De un local de 20 metros cuadrados a una nave que supera el millar. Suena a tópico, pero así empezó Syra Coffe, una start-up barcelonesa que apuesta por el café de especialidad y a un precio asequible. Yassir Raïs, arquitecto de profesión y aficionado al café, decidió tirarse a la piscina hace siete años y emprender un negocio en el distrito de Gràcia de Barcelona. Ese espacio funcionó desde el primer minuto, tostaban el café in situ y el boca-oreja hizo que el negocio quedara pequeño. Fue entonces cuando decidieron abrir en el Poble-Sec, en el Passeig de Sant Joan y más tarde llegó el covid-19. "Nuestro público objetivo nunca había sido el turismo, sino las calles y el diseño. Buscábamos una estética cuidada y que la gente pudiera tomar un buen café", apunta el emprendedor a ON ECONOMIA.
La empresa cuenta con 27 tiendas abiertas y reúne una decena de locales más en obras. "Abriremos en Valencia, Sevilla, Madrid, San Sebastián y Barcelona, el objetivo es inaugurarlas a corto plazo". Para el 2023, Raïs espera cerrar el año con 80 locales repartidos por España. ¿Y la internacionalización? "A mediados de 2023 saldremos a un sitio muy cercano, estamos acabando de decidir, pero será un país europeo y con costumbres similares a las de aquí", señala. Con el incremento de locales, desde Syra Coffe esperan ampliar la plantilla y pasar de los 150 trabajadores a los prácticamente 300. De media, en cada espacio hay tres trabajadores (un encargado y dos baristas) y con el crecimiento de locales esperan duplicar el equipo en pocos meses.
Triplicar la facturación
La start-up nació con una inversión inicial de 1,5 millones de euros a través de tres rondas de financiación. En la primera entró el fondo de inversión Itnig y más tarde otros business angels de Barcelona como la Familia Soler. Desde el negocio catalán no descartan una nueva ronda, especialmente para apoyar la parte tecnológica de Syra Coffe. ¿En cuanto a la facturación? "Pasamos el millón de euros en 2021 y en 2022 prevemos triplicar la cifra", indica Raïs. Respecto al break even —punto de rentabilidad— el emprendedor defiende que todas las tiendas son rentables y que están cerca de alcanzar el punto de equilibrio. "Ojalá en 2023, tenemos una fuerte inversión en personal y estamos cerca".
¿El éxito de la start-up? "La principal diferencia respecto a otras firmas es que tostamos el café nosotros mismos. No tostamos para otros. Tratamos con el productor directamente y lo servimos tanto en tienda como en el canal online", añade Raïs. Syra Coffee nació como un negocio totalmente enfocado al B2C —business to consumer— y cada vez más están entrando en el B2B —business to business—. "Cada vez lo estamos haciendo más, especialmente para start-ups y oficinas. Sin embargo, descartamos por completo vender a otras cafeterías, no queremos que la calidad baje", aclara.
A finales de mayo, la empresa inauguró su nueva sede y una nave de tueste de 1.000 metros cuadrados en L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona). En esas instalaciones, la compañía forma a los baristas y lleva a cabo todo el proceso de cata, producción, tueste y envió de su café. "En Syra queremos democratizar el buen café, de manera exponencial y sostenible, y ahora necesitábamos mudarnos a un nuevo espacio, más amplio y que nos permitiera seguir creciendo y respondiendo a la demanda de los consumidores", explicó el fundador tras la noticia. "Hemos querido crear un espacio de trabajo abierto e inclusivo donde poder crecer y tostar el mejor café de especialidad", añadió.
La start-up, que cuenta con unos 3.000 clientes al día, sirve aproximadamente 4.000 cafés diarios y trabaja con una cincuentena de productores. "Con el café pasa lo mismo que con la fruta. Los tostadores tradicionales maltratan los granos y nosotros los mimamos, trabajamos con café de temporada en distintos países del mundo y apostamos por cooperativas africanas o de Centroamérica". "Realizamos un control exhausto de todo el proceso y eso hace que nuestros precios sean más atractivos que los de nuestros competidores", declara.
Inflación en el café
¿Os ha afectado la inflación? "Mucho. Mentiría si dijera que no". Por contra, desde Syra Coffee han decidido que, en vez de imputárselo al cliente final, el margen que ha decrecido se lo han "comido" ellos. "La relación con los productores es muy buena, las condiciones de pago las respetamos, hay retribuciones que se han prácticamente duplicado, tenemos un impacto muy grande como empresa. Si queremos que este impacto sea bueno, debemos hacernos cargo de ello", defiende. "Un café es un capricho que la gente se mantiene, el café es esencial, son dos euros al día".
Sobre cómo ve la empresa a largo plazo, Yassir Raïs aspira a ser líder en el sector y con mucho impacto. "Me imagino Syra Coffe en países como Francia y Portugal, con tiendas propias por Europa y trabajando de manera independiente".