Barcelona escala una posición y se sitúa como el quinto ecosistema de start-ups de la Unión Europea, en el 2024. La capital catalana se ha situado por detrás de París, Berlín, Estocolmo y Amsterdam, en un ranking que a escala mundial lideran Sant Francisco, Nueva York, Londres, Los Ángeles y Boston.
El ecosistema de la ciudad también ha posicionado en el ámbito internacional como el primero del mundo en los sectores de los videojuegos y la industria farmacéutica y pone de manifiesto que "Barcelona ha consolidado su posición como potencia en la escena de start-ups de la Unión Europea", según Eli David Rokah, consejero delegado de StartupBlink, la consultora que realiza este informe anualmente.
Para elaborar esta clasificación, la consultora tiene en cuenta parámetros como la cantidad de start-ups de cada ecosistema, su calidad y el clima de negocios. Analiza también indicadores como el número de espacios de coworking y aceleradoras, la cantidad de exits y unicornios, la tracción que generan las principales start'-ups y un conjunto de indicadores empresariales y económicos a escala regional.
Según el consejero de Empresa y Trabajo, Roger Torrent y Ramió, este resultado pone de manifiesto que "en menos de una década nos hemos consolidado como un ecosistema digital y tecnológico maduro, con uno de los hubes de start-ups más desarrollados de Europa." Por Torrent, este tejido de start-ups "es una de las bases de nuestro modelo de progreso empresarial, que actúa como una palanca para acelerar la innovación y atraer proyectos de inversión extranjera estratégicos para el país".
El progreso en el segmento de la emprendeduría ha hecho de Barcelona un hub internacional que lo configuran 2.102 start-ups, según los datos del año 2023 recogidos en el último informe de la actividad llevado a cabo por Acció. Esta es la cifra más alta de la serie histórica, un 4% más que el año anterior. Un ecosistema que genera 20.600 puestos de trabajo (un 8% más) y un volumen de negocio superior a los 2.100 millones de euros (un 14% más que el año anterior y la cifra más alta de la serie).
Desde un punto de vista sectorial, las start-ups catalanas se dedican a la salud (16,9%), los servicios empresariales y software (15,2%); las TIC y el móvil (5,7%); la alimentación (5,2%) y la sostenibilidad y energía (5%). También destacan los ámbitos del fintech (4,8%), los viajes y el ocio (4,4%), las tecnologías de la educación (3,8%) o las dedicadas al contenido y medios digitales (3,6%).