El Ayuntamiento de Barcelona ha llegado a un acuerdo para la creación del Fondo Especial del Real Monasterio de Pedralbes, integrado dentro de la Fundación Barcelona Cultura con una vigencia de 75 años con prórrogas adicionales de 75 más cada una, que constituye un nuevo marco de colaboración entre la comunidad de Monjas Clarisas y el ayuntamiento y fortalece los vínculos históricos y, principalmente, garantiza la protección a largo plazo del Monasterio, declarado Monumento histórico artístico de carácter estatal, así como del rico patrimonio que se custodia. La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, acompañada de la corporación municipal, ha visitado el monasterio este viernes, víspera de la festividad de Santa Eulàlia, patrona de la ciudad.
El acuerdo, con una vigencia de 75 años con prórrogas adicionales de 75 más cada una, prevé que el Ayuntamiento se siga haciendo responsable del mantenimiento del fondo, incluidos los proyectos de restauración y del funcionamiento del museo, con el objetivo de permitir que toda la ciudadanía disfrute. A su vez, la Comunidad de Hermanas Clarisas, por la necesidad de mantener el edificio en las debidas condiciones y con la voluntad que continúe destinado a actividades culturales y museísticas, aportan en el fondo especial la gestión de sus bienes, y seguirán recibiendo un alquiler. El consistorio, a través del ICUB, asumirá como hasta ahora los gastos del equipamiento y proveerá el Fondo Especial de un presupuesto anual, que para este 2022 será de 1.735.900 euros.
Además, el programa de inversiones municipales fijó destinar este mandato 3,9 millones de euros para actuaciones de mejora. Este año, la inversión tendrá un importe de cerca de un millón de euros y se centrará, entre otros, en rehabilitar la fachada de la iglesia. El nuevo acuerdo consolida el vínculo entre las dos partes y garantiza la compatibilidad entre la actividad cultural y la vida monástica, dado que se mantiene el destino actual de parte del Monasterio a actos religiosos y de clausura de la comunidad. El Fondo Especial que ahora se crea tendrá un patronato, con presencia de la alcaldesa y la abadesa y cuatro miembros nombrados por cada institución.
Larga historia de colaboración
El Monasterio de Santa Maria de Pedralbes fue fundado el año 1327 por la reina Elisenda de Montcada y el rey Jaime II. Desde entonces fue reuniendo una serie de bienes y objetos diversos en función de las necesidades del culto o de la vida diaria. El hecho de tratarse de una fundación real y que buena parte de las religiosas que fueron ingresando a lo largo del tiempo disfrutaran de un alto nivel cultural y bienestar económico, permitió que el edificio mismo y buena parte de los objetos que se han conservado revistan un considerable valor historicoartístico. El Ayuntamiento de Barcelona ha mantenido unos vínculos especiales con el monasterio de Santa Maria de Pedralbes desde que el año 1357 la reina Elisenda de Montcada solicitó al Consejo Barcelonés que pusiera bajo su especial protección el monasterio y su comunidad.
A causa de la clausura, este patrimonio quedó oculto en ojos de la gente durante siglos hasta en las postrimerías del siglo XIX cuando, en el marco del movimiento cultural de la Renaixença, el monasterio de Pedralbes se convierte en punto de mira de los estudiosos y artistas del momento. Es precisamente en este contexto de finales del siglo XIX cuando se empieza a gestar la idea de crear un museo en el monasterio. La precursora de esta idea fue sor Eulària Anzizu, la misma religiosa que promovió la restauración monumental del conjunto histórico. Así, el año 1902 las monjas de Pedralbes reunieron por primera vez los objetos que consideraban de valor e interés artístico a una celda del primer piso de la enfermería, denominada la celda del Ángel, en la zona conocida como Les Claraboies, que se convirtió en la génesis del actual museo.
A partir de 1949, y una vez superado el paréntesis de la Guerra Civil, el monasterio se empezó a abrir al público dos domingos en el mes, permitiéndose la visita a la Sala Capitular y la Celda de Sant Miquel, con las pinturas murales atribuidas a Ferrer Bassaa. A raíz del Congreso Eucarístico que se celebró en Barcelona el año 1952, se pasó a abrir cada domingo. En este periodo, las visitas se tenían que compaginar con la vida de clausura de la comunidad en el mismo lugar. Teniendo en cuenta la protección que el Consell de Cent barcelonés había prestado históricamente al Monasterio de Pedralbes, y atendiendo también a la voluntad que el Ayuntamiento de Barcelona ha tenido siempre de dar en este espacio un destino cultural y museístico, el 24 de noviembre de 1972 el Ayuntamiento de Barcelona firmó un acuerdo con la Comunidad de Hermanas Clarisas en que estas cedían el uso del edificio histórico al consistorio así como la propiedad del lugar denominado Hort Gran, del cual se excluía el pozo aunque se permitía el derecho de paso a la comunidad hasta este.
Cesión del Hort Gran
Como condición esencial para la cesión en propiedad de este Hort Gran y del uso del edificio histórico el Ayuntamiento se comprometía a la realización de inversiones y al mantenimiento del Monasterio para uso museístico y construir una residencia para las monjas clarisas dentro del mismo recinto del monasterio. El acuerdo hacía compatible el uso museístico y cultural del Monasterio con el uso religioso de una parte del recinto y la clausura de las Monjas Clarisas: por este motivo se le reservaba a la congregación de una serie de espacios, que restaron excluidos de los bienes arrendados. El 25 de septiembre del año 1983, una vez finalizadas las obras del nuevo convento, el edificio histórico del Monasterio de Pedralbes se abrió al público de forma diaria como museo con el nombre de Museo-Monasterio de Pedralbes.
El convenio de colaboración ha ido experimentando diferentes modificaciones y ampliaciones a lo largo del año, acompañadas de un incremento del precio de alquiler. El huerto medieval del monasterio, coordinado por el Instituto Municipal de Personas con Discapacidad (IMPD), será gestionado por el Centro Ocupacional de Pedralbes y la Fundació Gurú, en el marco del programa Horts al Terrat, y será cultivado por personas con discapacidad. En virtud de la estrecha colaboración entre el Ayuntamiento y la comunidad de Monjas Clarisas, la ciudadanía ha podido disfrutar de un patrimonio excepcional. El nuevo acuerdo establece las condiciones necesarias para garantizar que lo pueda seguir haciendo en el futuro.