Una de las decisiones más controvertidas de la anterior alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, fue la ruptura de las relaciones de hermanamiento con la ciudad israelí de Tel-Aviv, una postura que no contó con el apoyo de ningún grupo municipal, excepto Barcelona en Comú. De hecho, la iniciativa fue rechazada en varias ocasiones y si se aprobó y continúa vigente es porque, a falta de consenso, Colau optó por consumar la ruptura vía decreto de alcaldía. Con el cambio en la Casa Gran del sábado pasado, sin embargo, el restablecimiento de relaciones puede ser cuestión de días, porque el PSC también se significó en contra de romper relaciones.
En todo caso, el alcalde de Tel-Aviv, Ron Huldai ya ha hecho la petición formal de restablecer las relaciones en una carta dirigida al nuevo alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, donde, además de felicitarlo por el nuevo cargo, le pide expresamente que restablezca el acuerdo de hermanamiento entre las dos ciudades, además de animarlo a "profundizar y fortalecer" los lazos entre las dos ciudades, que quedaron estropeados por la decisión de Colau de romper el acuerdo. Huldai también aprovecha la ocasión para invitar a Collboni a visitar Tel-Aviv y ha mostrado su disposición para "ayudar, aconsejar e intercambiar ideas" que permitan mejorar las vidas de los ciudadanos de las dos ciudades.
Colau anunció, el 8 de febrero pasado, la suspensión temporal de todas las relaciones con el estado de Israel, incluido el acuerdo de hermanamiento con la ciudad de Tel-Aviv en una decisión tomada por decreto de alcaldía y que iba acompañada de una carta al primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, en que lo informaba de la decisión. Según la carta que Colau dirigió a Netanyahu, varias entidades internacionales como Human Rights Watch, Amnistía Internacional y la asociación israelí B'Tselem "habían denunciado que las prácticas del Estado de Israel contra la población palestina pueden constituir crímenes contra la humanidad de apartheid y persecución". Asimismo, recordaba que el Parlament de Catalunya aprobó una resolución que calificaba "las prácticas de ocupación israelíes como equivalentes al apartheid". Por eso, Colau aseguró que no puede permanecer "impasible ante la vulneración sistemática de los derechos básicos de la población palestina", porque sería "un grave error aplicar una política de trato desigual y cerrar los ojos ante una vulneración ampliamente constatada y documentada por organismos internacionales desde hace décadas".
Según un estudio elaborado por la consultora Simbiu sobre el impacto digital de la ruptura de relaciones, la alcaldesa Colau sufrió una importante caída de popularidad.