En un corto intervalo de tiempo, entre el miércoles y este viernes, han aparecido dos delfines muertos en las playas catalanas, el primero en el Masnou (Maresme) y el segundo en Badalona (Barcelonès). El primero de los ejemplares apareció a la playa del Masnou el miércoles, según informó el ayuntamiento de esta localidad a través de redes sociales, donde también informó de que los servicios municipales y una empresa especializada procedieron a recoger el animal para tratar los despojos. También añadieron que el animal pesaba unos 50 kilogramos.
Con respecto al segundo ejemplar muerto, se trata de un delfín listado hembra de aproximadamente 1, 5 metros aparecido este viernes primera hora en la playa de la Barca Maria de Badalona, en un lugar próximo a la población de Montgat. Según han informado fuentes del consistorio badalonés, la Guàrdia Urbana de esta localidad ha recibido un aviso a primera hora de este viernes y se ha personado en la zona, y después ha notificado la situación a los Agents Rurals. Finalmente, los encargados de retirar el cuerpo del animal han sido miembros de la Fundación CRAM, una organización sin ánimo de lucro dedicada a la protección del medio marino y de las especies que lo habitan. Las líneas de actuación de la entidad encargada de retirar el cetáceo son la clínica y el rescate de fauna marina, la investigación y conservación de especies y ecosistemas marinos y la sensibilización a favor de la conservación de los mares y océanos. La muerte de los dos ejemplares podría estar vinculada al último temporal, y habrían llegado a la costa ya muertos.
Un delfín muerto en septiembre en Barcelona
La llegada de delfines muertos es un hecho que se repite con cierta periodicidad. En septiembre apareció un ejemplar a la playa del Somorrostro de Barcelona. Después de recibir un aviso con respecto a la aparición del animal muerto, operarios de los servicios municipales de limpieza procedieron a retirarlo. Fuentes del Ayuntamiento de Barcelona apuntaron que por el estado de los restos se suponía que el mamífero haría unos días que estaría muerto y que finalmente apareció en una de las playas de la Barceloneta, en el distrito de Ciutat Vella, arrastrado por las corrientes marinas.