Un gran paseo verde entre la playa y la ronda Litoral que enlace el complejo deportivo de la Mar Bella con la zona de baños del Parc del Fòrum. Este es el proyecto que el Ayuntamiento de Barcelona ha presentado este jueves con la intención de dejarlo licitado en abril del próximo año, justo antes de las elecciones, y con la previsión de iniciar las obras a finales del 2023, ya en el próximo mandato. Se trata, pues, de una obra que quedará pendiente para el futuro gobierno municipal, como otras que ahora mismo están en ejecución en una primera fase como la Via Laietana o el tranvía por la Diagonal, cuya continuidad queda hipotecada a los futuros gobiernos.
En todo caso, según ha anunciado la segunda teniente de alcaldía, Janet Sanz, el proyecto de reurbanización parte de tres ejes de trabajo, "un litoral más abierto, más próximo a la ciudadanía y preparado para hacer frente a la emergencia climática". A partir de estos principios, el consistorio prevé un paseo de una anchura mínima de doce metros, la plantación de más de 800 árboles y la creación de 25.000 metros cuadrados de zonas verdes, que además permitirán conectar por la línea de mar la playa de Llevant -la última de la ciudad, donde se habilita en verano una zona para perros- y la zona de baños del Fòrum, un tramo que ahora queda cortado en seco por la plataforma del viejo proyecto de zoo marítimo.
De hecho, esta planificación permitirá alargar la zona de paseo asomada al mar y garantizar la continuidad hasta la desembocadura del Besòs, ya en el término municipal de Sant Adrià. De hecho, Sanz ha definido el proyecto como "una deuda pendiente" con el distrito de Sant Martí e integrado en los proyectos de mejora de los barrios del Besòs. "La apertura al mar olvidó el ámbito Besòs", ha aclarado la teniente de alcaldía, porque los dos grandes momentos de recuperación del litoral, los Juegos Olímpicos y el Fòrum de las Culturas no sirvieron para "coser el litoral con el Besòs".
¿Cómo será el nuevo frente marítimo?
En todo caso, el futuro frente marítimo es un proyecto de gran alcance que incluye reformular once hectáreas, entre las cuales se incluye la supresión definitiva del aparcamiento gratuito en superficie. Una de las actuaciones más visibles será la eliminación del muro que ahora separa la zona de arena con el paseo, delimitando muy claramente dos niveles y que será sustituido por plataformas escalonadas con rampas accesibles. La intención es poder favorecer el acceso y romper el efecto barrera con nuevas zonas verdes y de sombra. Además, en el ámbito superior se diferenciará claramente la zona de paseo para peatones del carril bici, que se desplazará más hacia el interior, y las zonas deportivas.
Además, la nueva reurbanización tendrá como efecto "elevar la cota de la playa", según ha afirmado Xavier Matilla, arquitecto jefe del ayuntamiento, dentro de una estrategia dirigida a adaptarse a posibles subidas del nivel del mar dentro del contexto de cambio climático. También se trabajará en hacer frente a la emergencia climática con el uso de especies vegetales capaces de adaptarse a los cambios, en una estrategia que Sanz ha calificado de "resiliente a lo que pueda pasar dentro de 40 o 50 años", de la que ha destacado la generación de taludes naturales como elementos resistentes a "una posible subida del nivel del mar".
Con una inversión total de 44,3 millones de euros, la intención es combinar esta transformación con un proyecto de conexión de la rambla de Prim con el mar. Además, el ayuntamiento ya prevé empezar a hacer algunas actuaciones de acondicionamiento adecuadas al nuevo proyecto, como ejecutar dos pistas de voley-playa al lado del Camp Municipal de Futbol Poblenou y de cara al próximo año, reubicar los chiringuitos en su espacio definitivo para liberar el paseo.