Navidad es una fiesta única del año llena de tradiciones y costumbres compartidas con amigos y familiares. El grado de entusiasmo es variado, va desde los que cantan los villancicos del supermercado, hasta los que tienen fobia al personaje vestido de rojo que toca una campana con la efusión del que sabe que esto sólo pasa una vez al año.
Es la época del año en que el que siempre organiza todas las fiestas va de cabeza. Todo empieza con el que escribe por Whatsapp: "¿Y si nos vemos en Navidad?".
Y es aquí donde el individuo del grupo que se erige con una capacidad de liderazgo que ya querrían las cheerleaders de las películas americanas, tiene que aparecer con muchas propuestas que contenten a todos los integrantes del grupo. Es para todos estos mártires modernos que os recomendamos seis bares de tapas de Barcelona. Sitios donde sentirse a gusto e ideales para arreglar el mundo entre tapas y cerveza.
La bodega d'en Rafel
Este bar de Sant Antoni es ideal para empezar a discutir qué se tiene que hacer por Nochevieja. Efectivamente, como siempre, vais tarde.
Entre croquetas, bravas y bombas volveréis a estar de acuerdo en no gastaros en una noche el sueldo de un mes. Que enero está aquí a la vuelta de la esquina y después nunca tenemos ni cinco.
Y mientras esperáis a que vengan los de id haciendo que llego tarde, invitaréis al pulpo, unos callos y un buen jamón cortado por Rafel a haceros compañía en la mesa. Y una buena cerveza para maridarlo todo como es debido.
Llegan los perdonad pero es que me he liado y el tiempo vuela que ni te das cuenta con hambre de ensalada rusa, lacón, flamenquines y boquerones. Y con ganas de participar en la logística del último acontecimiento del año.
Unos piensan en la música, otros utilizan esa asignatura de la carrera para intentar calcular cuántos caballitos harán falta y algunos en que si habrá calefacción.
Y mientras tanto, tú das un trago de cerveza de Nadal de Damm mientras disfrutas del momento. Organizar una visita a La bodega de Rafel era jugar con la carta buena. Ahora, que organicen los otros.
La Bodegueta
Todos tenemos ese compañero que no compra lotería porque todo el tiempo que nosotros hemos destinado a soñar despiertos pensando en qué gastaremos todo ese dinero que (todavía) no tenemos, él lo ha invertido (nunca mejor dicho) en leer estadísticas.
Que si antes ganaríais un Oscar, que sólo hay un 0,0011765% de probabilidad que os toque la Lotería Nacional... Mientras pedimos una cerveza de Nadal de Damm y una tapa de quesos ya pensamos en cuál será nuestro primer viaje. ¿Londres? ¿Nueva York? ¿Berlín? Pero, ¿dónde comeremos mejor que aquí? ¡Si estamos disfrutando de unos huevos estrellados con foie que son de otro mundo! Y todavía tiene que llegar la esqueixada de bacallà y los pimientos de Padrón. Y que, pensándolo bien, si no nos toca nada, volveremos a pensar que la verdadera suerte es poder compartir estos pequeños grandes momentos con la mejor compañía en La Bodegueta de la Rambla.
Bodega Joan
El bar Bodega Joan es el lugar ideal para empezar a calentar motores ante la pregunta que seguro que saldrá por Sant Esteve. El tío picará con la cucharilla del café en la copa y una vez se habrá ganado el silencio de toda la familia, se aclarará la garganta y dirá en tono solemne de los que sabe que todo el mundo le escucha: "Y este año el Barça, ¿qué?". Que si esperamos que Messi no se lesione, que si Piqué este año ha estado espectacular y que todos sabemos que aunque ella no lo dirá nunca, la tía siempre ha sido más de Iker que de Víctor.
Y mientras discutís del Barça en la Bodega Joan podréis volver a degustar una cerveza de Nadal de Damm con una paella de esas que te trasladan a los buenos días de verano. Aquellos en que tienes todo el día libre para disfrutar de la playa, del sol, de buena compañía, de cerveza y de un arroz hecho a fuego lento.
Bodega Marcel
Ir al gimnasio, descubrir todo lo que se nos resiste más allá del verbo to be, intentar leer más, apuntarse a alguna actividad para conocer a gente nueva... Entre una cerveza y una fantástica tapa de gambas saladas podéis repasar los mil y uno propósitos que, este año que todo hacía pensar que sí, ha sido de nuevo que no. Que sólo vivimos una vez y vamos tan liados que decidiste cambiar el swing para quedar más con los amigos, porque eso de bailar no va mucho contigo, que ya desde pequeño te decían "tú déjate llevar" y no había manera de ir con elegancia a ningún sitio. Y entre pulpito y jamón del bueno discutís que el único instrumento que sabéis tocar es la flauta y el triángulo. La guitarra siempre será ese capricho que todavía genera polvo en la habitación de casa de los padres.
Brindamos pues con la cerveza de Nadal de Damm en la Bodega Marcel, celebrando que hay cosas que nunca cambian y que hay tradiciones que hay que conservar.
Pirineus 1935
"Me ha tocado hacer el amigo invisible a ese conocido que viene de vez en cuando a las cenas del grupo pero no sé nada de su vida, así que dadme ideas para no acabar comprándole unos dados para su coche", así empiezan algunas de las discusiones más abstractas sobre los regalos entre amigos, familia y compañeros de trabajo.
Boquerones, bomba picante casera, crestas, bravas, albóndigas para mojar pan... así ya vamos entrenando para el maratón culinario de esta temporada. Y como Pirineus 1935 está en el corazón de Gràcia no os faltarán tiendas para encontrar lo que queréis regalar.
La taverna del Born
Nadal también es muy buen momento para repasar el año. Dedicar un poco de tiempo a pensar de dónde venimos, a dónde vamos y, lo más importante, ¿seremos capaces de sobrevivir a la primera comida de estas fiestas? Escudella, carn d'olla, tres canelones, un poco de ensalada para hacer bajar, ciruelas y piñones, pato, pequeña pausa para coger aire, turrones, neules y polvorones
Y la yaya volverá a decir que los canelones no le han quedado como esperaba, que ya no es como los otros años y que cuando ella ya no esté, ya nos lo montaremos nosotros. Y hablando de todo eso en la Taverna del Born nos daremos cuenta de que hay tradiciones que se repiten en todas las familias. Cada año, por Navidad compartimos tradiciones. Comiendo canelones con la familia y brindando con los amigos, y, como no, con cerveza de Nadal de Damm.