El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, se enfrentará este viernes a su primer pleno municipal ordinario -después del pleno de cartapacio de julio-, con tres propuestas sobre la ley de amnistía a debate, una a favor presentada conjuntamente por Trias per Barcelona y Esquerra Republicana de Catalunya, una contraria a iniciativa del Partido Popular y una tercera, más tibia, presentada por el mismo PSC. Las tres indican que la situación política española marca la agenda barcelonesa, pero con respecto a la política local, Collboni también se tendrá que enfrentar a las quejas de la oposición por la reiterada caída de árboles en la ciudad. Y mientras todo eso pase en el salón Carles Pi i Sunyer, en la plaza de Sant Jaume habrá la primera manifestación específicamente contraria al nuevo gobierno municipal, la de los trabajadores municipales en protesta por el recorte del plus de antigüedad. Collboni, pues, empezará el nuevo curso político con un pleno agitado.
El triple debate sobre la ley de amnistía se presenta, a priori, como el punto de más interés político de este pleno de septiembre. Aunque es probable que la cuestión se sustancie en un solo debate y tres votaciones por separado, el hecho es que la cuestión de una ley de amnistía como moneda de cambio para que el PSOE se asegure los votos de Junts per Catalunya en la investidura de Pedro Sánchez tendrá una lectura barcelonesa donde los papeles de cada partido quedarán alineados con sus referentes nacionales o estatales. Es por eso mismo que, entre un embrollo de reproches mutuos sobre quién fue el primero en presentar propuestas sobre el tema y quién fue a remolque, todos los grupos con representación en el plenario podrán posicionarse sobre la cuestión.
La propuesta favorable a la amnistía saldrá adelante
Ahora bien, más allá de la posibilidad de un debate encendido, no se prevén sorpresas de última hora, ya que la propuesta favorable a la ley de amnistía, presentada conjuntamente por TriasXBCN y ERC que reclama que el Ayuntamiento de Barcelona dé "apoyo a la tramitación de una Ley de Amnistía en las Cortes españolas en referencia a los hechos, acciones y omisiones de intencionalidad política vinculadas al ejercicio del derecho de autodeterminación de Catalunya" será aprobada una vez Barcelona en Comú anunció el martes que votaría a favor, asegurando así una mayoría absoluta. Ahora bien, la intencionalidad última de la propuesta, como admitieron también el martes pasado Trias y Maragall, era la de forzar Collboni a posicionarse, pero todo indica que, como ha hecho el PSC al Parlament, los socialistas no le darán apoyo. La carta de la abstención está encima de la mesa, pero es poco probable que Collboni tome un posicionamiento diferente del de Salvador Illa.
Por su parte, el PP ha presentado una propuesta radicalmente contraria, que reclama al Ayuntamiento "rechazar cualquier tipo de amnistía o indulto generalizado para cualquier grupo de ciudadanos, cualquiera que sea su delito". Aunque Dani Sirera, presidente del grupo municipal del PP, este mismo jueves instó a Collboni a actuar "con el mismo sentido de Estado que tuvimos nosotros para evitar que Barcelona fuera dirigida desde Waterloo", la posibilidad de que la propuesta obtenga más votos que los cuatro del PP y los de los dos concejales de Vox es bastante improbable. Ahora bien, vuelve a estar sobre la mesa si los socialistas votarán en contra o se abstendrán.
El comodín de Collboni en los dos casos será la propuesta propia presentada por el PSC, que evita utilizar el término 'amnistía' y reclama, textualmente "dar apoyo a la acción política basada en el diálogo que el Gobierno de España ha impulsado en la última legislatura y constatar que hay que seguir avanzando en el fomento de la convivencia"; "considerar que los poderes públicos se tienen que someter siempre al estado de derecho y respetar en cualquier caso el marco constitucional, y "rechazar la estrategia de confrontación y división que el Partido Popular pretende instalar en la sociedad catalana y española por intereses partidistas". Es decir, los socialistas presentan una proposición más tibia que, eso sí, rechaza frontalmente la estrategia del PP y que bebe de una aspiración única, asegurar la investidura de Pedro Sánchez. Eso sí, las posibilidades que prospere esta iniciativa son nulas, ya que en principio solo contará con el voto favorable de los proponentes que, de esta manera, evidenciarán su minoría en el pleno municipal.
Los árboles caídos llegan al plenario
Ya en el plan local, uno de los temas de interés será la cuestión de la caída de árboles y palmeras, que en agosto provocaron a una víctima mortal, en un contexto donde las noticias sobre nuevos árboles caídos se repiten casi cada día. A pesar de que el Ayuntamiento de Barcelona asegura que no caen más que otros años, el ejecutivo socialista se verá obligado a dar explicaciones, y no por iniciativa propia, sino forzados por la batería de preguntas que formulará Junts per Catalunya durante el pleno municipal, entre las cuales "¿cuál es el comportamiento del gobierno municipal sobre la caída reiterada de árboles y la gestión del verde en la ciudad?" y "¿qué acciones y estrategias se está siguiendo para controlar la caída del arbolado?"
En todo caso, la reiterada caída de árboles preocupa cada vez más a la ciudadanía y, sintomáticamente, el mismo alcalde eludió, este mismo jueves, pronunciarse sobre la cuestión ante preguntas de los medios de comunicación, instando a los periodistas a hacer seguimiento de un pleno municipal donde también se debatirán cuestiones como la continuidad del programa Protegim Escoles, a iniciativa de Barcelona en Comú; la condena de las agresiones en la feria The District, a propuesta de PP y Vox; la instalación de placas recordatorias allí donde se han conservado vías del tranvía en los ejes verdes a petición de TriasXBCN, y las medidas de protección del comercio de proximidad en la Barceloneta a instancias de ERC.
Primera protesta contra el alcalde en la plaza de Sant Jaume
Y mientras en el salón de plenos se debaten todas estas cuestiones, en la plaza de Sant Jaume se vivirá la primera protesta de entidad específicamente dirigida contra el actual gobierno municipal. Será protagonizada por funcionarios municipales, entre los cuales podría haber guardias urbanos y bomberos, que han sido convocados por los seis sindicatos con representación entre los trabajadores del Ayuntamiento, en protesta por la suspensión del plus de antigüedad que el alcalde Collboni ha decretado recientemente y que hasta ahora comportaba una paga del 50% de una nómina al cabo de 25 años, 30, 35 y 40, 45 y 50 años.
Pleno extraordinario de vivienda como colofón
Finalmente, el pleno ordinario tendrá como colofón un pleno extraordinario, fijado para las 15 horas pero que se iniciará más pronto o más tarde en función de cuando finalice el ordinario. En este caso se trata del pleno promovido por los grupos de BComú y ERC sobre vivienda, que tendrá un único punto en el orden del día, el debate y votación de una declaración institucional por la cual se acuerda que el gobierno municipal "exija al Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana publicar, de manera inmediata, la declaración de zonas de mercado residencial tensionado publicada por la Generalitat de Catalunya, para hacer efectiva la regulación de precios en nuestra ciudad", y que se inste el mismo ministerio a "aplicar el índice de precios de referencia del alquiler de Catalunya, con el fin de garantizar una regulación efectiva y real en la ciudad de Barcelona, tal como sucedió antes de que el Tribunal Constitucional suspendiera parcialmente la Ley 11/2020, de 18 de septiembre, de medidas urgentes en materia de contención de rentas en los contratos de arrendamiento de vivienda". Aunque el pleno extraordinario ha sido impulsado por dos partidos de la oposición, las peticiones van en la línea de la petición formulada ya por el gobierno municipal de declarar la ciudad como zona de mercado residencial tensionado.