El CEO de Moeve (la nueva Cepsa) Marteen Wetselaar, ha alertado esta mañana que la burocracia europea "retrasa la transición energética". Y como ejemplo ha puesto la dificultad de la empresa para instalar cargadores de coches eléctricos. "En dos años solo hemos instalado 400 y tardamos 8 meses para un cargador que tarda 2 semanas en estar operativo", ha dicho durante su intervención en el simposio anual sobre sostenibilidad de Funseam en Barcelona. 

"El riesgo para la transición energética no es Trump, es la tramitación administrativa de permisos en Europa", ha dicho Wetselaar. "Ahora que voy a necesitar permisos para fábricas de hidrógeno y a la administración no les gustan las cosas nuevas, va a costar", ha dicho. 

La Fundación para la Sostenibilidad Energética y Ambiental (Funseam) ha celebrado la edición número 13 de su simposio con Europa como foco temático en la sede de Foment en Barcelona. El presidente de Foment, Josep Sánchez Llibre, ha inaugurado la sesión poniendo en valor la antigüedad de la patronal catalana, "la más antigua de Europa" y ha pedido que se alargue el ciclo de vida de las nucleares en Catalunya. 

El presidente de Enagás, Antonio Llardén, ha asegurado que "la descarbonización tiene la clave" del futuro europeo. "Europa tiene que apostar por su autonomía estratégico para obtener soberanía industrial", ha dicho. 

Por su parte, el presidente ejecutivo de Naturgy y presidente del Club Español de la Energía, Francisco Reynés, ha pedido una "máxima visibilidad regulatoria" para poder atraer capital hacia las inversiones en transición energética, así como una "rentabilidad razonable". 

El exprimer ministro italiano e investigador autor de uno de los informes más importantes de la Unión Europea, Enrico Letta, ha puesto el foco en la necesidad de financiar el Green Deal europeo para garantizar la transición energética y la competitividad industrial frente a unos Estados Unidos proteccionistas. 

"Estados Unidos actúa así porque es fuerte e independiente desde el punto de vista energético", ha dicho Letta, que ha reclamado adoptar esa fortaleza desde Europa. 

El coste de la transición energética, ha dicho Letta, está entre los 615.000 y los 800.000 millones de euros al año, con el riesgo de no encontrar una vía para financiarlos, ya que "estamos en los dos últimos años de los Fondos Next Generation". "Tras los fondos, volvemos a la normalidad de presupuestos de la Unión Europea y eso puede poner en riesgo a los países del sur de Europa", ha dicho. 

Letta ha vuelto a reclamar un mercado único de capitales y energético y ha lamentado la falta de consenso al respecto entre los países europeos del sur, que están a favor de nuevos fondos de cohesión, y los países del Este y del Norte, que están en contra. 

Además, Letta ha pedido mayor integración de empresas y mercados para contrarrestar el hecho de que "300.000 millones de euros de ahorros europeos se van cada año a los mercados estadounidenses". "El Nasdaq es el doble mayor que los 20 mercados europeos unidos", ha lamentado Letta.