Se adelanta una hora el cierre de las terrazas de Barcelona de la calle Enric Granados. El ayuntamiento de la capital catalana ha decidido que las terrazas de los restaurantes y bares de la calle del distrito del Eixample tienen que cerrar antes para reducir el ruido nocturno. Lo ha explicado este martes en una rueda de prensa el concejal de Emergencia Climática y Transición Ecológica, Eloi Badia, y el concejal del distrito, Pau Gonzàlez, que han argumentado que la hora escogida será las 23 horas los viernes y la medianoche para los sábados. Se trata de una de las medidas para reducir el impacto acústico a la ciudad, en el marco del despliegue de las Zonas Acústicamente Tensadas a Horario Nocturno, un mecanismo a disposición de los distritos para impulsar planes de reducción de la contaminación acústica adaptados a cada uno en concreto.

Bahía ha destacado que el ruido es el segundo factor ambiental que más impacta en la salud de la población y que hay que garantizar el descanso de los vecinos, aunque ha asegurado que "en este momento no está previsto ampliar en ninguna otra calle este horario". Por su parte, Gonzàlez ha recordado que en esta calle que ocupa nueve manzanas del Eixample hay siete veces más licencias de terraza que en el resto del distrito. En concreto, actualmente Enric Granados cuenta con 115 licencias de este tipo, 81 de las cuales son ordinarias y las 34 restantes se concedieron para ampliar o añadir terrazas por la pandemia de Covid.

Reducir el ruido

No obstante, las medidas para reducir el ruido en esta calle incluyen considerarla zona saturada de terrazas, la cual cosa compuerta que no se consolidará ninguna de los 34 extraordinarios. Otras medidas que se implantarán en esta calle son el establecimiento del número actual de mesas y sillas autorizadas con licencia ordinaria como tope máximo admisible y limitar a 12 el número de módulos permitidos por terraza. También será obligatorio que las mesas y sillas tengan tapones de silicona, que las cadenas que aseguren los elementos de las terrazas estén plastificadas y que se adapten todas las licencias en régimen transitorio a la Ordenanza de Terrazas. Además, se establecerán planos de inspección específicos y el refuerzo de la presencia de la Guardia Urbana y los servicios de limpieza.

El plan para reducir la contaminación acústica se adopta después de que los resultados de los sonómetros instalados en este céntrico paseo del Eixample hayan mostrado que se superan de manera continuada en tres decibelios los límites permitidos por la noche. En esta calle, el tope de decibelios durante el día es de 65 y de 55 a partir de las 23 horas, pero los sábados a las 12 horas, por ejemplo, consigue unos 70 decibelios. La medida de adelantar en una hora el horario de cierre de las terrazas se comunicará formalmente en los establecimientos que vean afectada su actividad, para que puedan hacer alegaciones y durante este periodo se seguirán haciendo mediciones de ruido para confirmar que continúan las superaciones de los umbrales.