Al día siguiente del festivo de San Juan muchos usuarios del Metro de Barcelona se han despertado con importantes cambios. Han empezado los cortes de verano por obras, que de momento afectan dos tramos muy significativos, uno en la L5 entre las estaciones de Cornellà Centre y Collblanc, y el otro en la L2 entre Paral·lel y Sagrada Família, unas intervenciones a las cuales se sumarán, más adelante, cortes de menor durada y afectación de paradas en las líneas L4 y L10 Nord. Uno de los puntos neurálgicos de todo este despliegue es la estación de Collblanc, al límite entre Barcelona y l'Hospitalet de Llobregat, donde la L5 queda cortada en dirección a Cornellà Centre.
En este martes, que a efectos prácticos es como un lunes, eso sí, sin escuelas, centenares de usuarios de la L5 han tenido que adaptarse a la nueva situación en la estación de Collblanc. Los viajeros procedentes de Vall d'Hebron, en el otro extremo de la línea se ven en la obligación de bajar a la estación de Collblanc y tomar un autobús lanzadora que sigue, en superficie, un trayecto similar al del Metro, pero incluyendo paradas también de la L1, que transcurre en paralelo en algunos tramos, con la intención de derivar usuarios a la línea roja. El primer día, claro está, es el momento de descubrir alternativas para hacer los itinerarios habituales.
Ahora bien, a pesar del gran despliegue de informadores y personal del Metro, encargado de redirigir a los usuarios y agilizar los movimientos, no se han podido evitar a primera hora de la mañana las aglomeraciones en la estación de Collblanc, que de un día por otro se ha convertido en final de línea, además de ser un importante nodo de movilidad con enlace a las líneas L9 Sud y L10 Sud. En el andén se agiliza la bajada de pasajeros, que tienen que salir a superficie para coger un bus, estacionado a unos treinta metros de la boca del Metro. Allí la operativa está en la inversa, intentar agilizar la subida en los vehículos para que se puedan marchar rápidamente. Sobre las nueve y media de la mañana, uno de los buses se ha estropeado y puntualmente ha habido más aglomeración que la prevista.
Corte de la L5, entre Cornellà Centre y Collblanc
El corte más extenso es el que afecta la L5 del Metro (línea azul), que deja sin servicio todo el tramo entre Cornellà Centre y Collblanc, es decir, ocho estaciones, incluidas las de Gavarra, Sant Ildefons, Can Boixeres, Can Vidalet, Pubilla Cases y Ernest Lluch. Todo el tramo quedará sin servicio entre el 25 de junio y el 1 de septiembre, de manera que la L5 funcionará solo en el tramo entre Collblanc y Vall d'Hebron. Se prevé afectación a unos 72.000 pasajeros los días laborables de junio y julio y de unos 66.000 en agosto, cogiendo como referencia las validaciones del 2023, y la inversión será de 16 millones de euros. Las alternativas de transporte a la L5 serán un autobús lanzadera que unirá todas las estaciones afectadas excepto la de Can Vidalet, pero con una novedad con respecto a operativos similares, ya que también hará parada en tres estaciones de la L1, Rambla JustoOliveras, Can Serra y Florida, con la intención de redirigir a los pasajeros hacia esta línea. El bus lanzadera se complementará con un segundo bus lanzadera que hará solo el trayecto entre Can Serra y Can Vidalet, ya que este barrio de Esplugues, a causa de sus calles estrechas, no permite el acceso de autobuses articulados. En el bus lanzadera se suman, como alternativas, la L1 del Metro, que hace un recorrido paralelo, las líneas T1 y T2 del TramBaix, los autobuses D20 y H8 y los servicios de Rodalies R1 y R4, con parada en las estaciones de Cornellà y l'Hospitalet.