Los accesos actuales en transporte público a Montjuïc están limitados a las líneas de autobús regulares y el funicular, a los cuales hay que añadir los teleféricos del Port y del Castell de Montjuïc, aunque no son transportes con tarifa integrada y son más bien de uso lúdico o turístico. Con respecto al Metro, las estaciones próximas -Paral·lel, Poble Sec, Espanya, Magòria | La Campana, Foneria o Foc- solo rodean la montaña sin entrar en ella. El acceso a pie, eso sí, tiene el apoyo de un circuito de escaleras automáticas que llegan hasta la anilla olímpica. Todo ello hace que con ocasión de acontecimientos multitudinarios, normalmente conciertos musicales y competiciones deportivas, la única opción para mejorar el servicio pasa por el refuerzo de las líneas regulares de autobuses o desplegar buses lanzadera.
Esta situación no es nueva, pero la utilización del Estadi Olímpic Lluís Companys por parte del FC Barcelona, incluido algún momento de disturbios como los producidos antes de la celebración del partido de Champions entre el Barça y el Amberes ha llevado al Ayuntamiento de Barcelona a desempolvar el viejo proyecto de hacer llegar el Metro a la montaña. Este jueves, en declaraciones al programa 'Bàsics' de Betevé, ha sido la primera teniente de alcaldía, Laia Bonet, la que ha reclamado al Govern la prolongación de la L2 para que llegue a Montjuïc, de manera que los problemas de grandes aglomeraciones por acontecimientos deportivos o culturales quedarían solucionados.
La previsión del 2030 no se cumplirá
El hecho es que la prolongación de la L2 no es ninguna novedad, ya que está prevista en el Plan Director de Infraestructuras (PDI) correspondiente al periodo 2021-2030. Este documento de la Autoridad del Transporte Metropolitano (ATM) recoge todas las ampliaciones previstas a medio y largo plazo y en el caso de la línea lila prevé unir la estación actual de Sant Antoni con la de Parc Logístic de la L9. Eso implicaría desviar el recorrido actual que muere en Paral·lel y hacerlo enlazar con la estación de la L3 de Poble Sec. Desde allí se adentraría en Montjuïc con una estación con ese mismo nombre situada entre la Font Màgica y el Palau Nacional, y otra en la Foixarda, en el ámbito de la Anilla Olímpica. Por el otro lado de la montaña pasaría por Foc, enlazando con la L10 y por Fira y Parc Logístic donde enlazaría con la L9.
Ahora bien, este recorrido, y todavía uno posterior a que llegaría de forma más directa hasta el aeropuerto, enlazándolo de manera más efectiva con el centro de la ciudad, no estarán terminados en lo que queda de década, ni mucho menos mientras dure la estancia del FC Barcelona en el Lluís Companys. Según el PDI el proyecto constructivo está finalizado y pendiente de aprobación pero no hay programación prevista dentro de esta década y, por lo tanto, como muy pronto, se empezaría más allá del 2030. Este hecho, sin embargo, no quita validez a la reflexión de Bonet en el programa mencionado, cuando se ha preguntado: "¿Nos podemos imaginar qué pasaría si pudiéramos coger el metro para ir el estadio, al Palau Sant Jordi o la Fundació Miró?"