Un poco más arriba del barrio de Canyelles, en el distrito de Nou Barris de Barcelona pero ya en la sierra de Collserola, se encuentra la Mina de Santa Eulàlia, una mina de agua con su fuente que hace unos años fue acondicionada con bancos para facilitar la estancia y convertir el entrono en un remanso de paz y descanso para todo tipo de excursionistas y paseantes que se adentran en los primeros contrafuertes de la montaña. Sin pendientes inaccesibles, varios senderos aptos para casi todos los públicos llevan hasta allí, y un pinar, milagrosamente salvada del incendio de mayo del 2021, asegura sombra en todo el paraje.

Este paisaje idílico, sin embargo, confronta con la realidad de los últimos años, en que este plácido lugar de estancia se ha convertido también en lugar de celebraciones nocturnas, 'raves' y... vandalismo. La caseta de obra que cubre la entrada en la mina está muy deteriorada y cubierta de grafitos, los bancos, destrozados e incluso quemados -con el peligro de incendio forestal que comporta- y todo el entorno está en un grave estado de degradación, hasta el punto que los vecinos de la zona ya han dicho basta y han convocado una movilización para el próximo domingo, 15 de enero, donde protestarán por la situación lamentable de este espacio.

La convocatoria la lidera el Arxiu Històric Roquetes Nou Barris, entidad puntera en la protección del patrimonio de esta parte de Barcelona. Arnaldo Gil, responsable y socio fundador de la entidad, relata a elNacional.cat que los terrenos donde se sitúa la Mina Santa Eulàlia son de propiedad privada, pero que eso no impide que haya una actuación conjunta con el consorcio del Parc de Collserola y el Ayuntamiento de Barcelona para dignificar el entorno. "En varias ocasiones la Mina ha sido vandalizada, y lo más grave es que hace pocos días rompieron la puerta de acceso a la mina", un hecho que incluso comporta peligro si alguien intenta acceder: "Que la gente tenga acceso es preocupante y puede ser peligroso".

Hace falta "catalogar y proteger las fuentes"

Desde el Arxiu Històric ya se han mantenido conversaciones con el Distrito de Nou Barris y con el Parc de Collserola, a quienes les piden "más vigilancia", ante la preocupación que "desaparezca la mina". De hecho, aunque el llamamiento del domingo quiere dar un toque de atención de la situación actual, parar Gil la solución pasaría por la "catalogación y protección de las fuentes", y señala que vía presupuestos participativos ya se han hecho algunas actuaciones en otras fuentes, como las fuentes Nova y Vella de Canyelles, situadas a poca distancia de la de Santa Eulàlia, pero en esta última no se ha podido actuar porque "está en un terreno privado" que, según esta entidad patrimonial es propiedad "del Hospital de Sant Pau".

 
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Todo el entorno de la fuente está en un grave estado de degradación / Foto: Arxiu Històric 9B
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Estado actual de uno de los bancos situados cerca de la fuente / Foto: Arxiu Històric 9B

"Queremos dar un toque de atención y concentrar la mirada en esta mina", apunta Gil, que afirma que el problema de degradación es causado en el hecho de que el mantenimiento de las fuentes de Collserola depende en muy buena parte del voluntariado, "pero no hay un equipo que se ocupe", y recuerda que el espacio se dignificó en los años 80 del siglo pasado gracias a la iniciativa vecinal, pero que no puede ser que todo dependa de este tipo de acciones. Por todo ello, piden "más vigilancia y que la propiedad, el consorcio del Parc de Collserola y el Ayuntamiento hagan una intervención de arreglo y de mantenimiento".

¿Cómo llegar a la Mina Santa Eulàlia?

La protesta está convocada este domingo, 15 de enero, a las 12 del mediodía y está planteado como un acto reivindicativo en que se procederá a cerrar la entrada de la mina y se leerá un manifiesto, además de explicar la historia del paraje y pedir que "haya una brigada de mantenimiento y vigilancia de las fuentes de Collserola". Para llegar a la fuente, andando o en bicicleta, hay varios senderos que llevan hasta allí. Uno de los más sencillos es el que sale de una desviación de tierra de la Carretera Alta de Roquetes a mano izquierda subiendo en dirección al mirador de Torre Baró. La fuente está señalizada y desde el punto que se deja la carretera hay unos 700 metros.

Otra vía de acceso accesible, siempre a pie o en bicicleta, pero más larga, es subir por el camino de Sant Llàtzer, que lleva hasta la masía autogestionada de Can Masdeu. Hay que seguir más allá de la masía por el mismo camino y después de tres curvas pronunciadas coger la desviación a la derecha, que lleva a la misma fuente de Santa Eulàlia.