La multiinspección en los supermercados 24 horas de Barcelona, llevada a cabo de manera conjunta por la Guardia Urbana y la Inspección de Trabajo de la Generalitat, que ha destapado numerosas infracciones administrativas, como 24 de tipo laboral, y de otros que ponen de manifiesto unas condiciones de insalubridad preocupantes en algunos de estos establecimientos. Los supermercados de 24 horas son establecimientos que han proliferado en el centro de la ciudad de Barcelona, y en los últimos cuatro años, se han concedido 700 licencias de supermercados de hasta 300 m² en el distrito del Eixample, un hecho que ha generado preocupación entre los vecinos por las molestias que ocasionan, dado que muchos de estos establecimientos venden alcohol fuera de horarios y están situados en zonas de alta concentración turística.
Durante el pleno del Ayuntamiento de Barcelona de este miércoles, la concejala de Promoción Económica y Trabajo, Raquel Gil, ha explicado las medidas llevadas a cabo de oficio por la Inspección de Trabajo. "La inspección fue intensiva, proactiva y con voluntad ejemplarizante", ha defendido Gil, que ha añadido que también vino motivada por las quejas y las molestias que podían generar estos locales en los ciudadanos.
La concejala ha explicado que la inspección de este diciembre se detectaron 24 infracciones laborales, del total de 623 expedientes que el servicio de inspección del Ayuntamiento ha abierto este 2024, 559 de los cuales fueron infracciones laborales. Según ha dicho, en algunos casos se han interpuesto sanciones económicas, se ha producido el alta en la Seguridad Social en caso de que los trabajadores no lo estuvieran y se han transformado los contratos para su debido cumplimiento y, finalmente, según el caso, se ha abierto abre la puerta a cesar la actividad del local. Con respecto al seguimiento de estas infracciones, Gil ha explicado que es competencia de la Generalitat, y ha asegurado que se trata de expedientes "complejos", que tienen un tiempo de resolución por término medio de unos seis meses.
Durante la inspección de este final de año, según el ayuntamiento, se habrían detectado un total de 1.993 infracciones, 500 de las cuales solo el primer día, en un total de 29 supermercados. La mayoría serían por infracciones de actividad (1.047) y por ordenanza de paisaje urbano y espacio público (564). Estas inspecciones habrían tenido lugar el 28 y 29 de noviembre y el 3 y 4 de diciembre, en horario diurno, y habrían destapado toda una serie de ilegalidades, no solo de tipo administrativo, si no que pondrían de manifiesto que las condiciones estructurales y de higiene de estos locales pueden poner peligro la salud de las personas. Según los datos, ninguno de los 112 establecimientos que se inspeccionaron habría acabado sin infracción.
Suciedad, cucarachas e infraviviendas
Los informes hablan de suciedad extrema, cucarachas, goteras, deficiencias en la instalación eléctrica o del agua, falta de licencia e incluso posibles viviendas clandestinas, y son solo algunas de las irregularidades que salen en la lista de infracciones. Según ha podido saber El Nacional, uno de los supermercados precintados no tenía agua corriente, otro presentaba cámaras de seguridad que enfocaban hacia la calle, letreros que incumplen la normativa o servicios que van más allá de la licencia del negocio, como consignas de maletas o cajeros automáticos.
En otro establecimiento, en la trastienda, se encontró suciedad, humedades y una gotera al lado del cuadro eléctrico; en otro también se encontraron deficiencias en la instalación eléctrica y falta de higiene, con presencia de cucarachas muertas esparcidas por tierra, y en un par de supermercados se detectaron posibles infraviviendas, ya que en uno se encontró un colchón en un rincón del almacén, y en otro se detectó un espacio que uno de los trabajadores utilizaba para dormir desde hace seis meses.
La respuesta de los grupos a la oposición
Desde de ERC, el concejal Jordi Coronas ha señalado la necesidad de poner el foco sobre estas situaciones, ya que se detectan personas que no tienen un contrato regularizado y que, según él, podría tratarse de víctimas de tráfico de personas. "La cuestión es que hay una ausencia de protocolos, y nos hace falta uno que vincule a la Guardia Urbana, a los servicios sociales y a la subdelegación del Gobierno, para garantizar la aplicación efectiva", ha afirmado.
El concejal Ramon Tremosa, de Junts, que hoy ha anunciado que deja el consistorio, ha pedido controles "continuos y exigentes", y ha reconocido que, aunque la actuación del Ayuntamiento fue acertada, cree que "una única actuación se trata de una cosa más cosmética que efectiva de cara a la solución de problemas". Por otra parte, Carolina Recio de Barcelona en Comú, ha apuntado a incrementar recursos para la Guardia Urbana y así realizar más inspecciones, además de crear un nuevo protocolo que pueda mejorar las condiciones de trabajo y la regularización de las personas que trabajan en estos establecimientos.
Desde el PP, Àngels Esteller ha afirmado que la inspección generalizada tendría que ser permanente y ha destacado el hecho que algunos supermercados puedan poner en riesgo la vida de muchas personas con la venta de productos en mal estado. Finalmente, Gonzalo d'Or, de Vox, ha dicho que es "impensable" que en el siglo XXI haya casos de tráfico de personas y ha añadido problemas como la seguridad, la vivienda y la ocupación.