Su nombre es Joan Juncosa, es arquitecto de profesión, pero dedica su tiempo libre a hacer arte urbano con mensaje, bien con grafitis de las losetas de las calles de Barcelona, instalando urinarios artísticos en diferentes puntos de la ciudad y, desde este viernes, restaurando los bancos de trencadís del paseo de Gracia. Juncosa nos quiere concienciar sobre el uso de que hacemos del espacio público, hacernos reflexionar que "las joyas del diseño que tenemos son de todos". Esta mañana, hasta ocho bancos modernistas han aparecido con lo que Juncosa llama Tiritas de modernismo 2.0, que no es otra cosa que una especie de parches artísticos que sirven para "curar las heridas de estas joyas de diseño que piden ser mimadas", lo que ha puesto en evidencia el mal estado y la dejadez de estos bancos únicos, que a menudo pasan desapercibidos para los barceloneses, pero que son admirados y codiciados por los visitantes.

Estos bancos son elemento artísticos en sí mismos. Algunos son también jardineras, y otros son bancos-farolas, que fueron diseñados y realizados hace más de un siglo (1906) por el entonces arquitecto municipal Pedro Falqués Urpí (1850-1916). Hay un total de 32 a lo largo del paseo, que fueron construidos con el clásico trencadís del modernismo catalán. Pero estas joyas no son inmunes al paso del tiempo, ni tampoco a los actos incívicos, vandálicos (el trencadís suele ser un codiciado souvenir para los turistas) y a la falta de mantenimiento municipal, y a menudo presentan heridas que hay que restaurar. Y aquí entran en juego las tiritas de modernismo 2.0 de Joan Juncosa, que forman parte "de un proyecto con una voluntad: concienciar a los ciudadanos de que el patrimonio es de todos y que, si no lo cuidamos, lo perderemos", explica en su perfil de Instagram.

 

Un defensor del patrimonio con el arte como arma

Juncosa se ha convertido en una especie de guarda ciudadano, defensor del patrimonio, que lucha por hacer de "Barcelona una ciudad mejor". "Mis armas son el arte. Tenemos un patrimonio maravilloso que tenemos que cuidar entre todos. No es solo cosa de los políticos, también es de los ciudadanos", explica en conversación con ElNacional.cat. Hace más de un año, reparó en el agujero que había en el banco delante de la Casa Batlló, el cemento sobresalía y ya no quedaba parte del mosaico. "Aquí se puede hacer alguna cosa chula", pensó, y "lo guardé en mi mochila mental, con los más de cien proyectos artísticos que tengo por la ciudad de Barcelona".

Parches que encajan por geometría

Después de darle vueltas, pensó en las tiritas de modernismo 2.0, que "son unos parches hechos de espuma, como las esponjas, que encajan en las zonas rotas de los bancos por geometría, encajan perfectamente, y tal como se ponen, se pueden sacar". Juncosa argumenta que "no lleva ningún tipo de cola ni nada que pueda estropear el material del banco, no me atrevería a hacer nunca nada que pudiera dañar el patrimonio, por eso son de quita y pon".

 

Los parches tienen colores chillones y son fieles al estilo que define el arte de Juncosa, "brilli-brilli, llamativo, porque es lo que me gusta, destacar una causa, ver el banco y conseguir que digan, '!Socorro, estamos aquí, pero nadie nos ayuda!, y esta es la principal finalidad de su cruzada "conseguir concienciar a la gente, y que a quien|quién le corresponda hacerlo, "que lo repare". Por eso, Juncosa es consciente de que estos parches artísticos son "efímeros, no están hechos para que duren, sino para concienciar", y él mismo sabe que seguramente mañana ya no estarán, porque alguien, quizás a algún turista, se los habrá llevado. "El paseo de Gracia seguramente es la calle por donde pasan más turistas de toda la ciudad, más que en un parque temático, y los bancos no están preparados para soportar el peso de todo este turismo". Juncosa no solo ha restaurado con su arte algunos de estos bancos, ha analizado todo el conjunto, lo ha inventariado y ha catalogado las patologías de cada uno, trazando una ruta de tiritas de modernismo 2.0, que están situados al lado de algunos de los edificios más emblemáticos y representativos de la ciudad.

Ruta de las 'Tiritas del modernismo 2.0'

 

Otros proyectos

No es la primera vez que Joan Juncosa, que curiosamente no es barcelonés, sino nacido en Mora la Nova (Tarragona) hace 37 años, ha realizado proyectos relacionados con la ciudad, en su particular cruzada contra el incivismo y con el objetivo de hacer de Barcelona una ciudad más amable, más amada|estimada y respetada, por eso, con Fuera de Servicio, instaló urinarios por toda la ciudad, como en el ábside de la Catedral, la plaza Real o el mercado de Santa Caterina. Pero el proyecto ligado a Barcelona que dice que "le abrió una puerta en el mundo del arte" fue el que hizo hace tres años, 'Baldosas por el mundo'. Durante el confinamiento por la pandemia encontró la inspiración en los suelos hidráulicos de Barcelona, "mosaicos que pisamos cada día y que quería convertir en una obra de arte", donde invitaba a la gente "a interactuar con la ciudad, encontrar un hilo que uniera a Barcelona con tanta gente que vive allí, gente tan dispar y de tantos lugares diferentes, y este hilo eran las baldosas" que cada uno tenía que poner en alguno de sus sitios favoritos.

Urinarios de Joan Juncosa