Trabajaban creando soluciones para la extinción de incendios y decidieron emprender por su propio pie. En julio de 2022, Juan Carlos Marín y Antonio Fernández pusieron en marcha una start-up que inspecciona y vigila infraestructuras mediante drones adecuándose a las normas establecidas a través de un hardware y un software propios y, prácticamente dos años después, la compañía busca 450.000 euros para crecer. 

Ahyres ofrece soluciones en el campo de los sistemas aéreos no tripulados (UAS) para fabricantes y operadores tanto a nivel de hardware (diseñando electrónica, aviónica, comunicaciones) como a nivel de software para el control, navegación y sensores de UAS. Recientemente, han abierto una ronda de financiación que prevén cerrar a finales del año para posicionarse como referente tecnológico tanto en España como en Europa, para más tarde poder dar el salto a Estados Unidos y Latinoamérica. La firma desarrolla vehículos aéreos de menos de 25 kilogramos y totalmente eléctricos y, para simplificar al máximo las operaciones, sus sistemas incorporan tecnología de navegación autónoma y sensores de proximidad. "Desarrollamos una aplicación que permite gestionar colaborativamente diferentes tipos de plataformas o de drones, tanto terrestres, marítimos como aéreos, que permiten llevar a cabo operaciones de enjambre", apunta. 

Creación de un helicóptero híbrido

Más allá de cerrar la ronda de inversión, para este año la compañía tiene previsto crear un helicóptero híbrido con una autonomía de hasta 20 kilómetros con el objetivo de aumentar el nivel de automatización de los drones actuales e incrementar la autonomía de los sistemas de propulsión eléctrica. "Esperamos cerrar acuerdos que nos permitan desarrollar este helicóptero a través de entidades nacionales, tanto en la hibridación como en la certificación y ensayo de estos sistemas", confirma. A corto plazo, desde Ahyres también confían en escalar la solución a otros problemas como la vigilancia y la seguridad, la gestión ambiental o la logística de última milla. "Los sectores de defensa y civil llevan años utilizando esta herramienta y lo que buscamos ahora es entrar en otros mercados". 

Regulación

El uso de estos dispositivos para la inspección de infraestructuras se encuentra con múltiples dificultades por la normativa actual, pero ambos emprendedores comentan que el negocio va dirigido al mercado energético con una propuesta de valor que ofrece una reducción del tiempo y de los costes por kilómetro en la inspección de infraestructuras. "La gestión del espacio aéreo es una gestión compleja, requiere de coordinación por parte de muchas entidades y el tema regulador es un poco peliagudo", incide Marin, pero agrega que hace una década España apostó mucho a nivel aeronáutico y, aunque se restringió el uso de que cualquier persona pudiera utilizar un dron al uso, permitió que se crearan empresas especializadas. "Fuimos pioneros en la generación de este tipo de negocios y ahora queremos crecer y focalizarnos en el sector energético". 

Ahyres, con 8 empleados, cuenta con un modelo B2B (business to business) dirigido al mercado energético y los potenciales clientes son empresas que dan servicio a los grandes distribuidores energéticos como Iberdrola, Naturgy o Enagas. Sobre cómo empezaron, dentro del campo de drones se dieron cuenta de que había aumentado la demanda de inspección para la infraestructura energética en general, pero que su desarrollo era poco tecnológico. "Sabíamos que los drones eran herramientas eficaces porque permiten digitalizar toda la red eléctrica y nos pusimos a investigar", señala. De hecho, confirma que no solo automatizan las operaciones con drones, sino que también ahorran costes. 

La firma nació de la mano de Aptenisa, que les puso en contacto no solo con el mercado, sino también con profesionales del sector. Hace unas semanas entró en el programa de Eria, el corporate venturing para acelerar start-ups del grupo energético Estabanell. Con un presupuesto de 600.000 euros para este 2024, el programa gira en torno a dos grandes ejes: poner en contacto a la compañía con el ecosistema emprendedor e incorporar productos, servicios y tecnologías para mejorar y hacer más eficientes los servicios que ofrece a sus clientes y Ahyres fue una de las start-ups seleccionadas.