La Barceloneta es el barrio pescador y marinero de Barcelona, pero precisamente este ámbito, el de la pesca, estaba hasta hace poco vedado al público en general, ya que el acceso al Moll de Pescadors estaba reservado para el personal que trabaja en este sector y, como mucho, abierto con citas concertadas o en fechas específicas. Esto ocultaba al disfrute ciudadano dos espacios inaccesibles que, como mucho, se podían ver de lejos, la Torre del Rellotge y la Llotja de Pescadors. Esta situación, sin embargo, ha cambiado este martes, una vez que ha quedado abierto al público en general el nuevo Moll de Pescadors, un nuevo paseo que permite llegar a estas dos instalaciones.
El nuevo Moll de Pescadors forma parte de la política de renovación y apertura a la ciudad del Port Vell por parte de Port de Barcelona, y se suma a otras actuaciones recientes como la apertura del Moll de Drassanes y la nueva Rambla de l'Escullera. En este caso, se trata de abrir el muelle que utilizan los pescadores de la Barceloneta, accesible desde la calle Escar —pendiente también de renovación—, de manera que la ciudadanía en general pueda pasear en un nuevo espacio que incluye buenas vistas a Barcelona y que permite acercarse a la Torre del Rellotge, así como acceder a la parte externa de la nueva Llotja de Pescadors, donde se podrá seguir en directo la subasta de pescado y donde se prevé, para más adelante, un restaurante que, en consonancia con el espacio, deberá ofrecer productos de cocina marinera.
En el acto de inauguración, el presidente del Port de Barcelona, José Alberto Carbonell, ha destacado que el nuevo espacio público, de 2.500 metros cuadrados, conforma "un espacio singular, especial y con cierta simbología", destacando la presencia de la Torre del Rellotge, que fue el primer faro del puerto de Barcelona, y ha apuntado a que todavía queda pendiente una novedad para hacer más permeable la zona, prevista para 2026: "Podremos conectar el Moll de Pescadors con el Moll d'Espanya [donde se ubica el Maremagnum], con un transbordador", ha asegurado. De hecho, el nuevo paseo, dada su característica de muelle portuario, no puede evitar su configuración en callejón sin salida, donde los visitantes y paseantes deberán volver sobre sus pasos.
La visita al interior de la Torre del Rellotge, para más adelante
Desde el punto de vista patrimonial, el aliciente más importante de este nuevo paseo es que se podrá llegar hasta la Torre del Rellotge, que fue el primer faro del puerto de Barcelona, de 1772, que pasó a marcar las horas cuando dejó de hacer su función original. Hasta ahora, el público en general no se podía acercar, ya que estaba en zona de acceso restringido. Ahora bien, aunque con ocasión de la inauguración ha sido posible acceder al interior, las visitas con carácter público quedarán para más adelante. Según ha explicado David Pino, presidente del Port Vell, "la idea es que la torre pueda ser visitable", pero de momento no reúne las condiciones de accesibilidad necesarias —por ejemplo, la escalera de caracol de acceso no tiene barandilla—, y por eso hay que estudiar cómo abrirla al público "en días y horas concretos, de forma controlada y con una cierta regulación".
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En cualquier caso, hay que tener en cuenta que esta torre, además de su importancia histórica y patrimonial, es también un elemento importante en la configuración de Barcelona, ya que fue utilizada como punto de referencia para planificar las avenidas del Paral·lel y de la Meridiana, que no solo hacen honor a su nombre coincidiendo la primera con un paralelo y la segunda con un meridiano, sino que, además, el espacio de intersección de las dos avenidas sería, precisamente, el punto que ocupa la Torre del Rellotge.
La Llotja de Pescadors espera restaurante
Con respecto a la nueva Llotja de Pescadors, inaugurada en mayo del año pasado, el nuevo paseo incorpora una serie de pasarelas que permitirán al público ver, desde una posición elevada, el trabajo que se hace, y en concreto, permitirá seguir en directo la subasta del pescado. En el mismo entorno está planificado un bar para uso de los pescadores, así como un restaurante con terraza para el público en general. De hecho, ya se abrió un concurso, que quedó desierto, pero según Pino "se volverá a abrir pronto". Este futuro restaurante tendrá que estar especializado en cocina marinera.