Joaquín Cuenca (Alicante, 1976) nunca había tenido interés en emprender un negocio. Graduado en física e informática por la Universidad de Valencia, el alicantino se fue a trabajar a una empresa de París durante su Erasmus. Allí estuvo tres años, trabajó como informático y, al mismo tiempo, chateaba con un amigo del instituto, Eduardo Manchón, quien se interesó por el ecosistema emprendedor y las start-ups barcelonesas.

Manchón había montado en 2005 una firma emergente, Loquo, una plataforma de anuncios y foros. Cuenca se metió en el ajo desde la distancia y, tres meses después de entrar, eBay desembarca en Europa, empieza a interesarse por compañías españolas y compra Loquo. "Aluciné, me quedé en shock, lo sigo pensando y me sigue pareciendo surrealista. ¿Cómo podía eBay adquirir una empresa como Loquo?", se pregunta Cuenca en una entrevista para ON ECONOMIA. 

"Google no se intentó aprovechar de la situación"

Tras la adquisición, Manchón se acercó a Cuenca y le propuso montar un negocio conjunto, un portal como Loquo, pero "algo diferente", según recuerda el alicantino. Tres meses después de la propuesta y a miles de kilómetros de distancia, Google lanza Google Maps y se dan cuenta de que ellos habían tenido una idea parecida, pero que no la habían podido ejecutar. ¿Qué hicieron? Arrimar el hombro, cambiar el rumbo de su proyecto y empezaron a hacer lo que tres meses antes no habían podido realizar: mejorar la idea y apostar por su propuesta. Medio año después decidieron lanzar el proyecto, llamado Panoramio, empezaron a generar tráfico y los ingresos de la página fueron al alza. Pasaron de ganar 10 euros al mes a embolsarse 100 euros mensuales.

"En ese momento dimito de mi trabajo en París, empiezo a dedicarme en exclusiva a Panoramio con el objetivo de ser mileurista y Google se interesa por nosotros", comenta. Desde la multinacional norteamericana les ofrecen ayuda, les aseguran que lo que estaban creando era "interesante" y los ingresos pasan de unos cien euros al mes a rozar los 800 euros mensuales. Unos meses más tarde, esos ingresos fueron diarios, por lo que estaban ingresando unos 25.000 euros al mes y, con el éxito, Google acaba comprando su plataforma.

¿Lo hubieses hecho diferente? "Lo clavamos sorprendentemente bien, la venta funcionó bien porque Google no se intentó aprovechar de la situación. Ellos buscaban algo que funcionase, nosotros con Panoramio les podíamos ofrecer lo que querían, tuvimos esa suerte", confiesa. 

Innovación y creación

Paralelamente, y a unos cientos de kilómetros de distancia, Cuenca y Manchón habían contratado a un diseñador malagueño, José Florido, quien tuvo el rol de diseñar la página. Tras pasar tres años en Google Zurich los tres emprendedores (era una de las ventajas de haber sido adquirido por la multinacional), Joaquín decide instalarse en Málaga junto a José.

El runrún de seguir innovando y creando no dejaba de darles vueltas, así que en 2011 sale a la luz Freepik. "Lo nuestro eran las ilustraciones y las fotos, había una quincena de portales que tenían algún diseño, pero pedían un registro, abonar una cuota y eran muy lentas", señala el emprendedor. Es entonces cuando entra en el mapa Alejandro Sánchez, quien se encarga de crear un buscador solo para este tipo de páginas. "El objetivo era facilitar la búsqueda de imágenes y diseños, hacer accesible el buscador", añade.

