La intención del Ayuntamiento de Barcelona de habilitar un centenar de espacios públicos de la ciudad donde se permitirá pasear los perros desatados ha tomado velocidad con la aprobación inicial, este miércoles, del decreto de alcaldía que permitirá implementar las llamadas Zonas de Uso Compartido (ZUC), es decir, lugares donde los ciudadanos tendrán que compartir el espacio público con perros desatados. La intención del gobierno municipal es llegar a la aprobación definitiva del decreto el mes de marzo y empezar la señalización y la campaña de las nuevas ZUC en verano para poder tenerlas ya en funcionamiento entre septiembre y diciembre y, a continuación, empezar a sancionar las infracciones a partir de enero.
Las ZUC se desplegarán gracias a la modificación de la Ordenanza de Protección, Tenencia y Venta de Animales, que se aprobó en el pasado pleno municipal de noviembre y que ha suprimido la obligación de disponer del Carnet de Tenencia Responsable de animales, un requisito previsto desde el año 2014 que no se había llegado a sustanciar. Según han explicado a la tercera teniente de alcaldía, Laia Bonet, y la Directora del Servicio de Derechos de los Animales, Carme Maté, este miércoles, las ZUC no se podían implementar con anterioridad, ya que estaban supeditadas a la tenencia del carnét que ahora ha sido eliminado, con lo cual no habrá que tener ninguna acreditación parallevar el perro desatado.
Crecimiento astronómico de espacio para perros
Aunque estas nuevas áreas ya han generado críticas entre los colectivos de propietarios de perros, el gobierno municipal saca adelante el plan, advirtiendo que las nuevas ZUC, "no son zonas exclusivas para perros, sino compartidas, y donde, en determinados horarios, los perros podrán ir desatados", según ha especificado Bonet. En total habrá 103 ZUC, con la intención de que haya al menos una zona para perros en cada uno de los 73 barrios barceloneses, y eso supone un incremento astronómico del espacio dedicado a estos animales, ya que se pasará de los 45.000 metros cuadrados que hoy suponen las 116 áreas de perros y áreas de recreo de perros a los 945.000 metros cuadrados.
De hecho, la normativa obliga a llevar los perros atados, excepto en aquellos lugares donde se permite llevarlos desatados y por eso el ayuntamiento ha recordado que el régimen sancionador se mantiene, incluyendo multas de 600 euros por tener perros en parques infantiles; 300 euros para llevar el perro desatado fuera de espacios aprobados si supone un peligro para el perro, para otras personas o para el entorno y de 100 euros si no comporta peligro. Aparte, los perros potencialmente peligrosos se tendrán que llevar siempre atados y las sanciones para no hacerlo son de entre 300 y 2.400 euros.