Este domingo, 22 de mayo, es la festividad de Santa Rita, una celebración que en Barcelona tiene su epicentro en la iglesia de Sant Agustí Nou, en el corazón del Raval. A lo largo de todo el día, centenares de feligreses llevan rosas rojas a Santa Rita, la patrona de los vendedores ambulantes de flores y de los imposibles, razón por la cual los devotos dejan una rosa bendecida a los pies de la reliquia y piden algún deseo a la santa. Además, fuera del recinto religioso, en la plaza de Sant Agustí, se instalan varias paradas de venta de rosas y también de estampas y lamparillas. Según la afluencia de gente, que acostumbra a ser bastante numerosa, el cura de la parroquia bendice las rosas cada media hora.
Según recoge la web del Ayuntamiento de Barcelona, con la flor bendecida, los fieles hacen cola para depositarla al lado de las reliquias, que están en una urna en el lateral del altar. Además, la tradición dice que quién se guarda un pétalo bendecido de la flor tendrá suerte y dinero el resto del año. El culto a santa Rita de Casia fue introducido en Barcelona por los frailes agustinos, que trajeron las reliquias. La leyenda dice que Rita era una mujer del siglo XIV que había sido maltratada por su marido. Cuando quiso entrar en un convento fue rechazada porque estaba casada, pero, para demostrar su bondad, hizo florecer un rosal justo en medio del invierno.
Santa Rita es la patrona de los imposibles (o de las causas perdidas) pero también de las mujeres maltratadas o con problemas de amores y se dice que escucha a todos aquellos que, en el día de su fiesta, le llevan una rosa. Por eso hay largas colas para entregarle una rosa y besar la reliquia de la santa que se conserva en este templo. La tradición establece que algunas de las rosas bendecidas no se depositan en el altar, sino que se llevan en casa donde se guardan secas, enteras o en pétalos. O se regalan a quien necesite conseguir un imposible.
Santa Rita también en Gràcia
No sólo se celebra Santa Rita en el Raval, en menor medida también se depositan velas y rosas en el altar de Santa Rita del claustro de la catedral de Barcelona. También se celebra en un tercer espacio, la Casa Vicens de la calle Carolines, en Gràcia, obra de Antoni Gaudí, donde antiguamente había habido una capilla dedicada a Santa Rita. Aunque la capilla ha desaparecido por los diversos cambios, la Casa Vicens sigue celebrando la festividad. Así, a lo largo de la mañana se instalarán paradas de venta de velas y rosas en la calle, a las 11 h se celebrará una misa de Santa Rita y bendición de rosas en la iglesia de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul, situada en la misma calle y a partir de las 12 la Casa Vicens abrirá el acceso al jardín para depositar las flores.