En uno de los extremos de la avenida Mistral, en el barrio de Sant Antoni de Barcelona, se encuentran los Jardinets de l'Alguer, un espacio que podría ser muy plácido, ya que dispone de espacios de estancia, zonas ajardinadas y con sombras y un parque infantil, además de un monolito que recuerda que el espacio está dedicado a la ciudad catalana de Cerdeña. Pero siempre hay un pero, y en este caso se trata de la afluencia, desde hace unos pocos meses, de un grupo de chatarreros y recuperadores que, agrupados en torno a un quiosco fuera de servicio (imagen superior), no solo generan molestias a los vecinos, sino que, como denuncian entidades, vecinos y partidos políticos, se dedican a la venta de droga.
Situada en un entorno donde el aumento de la inseguridad es constatable en los últimos años, con un incremento de un 17% de los hechos delictivos el último año según datos del mismo Ayuntamiento de Barcelona, el barrio de Sant Antoni acumula problemas, tanto en la zona de la supermanzana y los entornos del mercado, como en la misma ronda de Sant Antoni, actualmente en obras, así como en este punto concreto de la avenida Mistral situada entre las calles de Calàbria y Tamarit, mientras que en todo el entorno se han sucedido los robos por alunizaje en varios comercios. Esta situación ha comportado la reacción de Trias per Barcelona, que este mismo miércoles ha anunciado la presentación de un ruego a la próxima comisión de seguridad en que reclama el endurecimiento de la política de seguridad en esta parte del Eixample.
Sobre la calle, de hecho, es constatable a cualquier hora del día la presencia de chatarreros en torno al mencionado quiosco, que, además, tiene la actual ubicación a causa de la transformación del entorno en supermanzana. En todo caso, está cerrado desde hace tiempo, aunque la publicidad exterior es bastante reciente. Sea como sea, según apuntan vecinas del barrio, se han encontrado ya con las miradas "desafiantes" de un colectivo que, además, "hace sus necesidades en el arenal del parque infantil". Todavía más, denuncian que los hay que duermen en la plataforma del tobogán del mismo parque para los chiquillos. Y otro problema añadido es que "entran en los portales a dormir". De hecho, algunos de los edificios han tenido que reforzar los cerramientos para evitar que se cuelen por la noche.
Lídia Núñez, presidenta de Som Sant Antoni, entidad que agrupa a los comerciantes del barrio, apunta, en declaraciones a ElNacional.cat, que la situación se ha agravado desde hace un par de meses, ya que el entorno del quiosco "se ha convertido en un imán y un escondite". De hecho, la misma zona se ha convertido en un "punto de encuentro" de los chatarreros, ya que incluso se presenta una furgoneta para comprarles los metales recuperados. Núñez apunta que se utiliza para hacer "trapicheo de drogas", y a eso añade el ruido nocturno. De hecho, asegura que "hay un par que duermen siempre" en la zona y que por las tardes y los fines de semana hay más "concentración" de este colectivo.
Por su parte, los concejales de Trias per Barcelona Joan Rodríguez y Jordi Martí Galbis, han apuntado este miércoles por la mañana que todo el barrio, y de hecho todo el distrito, vive en una situación de inseguridad."Ha habido un incremento de hurtos y robos", ha apuntado Rodríguez, para añadir que muchos comercios han sufrido robos por alunizaje, apuntando que la plataforma única de la supermanzana lo facilita. Asimismo, se ha referido al "punto de venta de droga de un quiosco abandonado a los Jardinets de l'Alguer", para apuntar que "la Barcelona de Collboni se parece demasiado en la Barcelona de Colau" y hacer un llamamiento a "revertir la situación".
"Problema crònico de inseguridad"
Por su parte, Martí Galbis ha señalado la importancia de la iniciativa de Trias per Barcelona para afrontar "el problema crónico de inseguridad" que se vive en Barcelona, recordando que en los barrios del Eixample "ha habido un incremento por término medio en un 10% de los delitos", siendo el de Sant Antoni uno de los que más ha subido. Martí Galbis también ha recordado que actuarán en el marco de la nueva comisión para abordar la multirreincidencia que presidirá él mismo ante el hecho de que en Barcelona, hay 500 ladrones multirreincidentes que acumulan más de 6.000 antecedentes.
"Hay un punto de venta de droga en torno a un quiosco abandonado", ha afirmado Rodríguez, que apunta que la primera medida "sería retirar el quiosco". De hecho, el Ayuntamiento de Barcelona tiene un programa de retirada de quioscos fuera de servicio, pero con respecto al de los Jardinets de l'Alguer, las vecinas apuntan que actualmente tiene un uso "como soporte publicitario", hecho que se constata con la presencia de publicidad reciente. De momento, tanto los vecinos, como Som Sant Antoni y TriasXBCN piden un refuerzo de la seguridad en todo el barrio y acciones en este punto concreto, para poner fin a este punto de venta de droga.