En la ciudad de Barcelona quizás ya no existen los barrios de chabolas, erradicados hace décadas bajo la piqueta olímpica, pero el problema de las infraviviendas persiste, aunque en la actualidad ha adoptado nuevas formas, como los asentamientos -a menudo, pequeños poblados de tiendas de campaña en solares abandonados o rincones poco accesibles- y las ocupaciones de locales. La tragedia de la plaza Tetuan, con cuatro miembros de una familia muertos, dos de ellos menores, ha devuelto a la actualidad este problema, que a menudo se invisibiliza, y en especial, la problemática de los menores que viven allí.
Según datos aportados este lunes por la comisionada de Acción Social del Ayuntamiento de Barcelona, Sonia Fuertes, en la ciudad hay contabilizados 89 asentamientos y 105 locales ocupados. En los asentamientos viven 384 personas, 53 de las cuales menores de edad, mientras en los locales ocupados, como era el caso de la antigua oficina bancaria incendiada en la plaza Tetuán, viven 481 personas, con 156 menores. Eso hace un total de 865 barceloneses viviendo en infraviviendas, de las cuales 209 son menores de edad.
De hecho, estos dos centenares de menores que viven en condiciones nefastas son los que han llevado a dar un grito de alerta por parte de los profesionales del Servicio de Intervención Social de Familias con Menores (SISFAM) del ayuntamiento, el servicio que atendía a la familia muerta en el incendio.
Más familias en la misma situación
En un comunicado difundido a través de las redes sociales, las trabajadoras han manifestado sus "consternación y tristeza" por las condiciones "trágicas" en que cuatro personas perdieron la vida y, al mismo tiempo, han avisado de que "hay más familias con menores de edad en la misma situación". Según denuncian, la falta de NIE -Número de Identidad de Extranjeros, a efectos prácticos, el documento que acredita a un extranjero como residente en el Estado español- "obliga a malvivir en infraviviendas" a quien no lo tiene, ya que "no pueden acceder a las alternativas que ofrece la administración ni tampoco al mercado laboral".
"Es flagrante que no se haga nada para evitar que haya infancia que tenga que vivir en estas condiciones de pobreza, riesgo y exclusión social", lamentan las trabajadoras del SISFAM, ante un problema que afecta a más de doscientos menores en la ciudad de Barcelona.
65 familias realojadas
Según confirmó el lunes el Ayuntamiento de Barcelona, desde principio de año se han realojado 65 familias, una cifra todavía insuficiente si se tiene en cuenta que hay más de 800 personas viviendo en infraviviendas.