Uno de los grandes problemas de sostenibilidad que plantean las energías renovables es qué pasa con los materiales que forman las placas solares y las palas eólicas una vez acaban su vida útil. La economía circular podría tener la solución aparte de esta problemática y la empresa Prezero se ha unido a Endesa para crear la primera planta de reciclaje de palas eólicas en España y la Península Ibérica, gestionada por la sociedad que las une, que se llamará Grineo. El centro, que ya fue anunciado hace un año, se localizará en Cubillos de Sil, municipio de León.
La descomposición de la fibra servirá para dar nueva vida útil a los componentes. La instalación, que cuenta con el reconocimiento del programa marco Horizonte Europa de la Unión Europea, que financia la investigación e innovación, forma parte del proyecto Blades2build en el que participan 14 empresas y centros de investigación de Europa. El emplazamiento, además, coincide con la central térmica de Compostilla, actualmente en descomposición, y que vivirá un segundo uso gracias al Plan Futur-e de la energética. "El objetivo de Endesa es desarrollar proyectos en las zonas de transición justa que tengan duración en el tiempo, como ya lo hizo en su día con instalaciones de generación térmica", ha explicado la compañía en un comunicado.
La planta dará trabajo a 30 personas y reciclará 2.000 palas eólicas al año, o sea unas 6.000 toneladas anuales de composite de fibra de vidrio. Las materias primas secundarias podrán ser utilizadas en sectores como el de la automoción, la construcción o el cerámico. Al final de la presente década, 22.950 megavatios de los 27.446 instalados en España tendrán ya 25 años de vida, ha recordado Endesa. Iberdrola cuenta, de la mano de FCC, con otro proyecto de reciclaje de palas que prevé estar en funcionamiento en 2025 en la localidad navarra de Cortes.