El ya alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, ha aprovechado su primer discurso para lanzar a todos los barceloneses y barcelonesas un mensaje de confianza en el futuro y de fin de la incertidumbre que se ha vivido los últimos días, incluso las últimas horas, pero no ha podido evitar ocultar su debilidad más evidente, la de encabezar un gobierno en clara minoría, de solo 10 concejales frente a una oposición, sobre el papel, de 31. Es por eso que se ha visto impelido, casi obligado, a alargar la mano al resto de formaciones, con una sola excepción, la ultraderecha representada por los dos concejales de Vox.

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El president de la Generalitat, Pere Aragonès, felicita a Jaume Collboni, nuevo alcalde de Barcelona / Foto: Miquel Muñoz

Collboni ha empezado su discurso recordando que durante los últimos días "todos hemos hablado con todos, excepto con la extrema derecha", y por eso ha lanzado un mensaje claro, todo y que poco innovador: "Quiero ser el alcalde de todos y todas", frase que ha dicho primero en catalán y luego ha repetido en castellano, para añadir seguidamente, dirigiéndose a los concejales del resto de partidos: "Cuento con todos ustedes, con todas las diferencias, matices y pesares, la puerta de la alcaldía estará siempre abierta por todos y cada uno de ustedes, excepto para los representantes de la extrema derecha". También ha tenido unas palabras específicas para los concejales del Partido Popular y Barcelona en Comú, los que finalmente le han otorgado la alcaldía: "Han hecho un esfuerzo de pragmatismo y me han dado la confianza por motivos diferentes que convergen en el hecho de que han creído que era lo mejor que podía pasar en la ciudad de Barcelona",

¿Pistas del futuro gobierno?

En todo caso, la debilidad evidente del futuro gobierno municipal es el escaso número de concejales con los que cuenta, pero a pesar de todo ha prometido "dotar Barcelona de un nuevo gobierno que responda de la forma más fiel posible lo que los barceloneses han expresado, un gobierno diverso y paritario, que sea el de todas las voces de la ciudad," un mensaje que se podría interpretar como una invitación a ampliar este gobierno municipal, aunque, en teoría, ninguno de los dos grupos que le han dado apoyo tiene intención de entrar en él. En todo caso, Collboni ha hecho suya una de las políticas que Ada Colau había prometido en campaña electoral, la de hacer de Barcelona "la primera ciudad a desplegar la ley de vivienda del gobierno de España".

 

Por su parte, la número tres de Collboni, Laia Bonet, ha sido la encargada de pronunciar el discurso del PSC correspondiente a cada grupo político, en el cual ha señalado que los socialistas "hemos interpretado el voto del 28 de mayo como voto de cambio y como voto de progreso, querían a un nuevo alcalde para liderar un gobierno progresista". "Ha costado, pero está bien lo que bien acaba, quiero agradecer en nombre del grupo socialista todos los votos obtenidos, no se arrepentirán, estaremos a la altura del reto", ha añadido Bonet.