La petrolera saudí Aramco lidera las inversiones de las empresas de combustibles fósiles en patrocinios deportivos, denominadas 'sportwashing' por el informe crítico del Think Thank New Weather Institute, que superan los 5.000 millones de euros sumando las aportaciones de los líderes mundiales del sector en un total de 205 contratos vigentes. El estudio 'Dinero sucio: cómo los patrocinadores de combustibles fósiles contaminan el deporte', repasa los detalles a pocos días de una Cumbre del Futuro de la ONU en que se espera que el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, pida a los anunciantes que dejen de colaborar con empresas de combustibles fósiles. 

El estudio de New Weather estima que Aramco invierte alrededor de 1.300 millones de dólares (1.167 millones de euros) en publicidad deportiva, casi el doble que el segundo que más gasta, la británica Ineos, que gasta 776 millones de dólares, 696 millones de euros. Completan la lista Shell (con 469 millones de dólares, 421 millones de euros) y Total Energies, que emplea 327 millones de dólares, o lo que es lo mismo, 293,5 millones de euros. 

El informe se muestra contundente al señalar que los combustibles fósiles son, según estudios científicos, responsables del 90% de las emisiones de dióxido de carbono, al tiempo que el coste de luchar contra la crisis climática estimada por la ONU será de 300.000 millones de dólares (269.000 millones de euros) de cara a 2030. 

Las inversiones del Golfo 

Según el Sovereign Wealth Fund Institute, citado por el estudio, 4.100 millones de euros han sido invertidos por estados del Golfo Pérsico, rico en petróleo y con potencias económicas basadas en los combustibles fósiles. El Fondo Público Saudí (PIF) gastó 1.600 millones de euros en crear la LIV Golf, circuito de golf profesional con mayores retribuciones que el PGA Tour. Qatar, por su parte, se gastó 200.000 millones de dólares (180.000 millones de euros) en el Mundial de 2022. 

El informe apunta que "existen otros elementos que ocultan la verdadera magnitud del patrocinio de los combustibles fósiles en el deporte". "La mayoría de los acuerdos carecen de transparencia en cuanto a las cantidades exactas involucradas, la duración y las condiciones asociadas. La información disponible tampoco capta la gama completa de donaciones, pagos en especie y contraprestaciones que, en determinadas circunstancias, pueden surgir del poder blando devengado de dichas asociaciones".

Sobre un negocio total de 471.000 millones de dólares (423.000 millones de euros), que sería lo que mueve el mundo del deporte, los espónsores del petróleo supondrían más de un 1% sobre el total del negocio, que se espera que ascienda 611.000 millones de euros de cara a 2028. Si nos fijamos solo en la facturación de los espónsores deportivos, los 5.000 millones de euros de las grandes petroleras suponen más del 5% de los 94.000 millones de euros que facturan estos patrocinios. 

Fútbol y motorsports, a la cabeza

El estudio hace un recuento de los deportes con mayores contratos de publicidad vigente con empresas petroleras y lidera el fútbol, con un mínimo de 58 contratos, por encima de deportes de motor o motorsports (Fórmula 1 y motociclismo), con 39, el rugby, con 17 y el golf, con 15. Los deportes de motor, eso sí, tienen contratos más cuantiosos, ya que suman en total 1.800 millones de euros en patrocinios. 

El estudio enmarca la importancia de estos patrocinios, más allá del efecto probado del petróleo en la crisis climática y del reciente acuerdo climático firmado justamente en la COP-28 de Emiratos Árabes para el paulatino final del uso del os combustibles fósiles, en el hecho de que el calor extremo también dificulta la práctica deportiva y que de hecho 11 jugadores de fútbol americano han muerto por golpes de calor entre 2018 y 2022. "Uno de nosotros morirá un día", llegó a decir el tenista Daniel Medvedev durante el US Open. 

"Cuando se calcula la huella de emisiones del deporte, se omite habitualmente el efecto añadido de la promoción y la aprobación de productos campeones en contaminación y en estilos de vida de elevadas emisiones de carbono", apunta el informe, que pone como ejemplo a Air France, patrocinadora de los Juegos de París que, por cada euro invertido en patrocinio, generaría 38,2 kg de CO2, según otro estudio citado. 

El informe cuenta también casos concretos de futbolistas como Messi, que recibió 25 millones de euros para promover su campaña Visite Arabia Saudita, que si bien no es un patrocinio directamente asociado a la petrolera sí que lo es a una economía estrechamente vinculada al petróleo. Lo mismo sucedería con Cristiano Ronaldo, que juega para un club saudí, el Al Nassr, que le paga 180 millones de euros al año (dinero, el de estos sueldos, no incluido en el estudio sobre patrocinios). 

"Matan el futuro del deporte" 

“Las compañías petroleras que están retrasando la acción climática y echando más leña al fuego del calentamiento global, están utilizando la vieja guía de las grandes tabaqueras e intentando hacerse pasar por patrocinadores del deporte. Pero la contaminación atmosférica provocada por los combustibles fósiles y las condiciones meteorológicas extremas de un mundo que se calienta amenazan el futuro mismo de los atletas, los aficionados y los acontecimientos deportivos, desde los Juegos Olímpicos de Invierno hasta los Mundiales de Fútbol. Si el deporte quiere tener futuro, tiene que limpiarse del dinero sucio de los grandes contaminadores y dejar de promover su propia destrucción”, ha aseverado Andrew Simms codirector del New Weather Institute. 

Hasta 7 deportistas, como el exfutbolista australiano Craig Foster, la campeona olímpica de remo Imogen Grant o el también campeón olímpico, en su caso de lanzamiento de disco, Samuel Mattis, se han sumado al informe con críticas a estos patrocinios. "Es vergonzoso que el fútbol sea el deporte con más contratos procedentes de la industria fósil. Es una paradoja que esas empresas gasten miles de millones de dólares en esponsorizar al deporte mientras matan el futuro del deporte y de los jugadores jóvenes con la crisis climática. Debemos difundir el mensaje a través del fútbol de que el futuro es libre de petróleo y de gas", ha dicho uno de los más duros, Morten Thorsby, futbolista noruego del Genoa italiano de la Serie A. 

La organización se muestra además crítica con el hecho de que competiciones como la Fórmula 1 prohibieran las declaraciones políticas después de que el piloto Lewis Hamilton criticara la situación de los derechos humanos en Arabia Saudí.