Se reduce la inversión en start-ups en España. Durante los dos primeros trimestres de 2022, el número de operaciones en el país tuvieron una tendencia positiva, aunque a partir de mediados de año el volumen empezó a reducirse. Según el informe del Observatorio de Start-ups en España de la Fundación Innovación Bankinter, la inversión en el tercer trimestre de este 2022 alcanzó los 738 millones de euros y las 84 operaciones, frente a las 113 operaciones y 929 millones de euros del mismo periodo de 2021. Respecto a los dos primeros trimestres del año, entre los meses de enero y abril se levantaron 1.226 millones de euros, un 13% más que el mismo periodo de 2021, con 116 operaciones, y durante el segundo trimestre se cerraron 122 operaciones con un valor aproximado de 745 millones de euros. Estas cifras apuntan a que el número de operaciones se mantuvo, pero el volumen de inversión cayó.
Con todo, durante la primera mitad de 2022 se invirtió más que en 2020, 2019 o 2018, después de que el año pasado se invirtieran 4.300 millones de euros, prácticamente cuatro veces más que el volumen del año anterior y récord desde que se recopilan estos datos.
Inversión extranjera
En cuanto a los exits (empresas que han sido vendidas), la cifra también ha disminuido respecto al trimestre anterior. Durante los meses de abrir a junio se produjeron 28 ventas, mientras que entre julio y septiembre se llevaron a cabo 16. Si se comparan las cifras con las del año anterior, a lo largo del 2022 el importe total del volumen ha caído un 57% a pesar de que el número de compañías vendidas se ha incrementado un 43%. En el informe se detalla que las tendencias de este tercer trimestre indican que, aunque se han producido más exits, las desinversiones se han producido en fases más tempranas. Además, por primera vez desde hace más de un año, la inversión extranjera (414 millones de euros), supera a la suma de la inversión mixta (218 millones) y la local (106 millones de euros).
Empresas unicornio en el mundo
Sobre las start-ups unicornio (empresas valoradas en más de 1.000 millones de dólares), cada vez son más los países que promulgan políticas para atraer a los emprendedores. España ha aprobado recientemente la Ley de start-ups, que incluye incentivos fiscales y elimina la burocracia que limita a fundadores e inversores. Además, cada vez más países están introduciendo visas para nómadas digitales con el fin de atraer a los nuevos talentos tecnológicos a sus centros. Letonia, Rumania y Cabo Verde son algunos de los más recientes en hacerlo, y el año pasado la isla portuguesa de Madeira abrió un pueblo nómada digital. En el 2021, 540 empresas alcanzaron el estatus de unicornio, con 113 ecosistemas que produjeron al menos un gigante de más de mil millones de dólares.
España, por ejemplo, cuenta con 11 unicornios y suma una veintena de scale-ups que podrían alcanzar esa valoración en pocos años. Con todas las cifras y con el objetivo de promover el desarrollo y liderazgo de un tejido productivo de base tecnológica y digital, las compañías emergentes más grandes de España crearon hace unos meses un lobby para visibilizar su contribución en la economía: EsTech. Con todo, el principal objetivo de la plataforma es que estos negocios tecnológicos contribuyan a alcanzar el 40% del PIB del país en 2030, además de lograr ser 20 unicornios en 2023. “No es un sprint, es una maratón, es un tema de muchos años. Poco a poco queremos que este tipo de empresas se reconozcan y se escuchen en España”, manifestó durante la presentación Ana Maiques, presidenta de EsTech y CEO y cofundadora de Neuroelectrics.
Perspectivas e inversiones para el 2023
Desde 2012, el promedio mundial de rondas Serie A —primera ronda de inversión de venture capital (VC) de una start-up— se ha triplicado hasta superar los 17 millones de euros. El valor post-inversión ha aumentado, en promedio, un 239% en 10 años, con el mayor crecimiento en las rondas avanzadas. Desde 2019, el valor post-inversión ha subido un 125% (Serie B), y un 159% (Serie C). En 2022, la alta inflación, el incremento de las tasas de interés y los conflictos mundiales han provocado la volatilidad de los mercados y una corrección de los mercados financieros. La inflación de las operaciones del año pasado fue dramática tanto en las rondas Serie B+ como en las salidas, con una relación entre el valor preinversión y los ingresos que aumentó un 50% en ambos casos. Sin embargo, estos porcentajes muestran una inflación escasa o nula en Asia y, en el caso de las rondas de etapa avanzada, un descenso en el resto del mundo.
Las perspectivas de los negocios emergentes para el año que viene son mayoritariamente positivas. IDC, en su informe Worldwide Artificial Intelligence Software Forecast, 2022–2026, apunta que aquellas start-ups relacionadas con los productos hardware recibirán una inversión aproximada de más de 500.000 millones de dólares el año que viene. Paralelamente, desde AticcoLab han manifestado que el top 5 sectores donde se han desarrollado más start-ups en el último año sería: wellness & health (salud), legaltech (servicios jurídicos), ecommerce & retail (comercio), sportstech (deporte) y turismo. Las start-ups están cada vez más presentes en la vida de la población, ya que aportan mejoras tecnológicas y muchas facilidades”, detalla Quino Fernández, CEO de AticcoLab. En este sentido, destaca que los sectores más interesantes para los inversores de cara al año que viene son eduTech (educación), comercio y salud. "En 2023, todos los sectores mencionados se desarrollarán en profundidad. El sector eduTech tomará más importancia que nunca, ya que el 60,1% de las aulas tiene Sistemas Digitales Interactivos (SDI)", concluye el directivo.