Relevo en Colvin y apuesta por la rentabilidad. La start-up barcelonesa candidata a unicornio ha captado seis millones de euros aportados por sus actuales inversores y sus fundadores, Sergi Bastardas y Andrés Cester, y en la que han participado una decena de accionistas más, liderados por Eurazeo, el fondo francés que encabezó la ronda que la empresa cerró en 2021 y valorada en 45 millones de euros. A través de un comunicado, el negocio ha detallado que la ampliación de capital de seis millones de euros se suma a los 10 millones de euros conseguidos el año pasado y "otorgan a Colvin una buena posición de caja para los nuevos retos", según su fundador, Sergi Bastardas.
Los fundadores de Colvin dan un paso al lado
Tras levantar los seis millones de euros, los emprendedores de la firma creada en 2016 han anunciado que darán un paso al lado para que un nuevo consejo delegado lleve a la compañía hacia la rentabilidad.
El negocio emergente de venta de flores y plantas en línea ha destacado que a finales de año emprendió “un cambio estratégico” para centrarse en la venta directa al consumidor (B2C - Business to Consumer) y lograr “un crecimiento sostenible y estable”. "Colvin ha llegado a un estado de madurez en el que la estrategia y el estilo de gestión serán diferentes", lo que conllevará que Sergi Bastardas y Andrés Cester, los dos fundadores, den un paso al lado y se busque un nuevo consejero delegado para encarar la rentabilidad y entrar ya en ebitda positivo.
"Seguimos comprometidos con el éxito de Colvin y seguiremos involucrados como accionistas y consejeros, aportando toda nuestra experiencia y conocimiento", han asegurado los dos fundadores.
La start-up ha cerrado ocho rondas de financiación
La compañía, que se centrará en "la mejora de la logística, la mercadotecnia y la oferta de producto", considera que puede ser líder de su sector en España, Italia, Francia y Portugal. Desde su fundación ha levantado 83,7 millones de euros en ocho rondas de financiación. A principios de 2022, el e-commerce adquirió Monsieur Marguerite, una start-up francesa especializada en la venta online de flores y plantas. Gracias a esa operación, la empresa catalana entró en el mercado galo.
Colvin ha sufrido en los últimos meses en un contexto generalizado de dificultades para las empresas emergentes: en 2020 cerró, todavía en pandemia, con 15 millones de euros en ingresos y 240 empleados y para este año prevé situarse en esa misma facturación, pero su plantilla es ahora más reducida, de aproximadamente 120 trabajadores. De hecho, era una firma emergente candidata a unicornio (negocios valorados en más de 1.000 millones de dólares), pero ahora los inversores han reducido la valoración de la empresa entre un 40% y un 50%.
La firma emergente barcelonesa fue el primer comercio vertical que apostó por digitalizar el sector de las flores y plantas en Europa con un modelo basado en la desintermediación del producto y de la cadena de suministro.