Unas 1.700 personas, según la Guàrdia Urbana, se han manifestado este viernes en Barcelona para denunciar las muertes en las fronteras después de la "masacre" de Melilla. El intento de entrar en la ciudad a través de Marruecos acabó con 37 víctimas y cerca de 2.000 personas reprimidas por las fuerzas de seguridad. Los participantes de la protesta se han concentrado ante la subdelegación del Gobierno para pedir una "investigación independiente" que aclare qué pasó. También han pedido "vías legales y seguras", la derogación de la ley de extranjería, transparencia en las relaciones entre España y Marruecos, el fin de las devoluciones "en caliente", así como la derogación de los rechazos a la frontera.
Durante el recorrido se han oído consignas como 'Europa es responsable y España es responsable, No son muertos, son asesinatos', 'Las vidas de los negros importan' o 'La policía tortura y asesina'. La marcha ha empezado ante la delegación del Gobierno en la calle Mallorca (que estaba blindada con vallas y agentes de los Mossos) y ha continuado por la calle Pau Claris y la Via Laietana. Delante de la comisaría de la Policía Nacional ha habido una fuerte pitada.
"Trato cruel e inhumano"
En el marco de la manifestación se ha leído un comunicado, suscrito por 900 organizaciones y colectivos y más de 5.000 particulares, se indica que las políticas migratorias han provocado la muerte de al menos 37 personas migrantes y refugiadas. "Los cuerpos están siendo enterrados en Nador sin realizar autopsias esenciales para una posible investigación, identificar e informar a las familias", lamentan. Igualmente, sostienen que "no habiendo recursos suficientes para atenderlas en el hospital". Por todo eso, como resultado del "trato cruel e inhumano y la omisión del deber de auxilio", piden que se lleve a cabo una investigación independiente que aclare las muertes ocurridas; así como la reparación de las víctimas -identificación, repatriación e información a las familias-".
Según las organizaciones, las últimas semanas "se han intensificado las batidas, persecuciones y desplazamientos forzosos" en el Marruecos en autobuses, por parte de la gendarmería contra las comunidades migrantes "que se ven obligadas a asentarse en los bosques próximos a la ciudad de Nador". Todo ello "después del anuncio del ejecutivo español mostrando apoyo a la iniciativa de autonomía marroquí sobre la cuestión del Sáhara Occidental", añaden. En este sentido, las entidades y personas que dan apoyo al comunicado se solidarizan con los afectados y denuncian la "vulneración de la legislación internacional en materia de derechos humanos, así como la legitimación del racismo institucional que agrede los cuerpos negros en la frontera". Por otra parte, se han convocado protestas simultáneas en otros lugares del Estado como Madrid, Bilbao, Sevilla, Las Palmas de Gran Canaria, València o Melilla.