¿Por qué hay start-ups que pierden dinero y valen millones? ¿Cómo puede ser que para una empresa emergente sea más importante la valoración que los ingresos? ¿Cuándo una start-up debe empezar a sanar sus cuentas? Según el Mapa del Emprendimiento presentado en colaboración con IE University a finales de 2022, del total de start-ups que hay en España, solo el 18% de ellas cuenta con un beneficio bruto de explotación (Ebitda) positivo. De hecho, esta cifra supone un crecimiento de cinco puntos respecto al año anterior y demuestra la vuelta a las cifras de las start-ups de antes de la pandemia. En este sentido, el estudio detalla que las start-ups españolas cuentan con una media de alrededor de tres años de vida.
¿Tienen viabilidad sus modelos de negocio? ¿Por qué los inversores no piden cashflow positivo? Según Jordi Romero, fundador de la scale-up Factorial, la rentabilidad antes no era esencial, pero ahora sí. "Lo que nos piden ahora es generar caja", explica el emprendedor. "Ahora hay muchos modelos de negocio, realidades que no están siendo invertidas, compañías que no consiguen explicar un plan para ser rentables y que por este motivo no son financiadas. Antes eso no era un problema, ahora sí. El objetivo actual de los inversores es generar caja", añade.
Start-ups que ganan dinero desde el primer día
Con todo, hay start-ups españolas que son rentables desde el primer día, o prácticamente. ¿Es lo habitual? ¿Estaba en su business plan ganar dinero desde el primer minuto? Es el caso Nude Project, Gonzalez&Co, TalentUp o Del Poble, entre otras, compañías que tenían muy claro que la rentabilidad debía estar en su hoja de ruta. En el caso de Gonzalez&Co, solo perdieron dinero el primer mes, y su fundador asegura que fueron algo menos de 3.000 euros. "Lo tendría que comprobar porque quizás ni los primeros días perdimos" señala Frank González, emprendedor barcelonés. El negocio cerró 2022 con una facturación de ocho millones de euros, un 40% más que el año anterior, y vendió en un año más de 550.000 platos entre burritos, nachos, quesadillas y tacos y en 365 días enrolló 350.000 burritos, aproximadamente, 100.000 más que en 2021.
Nude Project empezó con una inversión mínima, "residual", según comentan sus fundadores, y ahora factura más de 11 millones de euros. La marca de ropa, que cuenta con tres tiendas físicas repartidas por España (una en Madrid, una segunda en Valencia y una reciente inauguración en Barcelona) aspira a convertirse en la marca de referencia de la generación Z y apostar "todavía más" por la comunicación y el branded. Sobre cómo ven la empresa a largo plazo, los emprendedores barceloneses apuntan que "el objetivo es seguir creciendo e ir innovando". El año pasado lanzaron un podcast y para este 2023 prevén continuar diversificando la marca. "Queremos mejorar las diferentes ramas que tenemos abiertas y convertirnos en una marca global, ofrecer el mejor producto del mercado y consolidar todo el grupo más allá de ganar dinero".
Del Poble, por su parte, es una pizzería gaditana que fue blindada por Glovo por valor de un millón de euros. Su fundador, Rubén Santos, afirma que la firma es rentable desde el primer día y que el crecimiento ha sido "orgánico". En cuanto a la facturación, para este año prevén alcanzar los 10 millones de euros y un Ebitda superior a los 2,2 millones logrados en 2021. La compañía cuenta con cashflow positivo desde el primer momento y el crecimiento ha sido orgánico. “Ni rondas de financiación, ni business angels ni nada de nada”, recuerda el empresario, que confiesa que lleva cinco años en Lanzadera, la aceleradora de start-ups de Juan Roig, presidente de Mercadona. "Nuestra marca tampoco es tan reconocida, hay muchas ciudades que todavía no saben quiénes somos y nosotros seguimos con la misma ilusión que el primer día". ¿Y en un futuro? "Nos propusieron abrir en Francia y Portugal, pero creo que todavía tenemos recorrido en España".
"Crecimiento sostenible y sin financiación externa" para ser una firma rentable
El fundador de TalentUp, Jordi Arcas, asegura que optó por montar la start-up rentable desde sus inicios porque "quería mantener un control máximo de su visión y del negocio". En este sentido, el emprendedor señala que "no quería estar condicionado ni por las expectativas ni por las presiones de inversores externos". "Quería asegurarme que el crecimiento de la empresa fuese sostenible y que no dependiera de financiamiento externo, porque esto nos da la flexibilidad para abordar los retos y las oportunidades del mercado de forma efectiva".
¿Cómo funciona la empresa? Se dedican a coger datos de talento y de salarios de multitud de plataformas como Linkedin o Infojobs, las procesan, les dan sentido y las acaban publicando en su portal. Con todo, en la página web se pueden ver más de 240 posiciones de 90 ciudades de todo el mundo para conocer cuál es el salario de cada perfil en cada ubicación. "Tenemos perfiles periodísticos, de marketing o del campo de la abogacía. Al final nuestro cliente potencial son las empresas, para que estas puedan ofrecer salarios que se ajusten al mercado para poder competir por el talento y aumenten su retención".
Según Enric Serradell-López, profesor de los Estudios de Economía y Empresa de la UOC, que una compañía emergente sea rentable desde el primer día "no es lo habitual", aunque matiza que "hay algunos directivos que lo prefieren". ¿El motivo? "Una start-up, por concepto, es una empresa que crece muy rápido e invierte todo el dinero que tiene en expandirse y hacerse grande. Si un negocio decide no crecer tan rápido ni expandirse de una manera ultrarrápida, es normal que empiece a ganar dinero mucho antes que otras", aclara.
Unicornios sin patrimonio
En el lado opuesto están unicornios (start-ups valoradas en más de 1.000 millones de euros) como Glovo o Wallbox. Delivery Hero, la empresa de reparto a domicilio alemana dueña de Glovo desde hace un año, registró pérdidas de 623,6 millones de euros en 2022. La firma sigue lastrada por los malos resultados de la empresa de origen catalán fundada por Oscar Pierre, que generó unas pérdidas de 304 millones de euros en el conjunto del ejercicio.
A pesar de la todavía negativa situación financiera de la empresa que dirige Niklas Östberg, las pérdidas son menores que las registradas en 2021, cuando cerró el ejercicio con números rojos de 1.087 millones de euros. Por su parte, Emmanuel Thomassin, director financiero de Delivery Hero, destacó tras los resultados los desafíos a los que se enfrentó la industria del delivery el año pasado, para los que trabajaron "arduamente para salir ganadores". Además, se mostró optimista para el año 2023, y prevé que el grupo alcance la rentabilidad en el segundo semestre del año, incluyendo a Glovo.
Wallbox, por su parte, perdió 136,7 millones de euros en 2022. Las pérdidas de la compañía de cargadores eléctricos fueron significativamente más altas que las del año anterior, cuando alcanzaron los 53,5 millones de euros. "Aunque nuestros resultados están ligeramente por debajo del rango esperado, el crecimiento constante del negocio por encima del mercado es una muestra de la solidez de nuestra cartera de productos y de nuestras operaciones", comentó Enric Asunción, CEO del negocio fundado en 2015, tras la presentación de los resultados.