viendo en todos los continentes. Cambiar esta situación debe convertirse en una de las prioridades de los gobiernos, ciudadanos, consumidores y empresarios. No obstante, estamos muy orgullosos porque en Catalunya estamos teniendo una respuesta muy positiva de las firmas del sector alimentario a la hora de donar sus excedentes que rentabilizan y reducen sus pérdidas”, señala el emprendedor.
A mediados de octubre de 2022, Phenix cerró una ronda de financiación de 15 millones de euros. Con la inyección de capital, el objetivo de la scale-up es consolidar el negocio en Europa y seguir apostando para que los profesionales del sector cumplan con el desperdicio cero de alimentos. Además, espera alcanzar 10 millones de descargas en su aplicación móvil contra el desperdicio de alimentos y salvar mil millones de comidas para el año que viene, cuando la compañía cumpla una década.
Finalmente, Phenix sueña con entrar pronto a la familia de "unicornios de impacto", que significa que es un negocio valorado en más de 1.000 millones de dólares y con impacto positivo para la sociedad y el medio ambiente.