La Copa del América de vela no se volverá a celebrar en Barcelona en 2026. Así lo ha confirmado este miércoles el teniente de Economia, Hisenda, Promoció Econòmica i Turisme, del Ayuntamiento de Barcelona, Jordi Valls. En una entrevista a RAC1 ha afirmado que la ciudad ya ha conseguido los objetivos que se marcaron en 2021 y que “no aporta nada alargarla hasta el 2026”. En este sentido, Valls ha detallado que la celebración de la Copa del América ya ha dado respuesta a los propósitos de la ciudad, y el Ayuntamiento no está dispuesto a repetir la inversión en la competición deportiva, que fue cifrada en 10 millones de euros por el consistorio, a los que hay que añadir los 30 millones aportados entre el Gobierno y la Generalitat, y los 5 millones aportados por la Diputació de Barcelona.

El Ayuntamiento comunicó la decisión este martes al CEO de la competición, Grant Dalton, después de una reunión entre las dos entidades. A pesar de no continuar con el proyecto de la Copa del América, Barcelona valora de forma muy positiva la aportación de la competición y no cierra la puerta a celebrar la 38.ª edición, si se encuentran fórmulas a través de financiación privada con la aparición de sponsors para hacer viable la competición, aunque Valls ha considerado que “es complicado”.

Crecimiento de la Copa del América

A última hora de este martes, el equipo Emirates Team New Zealand alejó el futuro de la Copa del América de Barcelona. En un comunicado, aseguraba que veía “difícil” aumentar el número de equipos participantes en la próxima edición de la Copa del América de vela “en el espacio disponible” en Barcelona. De este modo, el tres veces campeón de la prueba no descartaba poder buscar otros emplazamientos para la competición número 38. Los participantes tienen el “deseo colectivo” de continuar con el “crecimiento comercial” de la Copa del América, en línea con el que se logra en otros “deportes globales líderes”. Según este equipo, la 37.ª edición de la prueba ha atraído a 2,56 millones de personas en Barcelona durante los 59 días que ha durado, entre el 22 de agosto y el 19 de octubre.

Tal como ha explicado Jordi Valls, este comunicado se produjo después de la reunión con el Ayuntamiento, donde se les comunicó la intención de no alargar el proyecto. En relación con este crecimiento previsto de la competición, Valls ha detallado que Dalton les anunció que era complicado hacerlo en el puerto de Barcelona, puesto que en puertos más nuevos otras ciudades pueden conseguir que todas las bases estén más juntas, hecho que facilita la organización del acontecimiento. Preguntado sobre si Dalton se sorprendió con la decisión del consistorio, el teniente de alcalde ha considerado que no: “Supongo que tenían plan A, B y C”. Aun así, ha opinado que la intención de Dalton era continuar en la capital catalana, pero tienen objetivos diferentes: “No nos sentimos responsables porque nunca hemos tenido vocación de ser una sede permanente de la Copa del América”. Barcelona no celebrará la Copa del América, pero Jordi Valls ha remarcado el papel deportivo de la ciudad: “No dependemos solo de la Copa del América”, ha recordado. En este sentido, Valls ha mencionado las grandes citas deportivas que ya están cerradas, como el Grand Départ del Tour de Francia del 2026.

Impacto de la Copa del América en Barcelona

El impacto de la Copa del América en Barcelona es una de las grandes dudas de la competición. Desde el Ayuntamiento hacen una valoración positiva y aseguran que la Copa del América ha cumplido “las expectativas”. Los objetivos principales del consistorio con la celebración de la competición eran recuperar el reconocimiento internacional —perdido por la COVID y a consecuencia del procés—, reconectar la ciudad con el mar e impulsar la economía azul. “El balance es extraordinariamente positivo”, ha apuntado Jordi Valls. Aun así, haciendo referencia a un informe elaborado por la UPF, Valls ha reconocido que unos datos se han cumplido y otros todavía se tienen que valorar. El impacto económico previsto era superior a los 1.200 millones de euros.

En relación con el impacto social que ha tenido la celebración de la Copa del América, el teniente de alcalde ha reconocido que “ha habido de todo, gente que se ha manifestado en contra y actos con 60.000 personas”. Pese a ello, ha defendido que ha supuesto una recuperación de la imagen internacional de la ciudad, que desde 2019 había sufrido “una gran degradación y ahora nos estamos recuperando”.