Desde que el Ayuntamiento de Barcelona empezó a aplicar, el pasado septiembre, el 'Plan específico de medidas para la reducción del ruido de actividades del Triángulo Lúdico del Parc i la Llacuna del Poblenou', que afecta al popularmente conocido como Triángulo Golfo, se habría constatado una reducción del ruido de entre 1,5 y 4 decibelios respecto de los datos de 2022 según cifras dadas a conocer este miércoles por el mismo consistorio que apuntan que durante el mes de octubre se ha observado como los sonómetros instalados en la calle de Almogàvers 83 y 115 han presentado reducciones significativas de 4 dB y casi 3 dB, respectivamente. Los otros dos equipos ubicados en la calle de Pamplona 84 y en Pere IV 71 también registran niveles inferiores a los del año pasado, reduciendo más de 1,5 dB y casi 3 dB los niveles de ruido, respectivamente.

Se trata de unos primeros datos que habrá que continuar siguiendo durante los próximos meses y, en este sentido, desde el distrito de Sant Martí se está haciendo un seguimiento y una evaluación mensual de las medidas implantadas para comprobar su efectividad. En este proceso está en comunicación constante con los vecinos y vecinas de la zona así como con los propietarios de los locales de ocio nocturno. En este sentido, el concejal del distrito de Sant Martí, David Escudé, ha señalado que se trata de unos primeros resultados que hay que seguir analizando y ha remarcado que desde el distrito "seguiremos revisando la eficacia de las medidas y velaremos por el cumplimiento del plan con tal de garantizar el descanso de los vecinos y las vecinas".

El plan afecta a la zona delimitada por las calles de Almogàvers (entre las calles Marina y Àlaba), Pallars (entre las calles Zamora y Àlaba), Pere IV (entre las calles Zamora y Àvila), y Zamora, Pamplona y Àlaba (entre las calles Almogàvers y Pere IV). Entre las medidas más destacadas que establece se incluyen el mantenimiento de las restricciones de apertura de nuevos establecimientos musicales, bares, y tiendas que venden alcohol, y establece que no se autorizarán más terrazas y se aplica un horario de funcionamiento más restringido. En este sentido, las terrazas existentes tendrán un horario restringido de 8 a 23 h todo el año, lo que supone acortar una hora el horario del miércoles al jueves y dos horas de viernes a sábado y vísperas de festivo. También se están impulsando nuevos itinerarios alternativos en la zona para evitar que el flujo de personas pase por las calles con mayor número de viviendas.

Previamente a la configuración del plan, el Ayuntamiento realizó un estudio en profundidad sobre el ruido en este ámbito del distrito de Sant Martí, que mostró que se superaba de forma reiterada y con creces los valores límite de immisión de ruido que marca la Ordenanza de medio ambiente de Barcelona en unas horas específicas de la noche, lo que llevó a trabajar un plan específico al considerarse esta una zona acústicamente tensionada en horario nocturno. En el marco de este plan, recientemente también se ha iniciado una campaña de divulgación de las normas de convivencia y seguridad en los espacios públicos de los barrios de Sant Martí a través de un ciclo de charlas informativas impartidas por los equipos de policía de barrio de la Guàrdia Urbana y dirigidas especialmente a las personas que viven en centros residenciales de estudiantes.