En España quedan activas cinco centrales nucleares, dos de las cuales tienen dos reactores cada una, o sea que hay un total de 7 reactores. La de Almaraz, en Cáceres, tiene que ser la primera a cerrar el próximo 2027 y es la que ha vuelto a encender el debate sobre el alargamiento de la vida tanto allí como en el resto de centrales. Iberdrola y Endesa han posicionado a favor de alargar el ciclo de vida y rebajar las tasas y argumentan que los precios de la electricidad subirán si hay apagón. ¿Pero qué empresas controlan cada central nuclear y cómo se las reparten?
Los reactores de Ascó I, Ascó II y Vandellòs II son propiedad de la Asociación Nuclear Ascó-Vandellòs II (ANAV), en la cual confluyen todas las energéticas propietarias en Catalunya. Pero cada uno de los reactores tiene un reparto diferente de propietarios.
Ascó I, que empezó a operar el año 1984 y genera 1.032 MW, es propiedad al 100% de Endesa, que es la accionista mayoritaria de la nuclear catalana. Es la primera de las tres que tiene que cerrar, el año 2030.
Ascó II también es mayoritariamente de Endesa, en un 85%, pero el 15% restante es de Iberdrola. Se trata de una central de 1.027 MW que empezó a operar el año 1986 y tiene que ser la segunda a cerrar el año 2032.
Quedará entonces por aquellas fechas solo una central nuclear en Catalunya, Vandellòs II, de la cual Endesa tiene un 72% e Iberdrola un 28%. Es la más potente, con 1.087 MW y tiene que cerrar el año 2035 después de empezar a operar el año 1988.
Almaraz I y II, las primeras que tienen que cerrar de cara a 2027, son propiedad de la entidad Centrales Nucleares Almaraz-Trillo, pero las empresas se reparten de idéntica manera la propiedad de las centrales. A cada una de ellas (la I con 1.049 MW, la II con 1.044), Iberdrola tiene un 52,7%, Endesa un 36% y Naturgy un 11%.
La central de Trillo, en Guadalajara, forma parte del mismo conglomerado, y su cierre está previsto para el 2035. Empezó a operar el año 1988, cuenta con 1.066 MW y es propiedad de Iberdrola en un 49%, de Naturgy en un 34,5%, de Edp en un 15,5% y de Endesa en un 1%.
Cofrentes, en València, tiene 1.092 MW y empezó a operar el año 1985. Su cierre está previsto para el año 2030 y es propiedad al 100% de Iberdrola.
Mientras que los defensores de la energía nuclear alertan de que cuando desaparezca del mix eléctrico los precios de la luz subirán y puede haber problemas de suministrament por la elevada dependencia de las renovables y del gas, los opositores aseguran que eso no pasará y alertan del elevado coste de tratar los residuos nucleares. Las centrales, que han revisado y mejorado los protocolos de seguridad, están habilitadas para alargar su vida, como ha sucedido a otros países y pasará en Bélgica, que ha aprobado recientemente el alargamiento.