La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha anunciado este miércoles la suspensión temporal de todas las relaciones con el estado de Israel, incluido el acuerdo de hermanamiento con la ciudad de Tel Aviv. La misma alcaldesa ha enviado una carta al primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, en que le informa de la decisión. Colau ha defendido esta decisión criticando la "violación flagrante y sistemática de los derechos humanos". "Entendemos que no podemos callar", ha insistido la alcaldesa, apuntando que la decisión no es "en ningún caso una discriminación a la población judía, es una crítica a un gobierno, no a un pueblo, una comunidad, o una religión".
Esta decisión llega como respuesta a la campaña impulsada por el colectivo Prou Complicitat por medio de la campaña Barcelona, amb l'apartheid, no, que inicialmente pedía llevar al pleno municipal la propuesta de romper el hermanamiento. Ahora bien, Colau se ha saltado esta petición, formulada por los mismos promotores, y ha aprobado la suspensión por medio de un decreto de alcaldía, que evitará que la cuestión se discuta en el pleno municipal. Con todo, el PSC ya ha anunciado minutos después de saberse la decisión de la alcaldesa que serán ellos los que lleven al pleno de febrero una propuesta para recuperar el hermanamiento, de manera que si cuentan con suficiente apoyo, la suspensión podría quedar levantada en poco más de quince días.
Las razones de Colau
Según la carta que Colau ha dirigido a Netanyahu, la alcaldesa apunta que varias entidades internacionales como Human Rights Watch, Amnistía Internacional y la asociación israelí B'Tselem "han denunciado que las prácticas del Estado de Israel contra la población palestina pueden constituir crímenes contra la humanidad de apartheid y persecución". Asimismo, recuerda que el Parlament de Catalunya aprobó una resolución que calificaba "las prácticas de ocupación israelíes como equivalentes al apartheid". Por eso, Colau ha asegurado que no puede permanecer "impasible ante la vulneración sistemática de los derechos básicos de la población palestina", porque sería "un grave error aplicar una política de trato desigual y cerrar los ojos ante una vulneración ampliamente constatada y documentada por organismos internacionales desde hace décadas".
"Por todos estos motivos -continúa la misiva- os hago saber que he decidido suspender temporalmente las relaciones con el Estado de Israel y con las instituciones oficiales de este Estado, incluyendo los acuerdos de hermanamiento con el Ayuntamiento de Tel Aviv, hasta que las autoridades israelíes pongan fin a la violación sistemática de los derechos humanos contra la población palestina y cumplan plenamente las obligaciones que le imponen el derecho internacional y las diferentes resoluciones de las Naciones Unidas". La carta aclara que la medida afecta "únicamente y exclusivamente las relaciones institucionales de la Alcaldía de Barcelona con Israel y el resto de sus instituciones oficiales, y en ningún caso afecta a su ciudadanía".