La Fundación sueca Norrsken abrirá en octubre su tercera incubadora de empresas del mundo. Con una inversión de aproximadamente diez millones de euros, la organización tiene previsto albergar a unas 800 personas en el Norrsken House Barcelona. "Queremos que el espacio sea un lugar donde pasen cosas, donde se lleven a cabo proyectos innovadores acordes con los objetivos de desarrollo sostenible de la ONU y donde el impacto sea fundamental para los negocios", comenta Marc Jordana, consejero delegado de Norrksen Barcelona, en una entrevista para ON ECONOMIA. 

El directivo ha creado el espacio de la mano de la fundación Norrsken, del emprendedor Sander van Dissel y del fundador de Desigual Thomas Meyer. La Norrsken House estará ubicada en una parte de las oficinas de Desigual, situadas en la playa de la Barceloneta. "Hemos decidido ubicarnos en esta zona para conformar un espacio abierto a la ciudad, donde todo aquel que quiera pueda entrar y donde se puedan generar interacciones y sinergias entre emprendedores, inversores y expertos, entre otros", apunta Jordana, quien añade que llegaron a un acuerdo con el dueño de Desigual en 2022 para poder ocupar un 40% de las oficinas de la marca de moda. 

"Desde mediados de octubre de 2021 que los trabajadores de Desigual solo deben acudir a la oficina tres días a la semana, por lo que muchos metros cuadrados quedaron libres y desde la marca decidieron alquilárnoslo", indica el directivo. El espacio de la fundación sueca ocupará unos 8.000 metros cuadrados de superficie repartidos en cuatro plantas: tres para los emprendedores y una cuarta para crear un club social. "En la planta de arriba del todo queremos hacer eventos, afterworks, demo days para inversores y una zona más social", explica. Cada piso contará con unos 1.700 metros cuadrados de superficie y, a diferencia de los dos primeros, el tercero incorporará una gradería con capacidad para 120 personas y un escenario para llevar a cabo charlas, debates y presentaciones. 

Interior de la futura Norrsken House Barcelona

Distrito tecnológico de Barcelona

La guinda del pastel del edificio será la terraza, con vistas 360º grados y con la playa enfrente. "El hotel W y algunos de los edificios de alrededor fueron creados por el despacho de arquitectos de Ricardo Bofill. Justo detrás de nuestras oficinas están las sedes de Holded y Holaluz, entre otras. Con la apertura de Norrsken House, esta zona se va a convertir en un nuevo distrito tecnológico de Barcelona, con una alta concentración de firmas tecnológicas", señala Jordana a este medio. Más allá de las salas abiertas y los despachos privados para los negocios, desde Norrsken también van a generar unas zonas aisladas similares a las de biblioteca. "Hay gente que necesita silencio absoluto para llevar a cabo sus proyectos, así que nosotros se los vamos a ofrecer". 

En la entrada, donde actualmente está la recepción de Desigual y la cantina, habrá un grab and go (que contará con café de especialidad, bowls variados, sandwiches y demás) y un club de meditación y deporte, aunque dejando de lado las máquinas. "En la planta baja, donde ahora está el comedor para los trabajadores de la firma de moda, va a haber una sala de yoga, pilates y espacios polivalentes. En el piso -1 se formará una sala de baños y aguas termales, aunque esto será independiente a Norrsken", expresa. "Esto es independiente a la fundación, es interés de los otros dos socios, pero consideramos que complementará la oferta del edificio, así que creemos que encaja bien con lo que queremos construir". 

"Unicornios de impacto"

¿Qué tipo de start-ups va a albergar? "Será fundamental que los negocios tengan impacto positivo hacia la sociedad y el medio ambiente, sin dejar de lado la tecnología". "Para que un negocio sea escalable debe tener tecnología, por lo que analizaremos los perfiles que cuenten con tecnología de impacto y que puedan crecer rápido", argumenta. Además, hace hincapié en los "unicornios de impacto", que son aquellos negocios que prometen mejorar mil millones de vidas. "Es un desafío, estamos en una situación límite como plantea y debemos cambiar el rumbo, vamos a buscar empresas que puedan cambiar para bien la vida de la gente", añade. 

Al final, el directivo apunta que, como mínimo, deberán cumplir uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU y que, si les sacas la parte de impacto, la compañía desaparece. Como ejemplos pone a las catalanas Wallapop y Heura y matiza que, sin la parte de reutilización, Wallapop desaparecería y sin la parte sostenible, Heura no podría funcionar. Las start-ups que quieran aplicar podrán hacerlo a finales de febrero, según confirma Jordana, quien también ocupó el cargo de director general de la start-up 100% plant-based Heura. 

La fundación sueca contará con entre 8 y 10 trabajadores del negocio en la Norrsken House Barcelona y calculan que el 50% sea talento nacional y el otro 50% internacional. "Hay negocios que están en las otras dos incubadoras que ya se han puesto en contacto para venir aquí. Este espacio ayudará a poner Barcelona en el mapa tanto en el ámbito del talento como del impacto social". 

Norrsken gestiona 500 millones de dólares a través de fondos de inversión e iniciativas, principalmente Norrsken VC, Norrsken22, Norrsken Accelerator, aunque también invierten desde la fundación directamente. Paralelamente, la organización lleva a cabo acciones como Impact 100, que selecciona a las empresas con más potencial para impactar de manera positiva al mundo. El primer centro de Norrsken se abrió en Estocolmo en el año 2016 en una antigua estación de tranvía y el segundo se levantó en Kigali, en Ruanda.