El último barrio de Barcelona en dirección Montcada i Reixac -o el primero, si se entra a la ciudad- es Vallbona, un territorio del distrito de Nou Barris aislado y con malas conexiones con el resto de Barcelona -el puente sobre las autopistas que lo une con Torre Baró y el arcén de la carretera C-17 para llegar hasta la Trinitat Vella-, pero con al menos tres aspectos muy singulares. Uno de ellos es el Rec Comtal, que transcurre plácidamente por el medio del barrio y está pendiente de una reforma en todo su recorrido. Otro es la huerta de La Ponderosa, la última gran explotación agraria de Barcelona, y un tercero, la existencia de la llamada Granja del Ritz, ahora en desuso pero que en su momento suministraba alimentos a la cocina del hotel del cual toma el nombre. Ahora, un ambicioso plan, Agrovallbona, proyecta una transformación integral de este barrio y del vecino de Can Sant Joan, ya en el municipio de Montcada i Reixac (Vallès Occidental).

 

El ámbito de Vallbona y Can Sant Joan en su situación actual con la vía del tren en superficie / Foto: AjBCN
El ámbito de Vallbona y Can Sant Joan, una vez todas las intervenciones estén acabadas, con un plazo superior a los seis años / Foto: AjBCN

Y es que en cierta manera, según definición de Álvaro Porro, comisionado de Economía Social, Desarrollo Local y Política Alimentaria, ha llegado el "momento Vallbona", gracias principalmente al "detonante" que supondrá el soterramiento de las vías de tren de Montcada i Reixac, que afectará, para bien, el barrio de Vallbona, que se verá liberado de buena parte de las vías que ahora lo dividen en varias partes. Eso permitirá articular un proyecto de transformación que incluye varias actuaciones a corto, medio y largo plazo, muchas de ellas vinculadas a la obra ferroviaria, que tendrán efectos importantes en la zona, como el blindaje de la huerta La Ponderosa.

Con el nombre de La Ponderosa, que remite al rancho de la histórica serie televisiva 'Bonanza', se conoce la última huerta de Barcelona, de 6,5 hectáreas

Con este nombre de La Ponderosa, que remite al rancho de la histórica serie televisiva 'Bonanza', se conoce la última huerta de Barcelona, de 6,5 hectáreas, y una de las pocas explotaciones agrarias del término municipal -junto con la viña de Can Calopa, en Collserola- más allá de los huertos de autoconsumo. Está regada por agua del Rec Comtal y ya de por sí su supervivencia tras las grandes oleadas de construcción ya podría parecer un milagro, pero este es doble si se considera que, según el Plan General Metropolitano (PGM), se trata de terreno edificable. Ahora, dentro del proyecto Agrovallbona, se trabaja en una Modificación del PGM para hacer un proceso de recalificación poco habitual, "transformar suelo edificable en suelo no edificable" Es decir, blindar toda la zona agraria de Vallbona y muy cerca, de la Muntanyeta de Can Sant Joan.

La Granja del Ritz será rehabilitada

La intención, sin embargo, no es únicamente proteger las explotaciones agrarias existentes, sino también desplegar proyectas socio-educativos y comunitarios y reconectar la ciudad con el campo, y una parte de este despliegue será la recuperación de la llamada Granja del Ritz, de nombre original Granja Montserrat, que fue durante mucho tiempo la principal proveedora de alimentos frescos para el Hotel Ritz de Barcelona. En estado ruinoso actualmente, Agrovallbona prevé su rehabilitación y la conversión en un equipamiento formativo dentro de todo el proyecto con un carácter marcadamente comunitario que se integrará en la reordenación de todo este espacio a caballo entre Barcelona y Montcada y con voluntad de devenir centro de referencia de la agroecología urbana.

La Granja del Ritz será rehabilitada y convertida en centro de referencia de la agroecología urbana / Foto: AjBCN

Todas estas actuaciones estarán muy vinculadas con el soterramiento de las vías del tren, que liberará mucho de espacio y permitirá abrir un "mirador al río Besòs", según ha apuntado Carme Ribas, gerente del Consorcio del Besòs. Por eso, una de las primeras realizaciones, que se podría licitar antes del verano para empezar las obras al cabo de poco, es el traslado del campo de fútbol, que obligará al Ràcing Vallbona a disputar sus partidos en un espacio provisional, ya que al final de las obras se prevé volver al lugar original con un nuevo campo de fútbol. Hay que tener en cuenta que las obras de soterramiento, que en el mejor de los casos empezarán en verano por la parte de Montcada, tendrán una duración mínima de seis años, lo que condiciona el acabado de todo el proyecto.

Nuevo paso para peatones normalizado

Otro de los cambios previstos ya fue anunciado en abril del 2022, se trata del nuevo viaducto para la vía del tren, denominado Nou pont dels dos ulls, que no solo divide el barrio en dos partes, sino que incluye un paso para peatones desconcertante, ya que les obliga a pasar por el mismo túnel que los coches y los autobuses. El paso, situado en la calle de Oristà, será ampliado, de manera que los peatones podrán contar, por fin, con un espacio para circular sin tener que compartir el mismo espacio con el tránsito rodado. La previsión de esta actuación es iniciarla durante este mismo primer trimestre del 2023, con una duración de nueve meses.

El paso de peatones de la calle Oristà en la actualidad, donde los peatones comparten espacio con el tránsito rodado / Foto: Google Street View

Finalmente, el proyecto también tendrá incidencia en la parte de Montcada i Reixac, como la generación de una nueva zona de aparcamiento y la mejora de los accesos a la estación de Montcada - Bifurcació, que, además, cambiará de nombre por el de Can Sant Joan, así como la restitución de la zona verde de la Muntanyeta de Can Sant Joan con la creación de un nuevo parque metropolitano denominado Parc dels Miradors. La realización de todos estos proyectos culminará, a largo plazo, con la construcción de nuevas viviendas en Vallbona, fuera de la zona agraria protegida, y la generación de nuevos ejes de conectividad. Con todo, quedaría pendiente mejorar la conexión con la Trinitat Vella, en el distrito de Sant Andreu de Barcelona, que no está previsto en este ambicioso proyecto.