La inversión tecnológica en start-ups en Europa descenderá un 45% este año, pasando de los 82.000 millones de dólares de 2022 a los 45.000 millones de este año. En el caso de España, la inversión rozará los 2.000 millones de euros, lo que supone una reducción del 40% respecto al año anterior. A pesar de la tendencia bajista en toda Europa, España ostenta la cifra más alta del sur del continente en términos de inversión, superando a otros como Italia o Portugal y consolidando su posición en el escenario tecnológico europeo, según el informe State of European Tech 2023 elaborado por Atomico.
Iñigo Laucirica, Investment Manager en Samaipata, ha señalado que la situación de mercado ha sido paradójica. "Por un lado, el sector ha sufrido tiempos desfavorables a nivel financiero y, hasta cierto punto, también económicos. En la otra cara de la moneda, una aceleración de la transformación tecnológica motivada por la eclosión de la Inteligencia Artificial ha propiciado mucha actividad emprendedora e inversora en este espacio", comenta.
Le sigue el hilo Diego Fernández, CEO de Gellify Iberia, quien agrega que "a lo largo del año la inversión dirigida a start-ups ha experimentado un descenso significativo, llegando a disminuir hasta un 45%, especialmente en el contexto europeo. No obstante, España ha demostrado una resistencia notable, evidenciada por un desempeño positivo en el primer semestre, superando incluso las cifras del último semestre de 2022. Este rendimiento se ha traducido en un aumento tanto en el número de transacciones como en el volumen de operaciones".
Una visión más pesimista es la de Alberto Andújar, Director de BIGBAN Inversores Privados, que argumenta que "los datos del volumen total de inversión en España en este año son claros: la inversión ha bajado con respecto al año anterior. Aun así, se han mantenido o ligeramente han aumentado el número de operaciones realizadas. Esto se explica por el exceso de liquidez que hubo en los mercados los años anteriores y que supuso la atracción de fondos extranjeros para la inversión en tecnología en España, pero ante la situación macroeconómica, con la subida de tipos de interés y la alta incertidumbre ante el conflicto de Ucrania, han reconducido su tesis de inversión hacia otros activos libres de riesgos".
Eficiencia en las start-ups
¿El balance es más positivo o negativo? Laucirica indica que "el descenso del volumen de inversión no es algo bueno, aunque tiene consecuencias positivas. No es bueno porque supone un cambio de paradigma que ha retrasado los planes de las compañías, ha propiciado muchas restructuraciones y provocará el cierre de proyectos que no son viables en el entorno actual. Asimismo, la escasez de capital y subida de los tipos de interés obliga a pensar más a corto plazo, lo que perjudica a proyectos muy dependientes de investigación y desarrollo tecnológico, por un lado, y escala comercial, por otro".
Alberto Andújar, por su parte, aclara que si nos fijamos en el informe State of European Tech 2023 de Atomico, se apunta un descenso considerable del volumen de la inversión en España. Sin embargo, los datos del Observatorio del Ecosistema Startups de la Fundación Bankinter también sugieren que pese a la disminución del volumen total, han aumentado las operaciones. Como cualquier cambio de paradigma, supone retos y oportunidades. A los emprendedores les ayudará a impulsar a sus start-ups a través de la eficiencia operativa y a encontrar soluciones más innovadoras. En el caso de los inversores, a ser más selectivos en los proyectos en los que invierten".
"La época del dinero gratis ya ha terminado"
Sobre cómo encaran el 2024 en cuanto a inversión, el CEO de Gellify confiesa que es complicado anticipar si el próximo año será alcista o no en cuanto a inversión. "La incertidumbre prevalece debido a la prudencia generalizada en los mercados desde el inicio de la pandemia. Esto se refleja en los recientes conflictos bélicos y otros acontecimientos a nivel global que contribuyen a la inestabilidad general" y añade que desde el estallido del Covid-19 los mercados están siendo "cautos" en cuanto a previsiones. "Sin duda, la propia supervivencia continuará siendo el principal desafío, especialmente para aquellas start-ups que tenían un foco en rondas y no en la búsqueda de clientes que, aunque suene raro, es bastante común. El mercado apretará y solo las que tengan una propuesta de valor relevante sobrevivirán", matiza.
Laucirica, por su parte, ratifica que "será crucial hacer un seguimiento del apetito inversor en los fondos de venture capital en los próximos trimestres, después de un notable repunte en 2020 y 2021. La demanda y los volúmenes en esta clase de activos condicionarán la disponibilidad de capital para los emprendedores y determinarán el ritmo de inversiones que buscarán los fondos".
Finalmente, Alberto Andújar aclara que "a pesar de que los datos pueden resultar desalentadores, las conclusiones del informe BIGBAN Annual Report ponen en relieve que "no hay intención de parar, al menos desde las verticales más profesionalizadas como son los fondos de inversión", aunque el estudio también muestra un freno entre los inversores particulares o business angels, que han paralizado la actividad inversora para estudiar cómo se asienta el mercado.
"El ecosistema startup se enfrenta continuamente a retos. La época del dinero gratis ya ha terminado. El entorno macroeconómico ha afectado tanto a emprendedores como a inversores; a unos les obligará a plantear soluciones más innovadoras, sostenibles, eficientes y operativas, y a los otros a ejercer una inversión más selectiva que abarquen las propuestas más atractivas para incorporar a los porfolios. Las start-ups se enfrentan a multitud de retos y desafíos en su día a día, no obstante podemos vaticinar tres retos transversales a los que probablemente se enfrenten las start-ups este 2024: ciberseguridad, sostenibilidad y buen gobierno.