¿Qué necesita Barcelona para consolidarse como un hub tecnológico y emprendedor a nivel europeo? Bajo esa premisa y en el marco de la 38 Reunió Cercle d'Economia, que se realiza hasta el miércoles en el Hotel W de Barcelona, Einat Magal, representante del Ministerio de Innovación, Ciencia y Tecnología de Israel, Miquel Martí, CEO de Tech Barcelona, Natalia Olson, exasesora de Innovación y competitividad del presidente de Estados Unidos Barak Obama y directora de Plug and Play y Pau Solanilla, comisionado de Promoción de Ciudad en el Ayuntamiento de Barcelona, han defendido este lunes que Barcelona es una ciudad "vibrante" que fomenta la innovación y el talento, pero han matizado que se debe seguir fomentando la colaboración público-privada y la atracción de talento y de empresas en la ciudad.

"Barcelona cuenta con activos que nos permiten competir globalmente, contamos con un ecosistema emprendedor ejemplar, una ubicación estratégica y un clima privilegiado, aunque debemos hacer frente a algunos puntos como la educación y la colaboración entre los diferentes actores", ha recordado Rita Almela, vocal de la Junta Directiva del Cercle d'Economia y moderadora de la mesa redonda. 

Talento, innovación e incentivos fiscales

Le ha seguido el hilo Magal, que desde Israel ha defendido que los gobiernos deben acompañar al sector emprendedor y a las start-ups en su desarrollo y establecer incentivos adecuados para ayudar a completar las "piezas que faltan" dentro del ecosistema tecnológico, que representa el 50% de la actividad exportadora de Israel. En una conexión telemática, la representante del Ministerio de Innovación, Ciencia y Tecnología de Israel, polo mundial de producción tecnológica, ha apuntado que el capital humano ha sido el "mayor límite a la expansión" de la industria tecnológica en los últimos años. "Para una ciudad como Barcelona recomendaría que el Gobierno no dejara de lado al talento, más bien que esté cerca, que dé incentivos y que potencie a esas personas para que sus empresas tengan éxito", ha reflexionado. 

Olson ha sostenido que el Gobierno debe confiar en el sector privado y habilitar incentivos fiscales para las start-ups. Además, ha agregado que Barcelona tiene potencial para encontrar "nuevas oportunidades de negocio" si los investigadores de sus universidades y centros trabajan junto a expertos en negocios. La directora de Plug and Play también ha destacado la capacidad de las grandes empresas de integrar la innovación que surge de los negocios emergentes, algo que ayuda "al ecosistema" de la innovación a crecer y a compensar la dificultad de invertir en I+D+I (investigación, desarrollo e innovación) en las compañías de mayor tamaño.

Mesa redonda en el Cercle d'Economia con expertos en innovación | Foto: Carlos Baglietto

"Barcelona compite con todo el mundo"

"En menos de cinco años Barcelona ha doblado el número de hubs, ahora cuenta con prácticamente un centenar y esto es una métrica de éxito", ha asegurado Miquel Martí, CEO de Tech Barcelona. "La ciudad está bien posicionada, hace una década no salía en ningún ranking y ahora está en prácticamente todos", ha agregado. En este sentido, Martí ha hecho bandera del talento nacional, de las "grandes" escuelas de negocio y de los activos que tiene la ciudad. "La cultura emprendedora está más aceptada, el sector emprendedor hasta hace unos años estaba malentendido y ahora ya no. Que estemos hablando de emprendimiento también es relevante", ha añadido. 

En cuanto a los retos, Martí ha explicado que "esto es una competición global" y que ya no se compite con Lisboa, Bilbao o Madrid, sino que ahora Barcelona compite con todo el mundo. "Los proyectos que surgen de Barcelona deben ser proyectos grandes, con grandes tecnologías, porque si no, el talento se va". "Sin ecosistema local no hay ecosistema global", ha zanjado el directivo. 

Pau Solanilla, por su parte, ha indicado que "Barcelona debe tener una visión estratégica compartida de ciudad" y ha apuntado que se necesita "liderazgo y visión". En esta línea, el comisionado de Promoción de Ciudad en el Ayuntamiento de Barcelona ha defendido el 22@ y ha abogado por trabajar en la "cultura del riesgo" para que la administración pueda arriesgar más al invertir. Solanilla también ha urgido a mejorar las conexiones intercontinentales de la ciudad para conectarla con centros de innovación globales y estar "insertados en las cadenas de valor estratégicas", como la de los chips: de hecho, ha explicado que están trabajando para que la ciudad acoja un congreso sobre semiconductores. "Hay que recoser algunos consensos, conectarnos con las cadenas de valor globales y diseñar una visión estratégica", ha acabado Solanilla.