El inconfundible escaparate lleno de obras raras y curiosas de la Librería Anticuaria Farré de la calle Canuda de Barcelona bajará la persiana en los próximos días por el aumento del precio del alquiler del local. Sin embargo, el negocio no cierra, ya que según ha podido saber elNacional.cat, se trasladará a una nueva ubicación en la calle Rosselló. Por desgracia, sí que lo hace el local como librería, que abrió Josep Maria Farré cuando se instaló en el Gótico, para vender sus 'joyas literarias' en un espacio acogedor.

Ahora son sus hijos Pol y Ramón Farré quienes mantienen vivo el espíritu de esta librería, pero qué ahogados por la subida espectacular del precio de los alquileres de los locales en el centro de Barcelona, han decidido dejar de mala gana la calle Canuda. Pol, quien ha confirmado a este periódico la desafortunada noticia, explica que no pueden hacer frente a los precios abusivos que se piden en la actualidad con un pequeño negocio. "Cuando murió mi padre conseguimos mantener la renta antigua con el propietario -400 euros-, pero ahora que se acaba, nos piden 6.000 euros de alquiler, que no podemos asumir de ninguna manera".

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Interior de la Librería Antiquària Farré. Foto: @LlibreriaF

El propietario de la librería explica contrariado que desde la llegada de su padre en el barrio, este ha sufrido una transformación comercial, con la perdida de negocios como el suyo. Librerías históricas han desaparecido, como la Stock, que anunció en junio que bajaba la persiana de la calle Condal. Pol reconoce que en los últimos años, la afluencia de visitantes a la tienda era mayoritariamente de turistas que querían hacerse fotografías en el espacio y con los ejemplares. Esta "masificación" -dice- ha hecho que la gente deje de venir al centro, "donde solo vienen cuando tienen que venir a comprar ropa, y no se pierden por estas calles ni por las obras que tenemos". Dentro de la colección de la librería Farré tienen absolutas joyas como incunables, libros impresos en el siglo XV, en la primera época de la imprenta, y piezas valuosas como El llibre de les set sivelles i de les meravelles, del artista plástico Joan Tharrats.

 

El librero también reconoce que librerías como la suya han transformado gran parte del negocio desde la pandemia, pasando a ser prácticamente en línea. Explica que ahora el grueso de las valoraciones, tasaciones y venta de libros se hacen gracias a internet y en las ferias donde asisten, donde coinciden con coleccionistas y especialistas del sector. Sobre el local que dejan atrás, a Pol sí que le preocupa que la fachada histórica se pierda tan pronto como entre un negocio nuevo: "Antes de nosotros había una librería histórica como El Sol y la Luna. Este escaparate tiene el distintivo del local histórico, y me sabría mal que tanto el Ayuntamiento como la Generalitat -quien de los dos que tenga la capacidad de preservarlo- lo dejaran perder.

A pesar del traslado, el propietario asegura que sí que mantendrán la parte de almacén del local, donde tienen guardados muchos ejemplares, y que los clientes interesados en consultar alguna de las piezas de coleccionista con las que cuentan, todavía se podrán acercar a la calle Canuda a hacerlo. La nueva librería física con las novedades y las joyas más preciadas, pasará a estar en la Calle Roselló 487, cerca de la Sagrada Familia.