Joaquín Cuenca, CEO y cofundador de Freepik Company | Foto: Cedida
Joaquín Cuenca, CEO y cofundador de Freepik Company | Foto: Cedida

Freepik, una empresa con 587 empleados y 61,5 millones de facturación

Al ver que incrementaba el número de visitantes a la página, los emprendedores decidieron mejorar la experiencia de usuario, contrataron a gente interna y empezaron a hacer contenido. "Tuvo mucho éxito y empezamos a ganar con la publicidad. Llegó un momento en el que creció tanto que la gente nos pedía poder poner sus imágenes en Freepik". Fue entonces cuando apostaron por montar un marketplace para que el usuario tuviera gratis todo su contenido, con un apartado premium para aquellos que decidieran pagar. La tarifa era de diez euros y la idea que tenían era "hacer algo accesible para todos", generar engagement y fidelización. 

Actualmente, Freepik cuenta con 587 empleados, 600 diseñadores y 27.000 colaboradores, la gente sube lo que quiere y cobra por descarga. En 2021 facturaron más de 61,5 millones y Cuenca hace bandera de que han sido rentables "desde el primer día". ¿Tras la compra por eBay y la de Google, te planteas vender Freepik? "En 2020 vendimos el 50% de la compañía a un fondo de inversión sueco, nos encajó la propuesta y aceptamos, pero la siguiente venta será diferente", apunta. "Un fondo de inversión compra para vender, ellos deciden cuándo y a quién. Al vender a un fondo de inversión, el pastel se puede repartir. En cambio, si te compra Google, lo pierdes todo. No sé quién será el próximo comprador, no está en mis manos". 

"Cuando Google nos dice que está interesado en nosotros, alucinamos"

¿Cómo ves el ecosistema emprendedor en España? "El más maduro es el que hay en Barcelona porque es donde hay más start-ups e inversores. Aquí la cosa está más evolucionada, hay más casos de éxito y si hay algún inversor que confía en ti todo va más rodado". "Sin embargo, creo que España todavía no está a la altura ni en start-ups ni en facturación respecto a otros ecosistemas como Berlín o Silicon Valley. Está creciendo mucho, yo cuando empecé no conocía a nadie, pero le falta. Cuando Google nos dice que está interesado en nosotros, alucinamos". 

Sobre la ley de start-ups, Cuenca confiesa que "tiene un campo de aplicación demasiado limitado". "Nosotros, por ejemplo, no entramos en el baremo y la gran mayoría de empresas emergentes grandes del país tampoco. Hay unos requisitos que nos ponen fuera de prácticamente todo", critica. 

"Empezar de cero un proyecto es pesado"

Ahora se habla mucho de sequía financiera. En tu caso, ¿cómo lo has afrontado? "Mis proyectos siempre han sido rentables, está en mi cabeza, nunca he levantado capital. Nosotros no hemos perdido dinero ni un mes. Ni en Panoramio ni en Freepik". "Ahora los inversores empiezan a fijarse más en la rentabilidad, pero nosotros siempre hemos tenido buenos números", aclara. 

Sobre el talento en España, Cuenca apunta que "en el mercado hay poca gente que esté harta de hacer lo que hace" y reconoce que la clave es la experiencia. "No es que una persona sea más lista que la otra, sino que es la quinta vez que lo hace", apostilla. "Nosotros hemos encontrado a gente inteligente que, con la práctica, han desarrollado ese talento, y muchas veces en lugares inesperados. El desarrollador de nuestra empresa estaba trabajando en Burger King cuando le contratamos, el mejor hombre de sistemas que tenemos lo sacamos del instituto. El talento te los encuentras en lugares inesperados". "Tienes que ir a la persona que esté motivada y sea inteligente, y tú le vas a dar la experiencia que le falta". 

¿La cara B de emprender? "Este trabajo comporta bastante estrés, cada uno lo vive a su manera". ¿Te ves emprendiendo otro negocio? "Ahora estoy alucinado con Freepik, estoy muy motivado. Estoy haciendo lo que quiero hacer y, si no, no lo haría. Empezar de cero un proyecto se hace pesado, estoy contento de cómo lo he hecho, así que no lo sé", acaba Cuenca.