Tras un mes de la puesta en marcha del primer horno eléctrico del mundo para cerámica sanitaria en la fábrica de Gmunden (Austria), el fabricante Roca Group invertirá en cinco nuevos hornos eléctricos en Europa, en los dos próximos años, dentro del plan global que ha de conducirlo a las cero emisiones en 2045. El proyecto incluye la instalación en tres centros de producción europeos -aún por concretar- y otros dos en las plantas españolas de Gavà (Barcelona) y Burgos (Cerámicas Gala). No obstante, la ejecución en Gala y en Gavà está vinculada a la concesión de las ayudas del PERTE de descarbonización, del cual el Gobierno español ha abierto la convocatoria hace pocas semanas, de manera que su inicio queda postergado a 2025. Además, la instalación de Gavà está incluida en la construcción del nuevo complejo industrial Espai Roca que proyecta Roca Group para modernizar sus instalaciones y "ahora mismo está supeditada a la tramitación de los permisos administrativos, de manera que no tiene fecha de ejecución", ha admitido el consejero delegado del grupo, Albert Magrans.
El directivo ha anunciado la inversión y ha concretado que la compañía destinará 26 millones, en 2024, a diversas acciones en materia de sostenibilidad, entre las cuales la construcción de tres hornos eléctricos. "Los recursos que se precisan para la proyección, instalación y puesta en marcha de un horno eléctrico son variables porque dependen de la capacidad del mismo y de las características del centro de producción que se elija, pero vamos a ser muy rápidos", ha asegurado Magrans, aunque no se ha aventurado a comunicar las ubicaciones exactas. Como referencia, ha explicado que el nuevo horno de Gmunden para la producción de la marca de cerámica sanitaria Laufen -que es una de las 30 marcas que produce y comercializa Roca en el mundo- ha tenido un coste global de 10 millones de euros, repartidos a partes iguales entre la construcción de una nueva nave industrial y el horno eléctrico. El consejero delegado ha desestimado que la descarbonización de las fábricas tenga que ir aparejada a la eliminación de puestos de trabajo y ha hecho referencia al reciente ajuste de plantilla que se ha realizado en Gavà, dentro de un plan de prejubilaciones pactado con los sindicatos.
Para el desarrollo de la tecnología, Roca Group se apoya en la compañía austríaca Keramischer Ofenbau, fabricante especializado en hornos y del cual la empresa catalana adquirió un 66% del capital, a través del fondo Roca Group Ventures. "Ello no quita que, para Ofenbau, Roca es un cliente más", ha asegurado el director general de esta firma, Axel Kraser, quien ha asegurado que la tecnología está a disposición de cualquier fabricante de cerámica sanitaria y que servirá también para otras áreas de actividad en el sector cerámico, como puede ser la producción de menaje del hogar.
En los últimos tres años, el grupo Roca ha destinado 50 millones de euros, que incluyen el coste del nuevo horno, para reducir su impacto medioambiental, teniendo en cuenta que el sector cerámico es intensivo en emisiones de C02. En sus planes está la sustitución de los hornos de combustible fósil -gas natural- que tiene en funcionamiento en las 34 plantas de producción de porcelana que tiene repartidas por el mundo. El director de sostenibilidad del grupo -una compañía que resta en manos de la familia Roca, fundadores-, Carles Velázquez ha explicado que trabajan también en otras tecnológicas y combustibles alternativos como el hidrógeno verde, "pero ahora mismo es una alternativa más cara y faltada de la infraestructura necesaria para usarla, pero la tenemos en cuenta a futuro y, de hecho, estamos testeándola".
2023, un ejercicio 'desafiante'
Con 79 centros de producción y una plantilla de más de 21.000 empleados, Roca Group ha experimentado un "desafiante" y "difícil" año 2023, por la situación política de China, donde Roca tiene un volumen importante de negocio, y la inflación. El consejero delegado, Albert Magrans, se ha mostrado "satisfecho" por el desarrollo del negocio en el último ejercicio -cuyas cifras aún no han trascendido-, porque ampliaron cuota de mercado e incrementaron las inversiones globales respecto a los 135 millones de 2022. Magrans auguró un "mejor año" para las cuentas de 2024. El ejercicio de 2022 fue una anualidad complicada para el fabricante de productos de baño. Las ventas de la marca se estancaron en los 2.092 millones -un 1,9% más sobre los 2.053 millones de 2021-, en parte a causa del impacto del cierre de sus negocios en Rusia -a raíz de la declaración de guerra con Ucraina- que tuvo un impacto negativo de 40 millones en el negocio global.