El barrio de la Sagrera de Barcelona, en el distrito de Sant Andreu, cuenta ya con el cuarto refugio antiaéreo de la Guerra Civil de la ciudad, abierto al público. Está situado por debajo de la Torre de la Sagrera, un edificio singular e histórico que actualmente hace las funciones de centro comunitario. El refugio fue construido como parte de los programas de defensa pasiva de Barcelona para afrontar los bombardeos fascistas y destaca por su buen estado de conservación y también por su carácter social, ya que fue utilizado por el vecindario y los obreros del barrio que trabajaban en las industrias de los alrededores.

Según ha informado el Ayuntamiento de Barcelona este martes, la instalación visitable consta de 88 metros de longitud, donde se pueden ver las letrinas, una fuente de agua, una sala para almacenar alimentos, dibujos y escritos en las paredes, o el cableado eléctrico y las bombillas originales, entre otros elementos. Las visitas, que empezaron el pasado fin de semana, se llevan a cabo los viernes y sábados, en grupos reducidos de cinco personas, con un coste de 3 euros. Con este, ya son cuatro los refugios abiertos al público regularmente en Barcelona (Refugi 307, en el Poble-sec; refugio de la plaza del Diamant y refugio de la plaza de la Revolució, en la Vila de Gràcia, y refugio de la Torre de la Sagrera, en el barrio del mismo nombre).

Este espacio salió de nuevo a la luz el año 2014 con motivo de las obras de rehabilitación y ampliación del edificio situado en la calle de Berenguer de Palou, conocido como la Torre de la Sagrera, con el fin de transformarlo en un casal de barrio. El Distrito de Sant Andreu inició las obras de rehabilitación para abrirlo al público a finales del año 2022 y han supuesto una inversión total de 295.000 euros. Para la concejal del distrito de Sant Andreu, Marta Villanueva, la apertura del refugio supone "recuperar parte de la memoria histórica del barrio y poner a disposición de los vecinos y vecinas un nuevo espacio que sirve para explicar y entender el pasado de un barrio industrial como es la Sagrera".

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Foto: AjBCN
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Foto: AjBCN

El año 2015, los técnicos del Servicio de Arqueología de Barcelona (ICUB) inspeccionaron este espacio una vez la Unidad de Subsuelo de los Mossos d'Esquadra de la Generalitat de Catalunya comprobaron la seguridad del interior. Rápidamente, se confirmó que se trataba de un refugio antiaéreo de la Guerra Civil española, y que su estado de conservación era excelente, dado que se encontraba intacto desde el fin del conflicto. La inspección también permitió confirmar el buen estado general de las estructuras y de los restos encontrados: tres letrinas, dos pozos de ventilación o de trabajo y una fuente de agua, así como una pequeña sala circular con bancos corridos y hornacinas para almacenar alimentos o líquidos. Las galerías, que presentan los apoyos de obra para un banco corrido, conservan el cableado eléctrico y las resistencias de porcelana, así como un par de bombillas originales in situ. La inspección también permitió identificar un segundo acceso al refugio que estaba clausurado con un tabique de ladrillos y que daba en la calle de Berenguer de Palou con Clara Zetkin. Además, se ha hecho una excavación arqueológica con hallazgos singulares.

Otros elementos conservados son un pozo de ventilación, letrinas y paneles hechos con cemento deslizado para escribir avisos o normas de comportamiento dentro del refugio. Además, en las paredes todavía pueden verse grafitos de dibujos infantiles y otros escritos hechos por las personas que se refugiaron. Otros grafitos hacen referencia a las horas o precios de los peones y los albañiles que participaron en la construcción del refugio, elementos geométricos y nombres propios.

El refugio excavado en el subsuelo de la finca sigue el sistema constructivo de galerías en mina, compuesto por tres galerías principales y las dos entradas, con un total de 88 metros de longitud. La anchura de las galerías oscila entre los 0,80 metros en el acceso desde el sótano de la finca y el 1,20 metros en las galerías principales, con una altura de 1,80 metros. El refugio está construido con muros de hormigón y de obra, y una cubierta de bóveda de cañón de ladrillo, y reforzada con arcos de ladrillo dispuestos a sardinel.