Tropicfeel es una empresa fundada en Barcelona, enfocada a un target joven y viajero, pero que no acaba de cuajar en el mercado español. Esto es lo que explica su fundador, Alberto Espinós que, a la hora de defender su empresa, una start-up que comercializa prendas de vestir para los viajeros, asegura que el público americano es el que más apuesta por ellos. De hecho, gran parte de las ventas de la compañía son de mercados extranjeros, especialmente Estados Unidos, que se lleva el 30% de su cifra de negocio anual. ¿El motivo? “Realmente lo desconozco, pero nosotros seguiremos haciendo nuestro trabajo como hasta ahora”, indica Espinós en una entrevista para ON ECONOMIA.
A principios de noviembre, la start-up subió la persiana de su primera tienda física en Barcelona. “Es un formato pop-up store que estará abierto al público hasta finales de abril”, señala el CEO de Tropicfeel, quien describe que el local, ubicado en el número 28 de la calle Portaferrissa de la capital catalana, cuenta con 60 metros cuadrados de superficie. “Es nuestro primer punto a pie de calle, pero tenemos pensado ir a otros sitios”. Los objetivos de la marca pasan por abrir en las capitales de países donde la demanda es más elevada y seguir pisando el acelerador en el canal online. "Al final, Tropicfeel nace para impulsar un movimiento global que contribuya a viajar de forma sostenible y responsable, con productos hechos y creados específicamente para conocer mundo", afirma el emprendedor.
¿Cuál crees que es el éxito de la marca? Más allá de los artículos para viajeros, Espinós tiene claro que los drops (lanzamiento muy limitado y acotado en el tiempo de una prenda o una colección) son la clave. "Somos fans del método pre-order, así generamos interés a los usuarios y evitamos la fabricación masiva de prendas que más tarde no podremos vender". En este sentido, el barcelonés recuerda que detrás de la firma "hay un propósito ecologista y sostenible" y que seguirán contribuyendo a reducir residuos y emisiones a través del negocio. A largo plazo, la compañía sueña con ser líder en el sector y cuajar más en Europa, ya que hasta el momento la empresa ha calado fuerte en Estados Unidos y, pero no tanto en el mercado español.
Expansión internacional
¿Habéis hecho rondas de financiación? ¿Cómo ha sido el crecimiento del negocio? “Después de la inyección de capital de 2,1 millones de euros, abrimos una segunda fase para recaudar más capital en Indiegogo (plataforma de crowdfunding), donde reunimos más de tres millones de euros”, recuerda Espinós, quien relata que en 2020 lanzaron una nueva campaña de micromecenazgo en la que recaudaron 50.000 euros en una hora. “La cifra establecida eran 50.000 euros hasta mediados de noviembre, pero como lo logramos en 60 minutos, al final conseguimos más de 600.000 euros”, aclara.
Con todo el capital, la empresa decidió lanzar un segundo producto, ya que hasta entonces solo había creado un producto, y apostó por la mochila Shell, uno de sus best sellers. Actualmente, la start-up cuenta con decenas de artículos, entre los que se encuentran las zapatillas, mochilas, gorras y gorros y demás material para viajar. Tropicfeel suma una plantilla de 43 trabajadores y está presente en prácticamente todos los países del mundo. Durante el 2020 facturaron 7 millones de euros, el año siguiente 12 millones y en 2022 alcanzarán unas ventas de 22 millones de euros. “Con la nueva apertura, el lanzamiento de productos y la expansión calculamos alcanzar los 30 millones de euros de facturación en 2023”, apunta.
35.000 pares de zapatillas vendidas en 50 días
Tropicfeel es un negocio fundado en el año 2018 con el objetivo de cubrir las necesidades de moda y accesorios para los viajeros. Con esta idea en la cabeza, el emprendedor barcelonés lanzó unas zapatillas diseñadas solo para los viajeros, que decidió vender a través de la plataforma de crowdfunding Kickstarter. En menos de dos meses la firma vendió 35.000 pares de zapatillas, una cifra que ni él mismo se llegó a creer hasta al cabo de unas semanas. Espinós había trabajado anteriormente en Crowdcube, una plataforma de financiación col·lectiva que ha invertido en más de 1.000 operaciones por valor de 1.000 millones de euros, y a raíz de su experiencia apostó por abrir las puertas a inversores para que apoyasen su empresa. Tropicfeel logró recaudar más de 2,1 millones de euros en 50 días a través de Kickstarter, otra plataforma de micromecenazgo para proyectos creativos. Con el capital recaudado, la start-up decidió hacer un all in en la expansión. “Estamos presentes en 140 países, vendemos a través del online y ahora hemos decidido dar el paso al retail”, acaba el emprendedor.